(CNN) – El apoyo de China a Rusia está “posibilitando” la guerra en Ucrania, advirtieron este viernes los líderes de las economías más avanzadas del mundo en un endurecimiento del tono contra Beijing, al tiempo que amenazaron con más sanciones contra los actores que apoyen a nivel material la maquinaria bélica de Moscú.
La dura advertencia, lanzada al término de la cumbre anual del Grupo de los Siete (G7) en Italia, se produce en un momento en el que Estados Unidos está intensificando sus esfuerzos diplomáticos para convencer a Europa de que adopte una postura más dura contra China por su papel en la ayuda al complejo militar-industrial ruso.
“El apoyo continuo de China a la base industrial de defensa de Rusia está posibilitando a este país mantener su guerra ilegal en Ucrania y tiene implicaciones significativas y de amplio alcance para la seguridad”, afirmaron los líderes del G7 en el comunicado del viernes.
“Pedimos a China que cese la transferencia de materiales de doble uso, incluidos componentes de armas y equipamientos, que son insumos para el sector de defensa de Rusia”.
Los líderes también amenazaron con nuevas acciones, incluidas sanciones, para castigar a las entidades chinas que, según ellos, están ayudando a Rusia a eludir los embargos occidentales.
“Seguiremos tomando medidas contra los actores en China y terceros países que apoyan materialmente la maquinaria bélica de Rusia, incluidas las instituciones financieras, en consonancia con nuestros sistemas legales, y otras entidades en China que facilitan la adquisición por parte de Rusia de artículos para su base industrial de defensa”, dice la declaración conjunta, prometiendo imponer “medidas restrictivas para evitar abusos y restringir el acceso a nuestros sistemas financieros”.
Funcionarios estadounidenses han acusado a China de ayudar a Rusia a ampliar su fabricación militar, entre otras cosas mediante exportaciones de semiconductores, materiales y herramientas de máquinas que, según ellos, permiten a Moscú aumentar la producción de tanques, municiones y vehículos blindados.
Beijing ha refutado la acusación y afirmó que no ha suministrado armas a ninguno de los dos bandos y que mantiene estrictos controles sobre las exportaciones de productos de doble uso.
Estados Unidos y la Unión Europea ya han impuesto sanciones a empresas chinas, y esta semana Estados Unidos impuso nuevas sanciones a empresas con sede en China que suministran semiconductores a Rusia.
“China no suministra armas, sino la capacidad de producirlas y la tecnología disponible para hacerlo”, declaró el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la cumbre del jueves. “Así que, de hecho, está ayudando a Rusia”.
El G7 también está adoptando una postura más dura frente a las políticas económicas de China, especialmente en el tema del exceso de capacidad industrial, comprometiéndose a tomar medidas contra las “prácticas desleales” para “nivelar el terreno de juego y remediar los daños actuales”.
“Expresamos nuestra preocupación por la persistente focalización industrial de China y por sus políticas y prácticas globales ajenas al mercado, que están provocando desbordamientos globales, distorsiones del mercado y un dañino exceso de capacidad en una creciente gama de sectores, socavando a nuestros trabajadores, industrias y la resistencia y seguridad económicas”, dice el comunicado conjunto.
La víspera de la cumbre, la UE anunció la imposición de aranceles adicionales a los vehículos eléctricos importados de China, tras una investigación de meses, por lo que considera un apoyo injusto de Beijing a empresas que socavan a los fabricantes de automóviles europeos.
El mes pasado, Estados Unidos también impuso nuevos aranceles a 18.000 millones de dólares de importaciones chinas en un puñado de sectores considerados estratégicos para la seguridad nacional, como los vehículos eléctricos y los productos de energías limpias.
El G7 también expresó su firme oposición a lo que considera intentos unilaterales de China de cambiar el statu quo por la fuerza o la coerción en los mares de China Oriental y Meridional.
“Seguimos oponiéndonos al peligroso uso por parte de China de guardacostas y milicias marítimas en el mar de China Meridional y a su repetida obstrucción de la libertad de navegación de los países en alta mar”, señala la declaración conjunta.
“Expresamos nuestra grave preocupación por el creciente uso de maniobras peligrosas y cañones de agua contra buques filipinos”.