(CNN) – Read Redwan protege del calor a su bebé de tres meses y ahuyenta a los insectos en una tienda de Deir al-Balah, en el centro de Gaza.
Están atrapados, junto con su esposa y su madre, en un mar de familias desplazadas con poco lugar entre el hacinamiento y la polución del ambiente. El padre palestino le dijo a CNN que lucha por encontrar ayuda. En cambio, él y su familia no tienen otra opción que beber agua contaminada y comer una sola comida al día.
“No quiero hablar de comida porque no hay”, dijo en un mensaje escrito el 5 de junio. “Sobrevivimos a la muerte por cohetes y bombardeos, ¿moriremos de hambre?”
— Read Redwan, padre palestino desplazado en el centro de Gaza
Después de ocho meses de bombardeos de Israel en Gaza —tras los ataques del 7 de octubre liderados por el grupo militante Hamas que acabaron con la vida de 1.200 personas y terminaron con la toma de 250 rehenes en el sur de Israel— los grupos de derechos humanos han descrito condiciones de vida “indescriptibles” para los palestinos en el enclave, con más del 75% de la población desplazada, según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). La campaña militar de Israel ha pulverizado barrios, dañado la infraestructura de salud y agotado los suministros de alimentos, agua y combustible.
La ayuda llegó a Gaza por tierra, mar y aire desde que comenzó la guerra, pero muy pocos puntos de entrada permanecen operativos
De los cinco cruces terrestres, solo dos —Kerem Shalom, controlado por Israel, y el Erez Occidental— están actualmente abiertos para los camiones de ayuda, a pesar de que las agencias humanitarias advierten que las rutas terrestres son la forma más rápida y efectiva de llevar ayuda a Gaza a gran escala. Las iniciativas para llevar ayuda por mar también se han detenido por los recientes daños al muelle.
La ofensiva israelí ha matado al menos a 36.654 palestinos y ha herido a otros 83.309, según el Ministerio de Salud de Gaza. CNN no puede confirmar de manera independiente estas cifras.
Mientras los funcionarios israelíes insisten en que no hay límite en la cantidad de ayuda que puede entrar en Gaza, la ONU ha acusado a las autoridades de imponer “restricciones ilegales” a los operarios de socorro, como el bloqueo de rutas terrestres, apagones de comunicaciones y ataques aéreos. El personal local le dijo a CNN que se ven obligados a rechazar a los necesitados en los puntos de distribución porque no hay suficiente ayuda para repartir.
Aquí hay un desglose de cómo la crisis humanitaria se ha agravado en el territorio después de 245 días de guerra.
El cierre de los cruces suspende casi toda la ayuda
Las restricciones de Israel en las rutas terrestres hacia Gaza significaban que la ayuda apenas llegaba a la región. Pero la crisis se volvió aún más grave a principios del mes pasado, después de que las fuerzas israelíes lanzaran un asalto en la ciudad sureña de Rafah y tomaran el control del lado palestino del cruce terrestre hacia Egipto.
La agencia de alimentos de la ONU dijo que los ataques continuos han bloqueado el acceso a su almacén principal en Rafah desde el 9 de mayo, obligando a suspender las distribuciones allí durante casi un mes. La agencia expresó su preocupación por los palestinos en el sur, ya que el cierre del cruce clave de Rafah ha limitado gravemente el suministro de alimentos que llega a la zona, recordando la situación de inseguridad alimentaria en el norte de Gaza tras cierres anteriores. De manera similar, la organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos,World Central Kitchen, suspendió las operaciones en su instalación principal en Rafah y se reubicó al norte la semana pasada.
La asistencia a Gaza se desplomó y se mantiene en un goteo tras el cierre de un cruce clave en mayo
El cruce de Rafah, que servía como una importante puerta de entrada para camiones de ayuda y bienes limitados, ha estado cerrado desde el 5 de mayo. El único cruce que aún está abierto en el sur de Gaza es Kerem Shalom, aunque muy pocos camiones han podido pasar por día desde que comenzó la ofensiva terrestre de Israel en Rafah.
Además, una iniciativa liderada por Estados Unidos para crear un corredor marítimo hacia la zona sufrió un gran golpe después de solo unas pocas semanas operativas, cuando un muelle improvisado de US$ 320 millones sufrió daños ocasionados por mares tormentosos frente a la costa de Gaza, según el Pentágono. El muelle está siendo reparado en el puerto israelí de Ashdod.
