(CNN) – Cuando el sol desató una tormenta solar extrema y golpeó Marte en mayo, envolvió el planeta rojo con auroras y una afluencia de partículas cargadas y radiación, según la NASA.
El Sol ha mostrado una mayor actividad durante el último año, a medida que se acerca al punto más alto de su ciclo de 11 años, denominado máximo solar, que se prevé que se produzca a finales de este año.
En los últimos meses, se ha producido un repunte de la actividad solar, como las llamaradas de clase X, las más fuertes de las erupciones solares, y las eyecciones de masa coronal, o grandes nubes de gas ionizado llamadas plasma y campos magnéticos que brotan de la atmósfera exterior del sol.
Las tormentas solares que llegaron a la Tierra en mayo provocaron coloridas auroras que danzaron en los cielos de zonas que rara vez las experimentan, como el norte de California y Alabama.
Las tormentas se originaron en un enorme cúmulo de manchas solares orientadas hacia la Tierra. Entonces, ese grupo de manchas solares giró en la dirección del vecino cósmico de la Tierra: Marte.
Los astrónomos utilizaron la plétora de orbitadores que rodean el planeta rojo, así como los vehículos exploradores que recorren su superficie, para captar de primera mano los impactos de una tormenta solar en Marte y para comprender mejor qué tipo de niveles de radiación pueden experimentar los primeros astronautas en el planeta rojo en el futuro.
Partículas cargadas procedentes de una tormenta solar golpean una cámara a bordo del vehículo Curiosity de la NASA, creando rayas blancas parecidas a la nieve. Crédito: JPL
La radiación solar golpea Marte
La tormenta más extrema se produjo el 20 de mayo tras una llamarada X12 liberada por el sol, según los datos recogidos por la nave espacial Solar Orbiter, que actualmente estudia el astro rey.
La enorme erupción envió rayos X y rayos gamma hacia Marte, y una eyección de masa coronal se liberó rápidamente tras la erupción, lanzando partículas cargadas en dirección al planeta rojo.
Los rayos X y gamma viajaron a la velocidad de la luz y alcanzaron Marte en primer lugar, seguidos de las partículas cargadas en decenas de minutos, según los científicos que siguen la actividad desde la Oficina de Análisis del Clima Espacial de la Luna a Marte de la NASA en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales en Greenbelt, Maryland.
El rover Curiosity, que actualmente explora el cráter Gale justo al sur del ecuador marciano, tomó imágenes en blanco y negro con sus cámaras de navegación durante la tormenta solar. Las rayas blancas parecidas a la nieve que pueden verse en las imágenes son el resultado del impacto de partículas cargadas en las cámaras del Curiosity, según la NASA.
La energía de las partículas solares fue tan fuerte que la cámara estelar a bordo del orbitador Mars Odyssey, que ayuda a orientar la sonda mientras gira alrededor del planeta, se apagó momentáneamente. Afortunadamente, la nave pudo volver a encender la cámara al cabo de una hora. La última vez que la Odyssey se enfrentó a un comportamiento solar tan extremo fue durante el máximo solar de 2003, cuando una llamarada X45 frió el detector de radiación del orbitador.
Mientras tanto, Curiosity utilizó su Detector de Evaluación de Radiación, o RAD, para medir la cantidad de radiación que golpeó el planeta durante la tormenta. Un astronauta de pie junto al rover habría experimentado una radiación equivalente a 30 rayos X en el pecho, que no es mortal, pero es la mayor oleada de radiación de este tipo que el instrumento del rover ha medido desde que aterrizó hace casi 12 años.
Conocer los picos de radiación que pueden experimentar los astronautas en el planeta rojo ayuda a los científicos a planificar cómo proteger a los tripulantes de las futuras exploraciones a Marte.
“Los acantilados o los tubos de lava proporcionarían un blindaje adicional a un astronauta frente a un evento de este tipo. En la órbita de Marte o en el espacio profundo, la tasa de dosis sería significativamente mayor”, declaró Don Hassler, investigador principal del RAD en la División de Ciencia y Exploración del Sistema Solar del Southwest Research Institute en Boulder, Colorado. “No me sorprendería que esta región activa del Sol siguiera entrando en erupción, lo que significaría aún más tormentas solares tanto en la Tierra como en Marte en las próximas semanas”.
Auroras en el planeta rojo
El orbitador MAVEN, abreviatura de Mars Atmosphere and Volatile EvolutioN, tuvo una vista aérea de auroras bailando en luz ultravioleta sobre Marte durante la tormenta solar. El orbitador se lanzó a Marte en 2013 para estudiar cómo el planeta rojo ha perdido su atmósfera con el tiempo y cómo el clima espacial generado por el sol interactúa con la atmósfera superior marciana.
Pero estas auroras son muy diferentes de las auroras boreales y australes que se producen en la Tierra.
El color púrpura brillante representa las auroras nocturnas de Marte detectadas por el instrumento ultravioleta a bordo del orbitador MAVEN de la NASA entre el 14 y el 20 de mayo. Crédito: JPL
Cuando las partículas energizadas de las eyecciones de masa coronal alcanzan el campo magnético de la Tierra, interactúan con los gases de la atmósfera para crear luces de diferentes colores en el cielo, concretamente cerca de sus polos.
Pero Marte perdió su campo magnético hace miles de millones de años, lo que significa que el planeta no tiene ningún escudo contra las partículas solares energizadas entrantes. Así que cuando las partículas chocan con la delgada atmósfera de Marte, la reacción da lugar a auroras que envuelven el planeta.
“Dada la falta de un campo magnético global en Marte, las auroras marcianas no se concentran en los polos, como ocurre en la Tierra, sino que aparecen como una ‘aurora difusa global’ asociada a la antigua corteza magnetizada de Marte”, escribió Deborah Padgett, jefa de tarea del Subsistema de Generación de Productos Operacionales en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, en el blog del rover Curiosity de la agencia espacial.
Según la NASA, es posible que algún día los futuros astronautas puedan presenciar estos espectáculos de luz marcianos.
Al rastrear los datos de múltiples misiones marcianas, los científicos pudieron observar cómo se desarrolló la tormenta solar.
“Este ha sido el mayor evento de partículas energéticas solares que MAVEN ha visto nunca”, dijo en un comunicado Christina Lee, del Laboratorio de Ciencias Espaciales de la Universidad de California en Berkeley. “Ha habido varios eventos solares en las últimas semanas, por lo que estábamos viendo oleada tras oleada de partículas golpeando Marte”.