(CNN) – Una cumbre de dos días en Suiza dedicada a forjar un camino para poner fin a la guerra en Ucrania concluyó con el rechazo de las principales potencias a un comunicado conjunto acordado por más de 80 países y organizaciones internacionales.
India, Arabia Saudita, Sudáfrica y Emiratos Árabes Unidos, todos ellos con importantes relaciones comerciales con Rusia como miembros del grupo económico BRICS, asistieron a la reunión del fin de semana pero no aceptaron firmar la declaración conjunta.
El documento reafirmaba el compromiso de los firmantes de “abstenerse de la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, los principios de soberanía, independencia e integridad territorial de todos los Estados, incluida Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas”.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, declaró a los periodistas en una rueda de prensa junto a los líderes de la Unión Europea, Ghana, Canadá, Chile y Suiza que era “importante que todos los participantes en esta cumbre apoyen la integridad territorial de Ucrania, porque no habrá paz duradera sin integridad territorial”.
Más de 100 países y organizaciones se reunieron en un idílico resort a orillas de un lago cerca de Lucerna para recabar apoyos al plan de paz de 10 puntos que Zelensky presentó por primera vez a finales de 2022.
Esta fórmula incluye el cese de las hostilidades, el restablecimiento de la integridad territorial de Ucrania, la retirada de las tropas rusas de suelo ucraniano y la restauración de las fronteras de Ucrania con Rusia previas a la guerra, unas condiciones que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, probablemente nunca acepte.
Entre los dignatarios de alto nivel que asistieron se encontraban los dirigentes de Alemania, Argentina, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Polonia, Reino Unido y Suecia.
También asistió la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, que aprovechó la ocasión para anunciar un paquete de ayuda de US$ 1.500 millones que se destinará a gastos humanitarios y a ayudar a Kyiv a reconstruir sus infraestructuras golpeadas.
“Esta asistencia de alto nivel demuestra una cosa. El mundo se preocupa profundamente por la guerra provocada por la agresión rusa”, declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
A pesar de la fuerte presencia de las democracias occidentales, antes de la reunión se plantearon dudas sobre lo que se podría conseguir, ya que no asistieron ni Rusia ni China, cuya relación comercial cada vez más estrecha con Moscú ha ayudado al Kremlin a sobrevivir a las sanciones occidentales.
Según el comunicado publicado este domingo, los firmantes alcanzaron otros acuerdos. Entre ellos, el principio de que Ucrania debe poder disponer de sus propias centrales nucleares –incluida la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia– y que el Kremlin debe abstenerse tanto del uso como de la amenaza del uso de armas nucleares. Las partes también afirmaron que todos los niños y civiles desplazados ilegalmente deben ser devueltos a Ucrania.
El viernes, un día antes del inicio de la cumbre, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, reafirmó el plan de paz del Kremlin, que exige la retirada de los soldados ucranianos de cuatro regiones del sur y el este del territorio ucraniano que Moscú dijo que se anexionaría en violación del derecho internacional y exige que Kyiv abandone su intento de ingresar en la OTAN.
Aunque las fuerzas rusas han logrado modestos avances en dos de las regiones –Donetsk y Luhansk– en los últimos meses, están lejos de ocupar las cuatro, que incluyen Jersón y Zaporiyia.
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, que viajó con Harris a Suiza, dijo a los periodistas en la cumbre que el marco de Putin “desafía la moralidad básica”.
“Él (Putin) dijo, no sólo Ucrania tiene que renunciar al territorio que Rusia ocupa actualmente, sino que Ucrania tiene que abandonar territorio ucraniano soberano adicional antes de que Rusia negocie. Y Ucrania debe desarmarse para que sea vulnerable a futuras agresiones rusas en el futuro. Ninguna nación responsable podría decir que esa es una base razonable para la paz”, dijo Sullivan.