(CNN) – La operación de Israel para rescatar a cuatro rehenes requirió semanas de preparación y centenares de efectivos, según los militares israelíes. Pero la misión comenzó con un rastro de destrucción en el centro de Gaza y terminó en una carnicería, según las autoridades locales.
Efectivos del ejército israelí, el servicio de inteligencia nacional y una unidad especial de la policía asaltaron el sábado dos edificios ubicados a 200 metros de distancia en el campo de refugiados de Nuseirat, donde, según informes de inteligencia, se encontraban los rehenes.
Rescataron a cuatro rehenes —Noa Argamani, Almog Meir Jan, Andrey Kozlov y Shlomi Ziv— ocho meses después de que fueran secuestrados en el festival de música Nova el 7 de octubre. En la operación murió un policía israelí que formaba parte de la unidad especial antiterrorista.
Israel bombardeó intensamente el centro de Gaza mientras llevaba a cabo la operación, matando a más de 200 palestinos e hiriendo a muchos otros, según funcionarios de hospitales de Gaza. CNN no tiene forma de verificar las cifras de víctimas comunicadas por los funcionarios palestinos de Gaza. Los historiales médicos del enclave devastado por la guerra no distinguen entre civiles y militantes muertos.
“Las fuerzas israelíes llevan semanas preparándose para esta misión de rescate. Se han sometido a un entrenamiento intensivo”, declaró en rueda de prensa el contralmirante de las Fuerzas de Defensa de Israel Daniel Hagari.
La operación especial llevaba meses preparándose, y las fuerzas israelíes se alistaron construyendo modelos de los apartamentos en los que estaban retenidos los rehenes para entrenarse, dijo Hagari.
Los intentos anteriores de lanzar una incursión de este tipo habían sido cancelados en el último minuto “más de tres o cuatro veces” debido a condiciones desfavorables.
Cuando llegó el momento, las FDI lanzaron ataques planificados de antemano en Gaza contra lo que denominaron infraestructura militante al comenzar la operación el sábado por la mañana, un momento inusual que los oficiales esperaban que les diera el “elemento sorpresa”.
“Mientras estaban bajo fuego, bajo fuego dentro de los edificios, bajo fuego al salir de Gaza, nuestras fuerzas rescataron a nuestros rehenes”, dijo Hagari.
Pero sobre el terreno, en Gaza, los palestinos describieron escenas de carnicería tras los ataques que condujeron al rescate. Nidal Abdo estaba de compras en Nuseirat el sábado cuando vio lo que describió como un “bombardeo loco”.
“[Fue] algo que nunca habíamos presenciado, cayeron tal vez 150 cohetes en menos de 10 minutos. Mientras huíamos cayeron más en el mercado”, dijo. “Hay niños destrozados y esparcidos por las calles, han arrasado Nuseirat, es el infierno en la tierra”.
Los rescates de rehenes son raros: esta es la tercera operación exitosa de este tipo. El cabo de las FDI Ori Megidish fue rescatado en octubre del año pasado en el norte de Gaza. En otra operación, el 12 de febrero de este año, Fernando Marman y Louis Har fueron rescatados del sur de Rafah.
Desde noviembre, las intensas negociaciones sobre un alto el fuego y un acuerdo para intercambiar rehenes por prisioneros palestinos han quedado en un punto muerto. El mes pasado, Israel siguió adelante con su operación terrestre en el centro de Rafah, a pesar de la condena internacional por su escalada en la ciudad del sur de Gaza, donde se refugiaban unos 1,3 millones de palestinos antes de que Israel iniciara allí su operación.
El líder palestino Mahmoud Abbas encargó el sábado al enviado del Gobierno Autónomo Palestino ante Naciones Unidas que solicitara una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar lo que calificó de “espantosa masacre” perpetrada por Israel en Nuseirat.
“El asalto israelí al campo de Nuseirat se ha cobrado la vida de cientos de mártires y ha dejado numerosos heridos. El presidente Abbas está manteniendo intensas comunicaciones con las partes árabes e internacionales pertinentes para que se convoque esta sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU”, decía un comunicado publicado en X por la misión permanente de observación palestina ante la ONU.
Teele Rebane de CNN contribuyó con este reporte.