(CNN) – Se espera que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anuncie un decreto este martes que cerraría efectivamente la frontera con México a los solicitantes de asilo que crucen ilegalmente cuando se exceda un umbral diario de cruces, una propuesta amplia y controvertida que probablemente reciba un feroz rechazo de los progresistas y los defensores de la inmigración.
El decreto, descrito a CNN por varias personas informadas sobre el mismo, marcaría un intento significativo por parte de Biden de abordar una de sus mayores vulnerabilidades políticas, apenas unas semanas antes del primer debate presidencial con el expresidente Donald Trump. Trump ha hecho de las políticas de inmigración de línea dura una piedra angular de su campaña.
El decreto utiliza una autoridad conocida como “212(f)”, una regulación utilizada bajo la administración Trump y ampliamente denunciada en ese momento por los demócratas.
La normativa, que ha estado en proceso durante meses, restringiría severamente la posibilidad de que los migrantes soliciten asilo en la frontera sur de EE.UU. si cruzaran la frontera ilegalmente una vez que los encuentros diarios entre los puertos de entrada alcanzaran los 2.500, lo que significa que es probable que la medida tome efecto casi de inmediato. Los inmigrantes aún podrían solicitar una cita para presentar su solicitud de asilo en un puerto de entrada.
Los niños no acompañados estarían exentos, una pieza clave del decreto que preocuparía a los defensores de la inmigración que han dicho que tal exención podría alentar a algunas familias a enviar a sus hijos a la frontera por su cuenta.
El decreto permitiría a las autoridades rechazar a los migrantes mientras esté vigente, ya sea hacia México o su país de origen. Estados Unidos trabajó anteriormente con México cuando una restricción fronteriza de la era covid-19, conocida como Título 42, también resultó en el regreso de ciertos migrantes a México.
Las fuentes que describieron la normativa a CNN advirtieron que aún se podrían realizar cambios en el texto antes de que se revelara públicamente esta semana.
La acción marcaría un cambio de política significativa para la administración Biden, que ha adoptado un enfoque más agresivo en materia de seguridad fronteriza después de años de lidiar con crisis alimentadas por una migración récord mientras intentaba mitigar los ataques republicanos durante un acalorado año electoral.
Las autoridades fronterizas han estado deteniendo recientemente a poco menos de 4.000 migrantes que cruzan ilegalmente la frontera, según un funcionario de Seguridad Nacional, y ha habido aproximadamente 1.500 citas por día a través de la aplicación móvil de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Según el decreto, la frontera se reabriría una vez que disminuyeran los cruces ilegales diarios, según una de las fuentes.
Altos funcionarios de la Casa Blanca, incluido el jefe de gabinete Jeff Zients, han estado llamando a legisladores y otras partes interesadas durante el fin de semana para informarles sobre los planes, según dos fuentes familiarizadas con las discusiones.
CNN informó por primera vez que la Casa Blanca comenzó a comunicarse con los alcaldes fronterizos para que asistieran al anuncio.
El alcalde de Edinburg, Ramiro Garza, confirmó a CNN que la administración lo contactó este sábado para asistir a un evento del martes en la Casa Blanca. El alcalde de Brownsville, John Cowen, dijo que él también fue invitado y que asistirá. La alcaldesa de Harlingen, Norma Sepúlveda, y el alcalde de Laredo, Dr. Víctor D. Treviño, también han confirmado que se espera que asistan al evento. El alcalde de McAllen, Javier Villalobos, también dijo que fue invitado pero que no podrá asistir.
Camila DeChalus de CNN contribuyó a este informe.