(CNN Español) – La Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, que impulsa el gobierno del presidente Javier Milei, está a un paso de su aprobación, después de su aval en el Senado. Ahora, el proyecto, con algunas modificaciones, vuelve a la Cámara de Diputados para continuar su procedimiento parlamentario en segunda revisión.
Como estaba previsto, la aprobación en general se consiguió con un resultado reñido y el necesario desempate de la presidenta del Senado, la vicepresidenta de la Nación Victoria Villarruel, que inclinó la balanza de un escenario de 36 votos a favor y 36 en contra. Por un momento hubo confusión por el error involuntario de una senadora que mostró en el tablero una votación favorable para la legislación con 37 positivos ―sin necesidad de que Villarruel intercediera―, pero rápidamente se retractó y pidió la corrección de su sufragio.
Así, tal como lo indica el artículo 213 del reglamento del Senado, “si una votación se empata se abrirá una nueva discusión, se repetirá en seguida la votación, y si ésta vuelve a resultar empatada, decide el voto del presidente” de la Cámara.
“Hoy vimos dos Argentinas: una Argentina violenta que incendia un auto, que arroja piedras y que debate el ejercicio de la democracia, y otra Argentina, la de los trabajadores que están esperando con profundo dolor y sacrificio que se respete la votación que en noviembre del año pasado eligió un cambio”, dijo Villarruel al votar.
¿Quiénes apoyaron la ley y quiénes no?
En la votación en lo general, respaldaron los senadores del oficialismo ―partido La Libertad Avanza―, el PRO y la Unión Cívica Radical, con excepción del presidente del partido, Martín Lousteau, que, tal como lo había anticipado, no dio su apoyo porque presentó un proyecto alternativo propio. No obstante, Lousteau facilitó con su asistencia el quórum ―un hecho que no estaba dado por sentado al inicio del miércoles.
Por otro lado, la coalición Unión por la Patria y los legisladores del bloque independiente Alianza por Santa Cruz tampoco apoyaron la ley.
Luego, se procedió con la votación en particular de los diferentes títulos de la ley, que conllevó a algunas modificaciones parciales del texto.
Los cambios que facilitaron la aprobación del Senado
El gobierno logró avanzar con su proyecto cediendo a dar algunas concesiones desde la presentación, en los primeros días de gestión.
De los 664 artículos originales quedaron 232, que también sufrieron modificaciones en esta nueva instancia, motivo por el cual el texto regresó a la Cámara baja para buscar su aprobación final.
Se excluyó a Aerolíneas Argentinas, Radio y Televisión Argentina (RTA) y el Correo Argentino de las empresas públicas sujetas a ser privatizadas, y se retiró el capítulo que elimina la moratoria previsional, dando lugar a la creación de la Prestación de Retiro Proporcional para quienes alcanzaran la edad de jubilarse, pero no los 30 años de aportes requeridos.
Además, se limitó el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) a inversiones al sector agroforestal, infraestructura, minería, energía y tecnología, y se prohibió al Poder Ejecutivo disolver organismos vinculados a la cultura.
También se agregó un artículo que impide rescindir los contratos de obras públicas que estén ejecutados en 80% o más, ni aquellos que cuenten con financiamiento internacional, entre otros cambios.
¿Qué falta para que se apruebe la ley?
El gobierno buscará que el nuevo texto de la Ley de Bases se trate en Diputados el 24 de junio, confirmó el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa matutina.
Pero ¿puede volver a tener modificaciones?
De acuerdo con la normativa del Congreso de la Nación de Argentina, si un proyecto de Ley aprobado por una cámara ―en este caso Diputados― es aprobado con modificaciones por la cámara revisora ―en este caso Senado―, debe volver a la cámara de origen para obtener un nuevo aval.
En el caso de la Ley de Bases, Diputados podrá aprobar la legislación con las actualizaciones de la Cámara alta, o bien intentar conservar el texto original o parte de él.
Sin embargo, para poder volver atrás con actualizaciones, se necesita alcanzar una nueva votación con la misma mayoría o una superior a la de la cámara revisora en los puntos que se quieran conservar.
De esta manera, el gobierno tendría una nueva oportunidad de negociar para intentar avanzar con su propuesta.