La cantidad total de ayuda que llega a Gaza ha disminuido en un 67% desde entonces, según la ONU, con un promedio diario de 58 camiones entre el 7 y el 28 de mayo. En comparación, la ONU informó anteriormente que un promedio de 500 camiones ingresaban en la zona por día en los meses anteriores al 7 de octubre.
“Todo lo que se había establecido en los cruces de Rafah y Kerem Shalom ha cambiado”, dijo Louise Wateridge, funcionaria de Comunicaciones de la UNRWA. “Cuando estos cruces se han interrumpido, simplemente no es suficiente lo que llega de otras fuentes”.
Camiones atascados en la frontera
Se ha visto a grandes camiones de ayuda acumulándose en la frontera con Gaza, después de que las autoridades israelíes intensificaran las inspecciones de los convoyes de asistencia que ingresan en la región, insistiendo en que dicha ayuda podría ser utilizada por Hamas.
COGAT, la agencia israelí que gestiona el flujo de ayuda a Gaza, dijo el 4 de junio que más de 1.000 camiones están esperando ser recogidos por la ONU en el lado palestino del cruce de Kerem Shalom, acusando a la ONU de no coordinar la entrada de los vehículos a Gaza.
Pero los grupos de derechos humanos dicen que la “obstrucción sistemática en los puntos de cruce controlados por Israel” y el aumento de los combates están paralizando las entregas de los camiones.
Wateridge dijo a CNN que los camiones atascados en Kerem Shalom no pueden ser recibidos debido a la intensa acción militar en el lado que corresponde a Gaza del cruce. “Es simplemente un desperdicio total de ayuda humanitaria vital, es una situación tan provocada por el hombre”, dijo.
Estos problemas de distribución se presentan cuando la agencia de alimentos de la ONU advirtió en mayo que los palestinos en el norte padecen una “hambruna total” que se está extendiendo hacia el sur. Más de 1 millón de personas, la mitad de la población de Gaza, “se espera que enfrenten la muerte y el hambre” para mediados de julio, advirtió otro informe de la ONU esta semana, ya que los civiles luchan por encontrar suficiente comida en medio de escasos suministros en los mercados y el aumento de los precios.
Más de 7.000 niños menores de cinco años ya han sido diagnosticados con desnutrición, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Con las existencias de ayuda en rápido declive, los trabajadores apenas pueden satisfacer las demandas sobre el terreno, según Mahmoud Shalabi, gerente senior programas de la ONG Ayuda Médica para los Palestinos.
— Mahmoud Shalabi, trabajador humanitario palestino desplazado en el norte de Gaza.
“No hay corredores seguros” para la ayuda humanitaria
Para los pocos camiones de ayuda que ingresan en la zona, las carreteras dañadas por los ataques israelíes y las preocupaciones por la seguridad durante las hostilidades en curso están obstaculizando los intentos de llegar a los palestinos desplazados, dijeron trabajadores de derechos humanos a CNN.
Las agencias de ayuda han pedido repetidamente nuevas rutas de entrada, más camiones para pasar las revisiones fronterizas diarias, menos obstáculos para el movimiento de los trabajadores humanitarios y garantías para su seguridad. Los ataques israelíes a los convoyes de ayuda han provocado una fuerte condena de los grupos de derechos humanos, llamando la atención sobre el creciente escepticismo occidental hacia la guerra de Israel en Gaza.
Más trabajadores humanitarios han muerto en Gaza en siete meses que en cualquier otro conflicto anual en los últimos 20 años
La guerra de Israel en Gaza ha matado a más de 250 trabajadores humanitarios desde el 7 de octubre. Anteriormente, el mayor número de muertes en un solo año se registró en Siria en 2018, donde murieron 56 trabajadores humanitarios, y en Afganistán en 2013, donde fallecieron 48.
Desde el 7 de octubre, las fuerzas israelíes han atacado al menos ocho veces ubicaciones conocidas de trabajadores humanitarios en el enclave, a pesar de que las agencias proporcionaron sus coordenadas “para garantizar su protección”, según Human Rights Watch (HRW). Los ataques “revelan fallas fundamentales en el llamado sistema de desconflicto, destinado a proteger a los trabajadores humanitarios”, según el informe. CNN anteriormente solicitó una respuesta militar israelí al informe de HRW.
“Realmente no es seguro, para nosotros, los trabajadores humanitarios, no hay corredores seguros, no hay coordinaciones de movimiento”, dijo Shalabi.
Shalabi afirma que él, su esposa y sus hijos se han visto obligados a huir al menos tres veces desde octubre.
“No estoy seguro de lo que sucederá después”, agregó. “Espero poder regresar a mi hogar y reanudar la vida que tenía antes de ser desplazado”.