CNNE 1350401 - la fda pide etiqueta especial para las leches que no son de vaca
Autoridades de EE.UU. alertan sobre riesgos de leche cruda por gripe aviar en ganado
00:37 - Fuente: CNN

Nota del editor: Tom Frieden, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos de 2009 a 2017, es presidente y director ejecutivo de Resolve to Save Lives e investigador principal de salud global en el Consejo de Relaciones Exteriores.

(CNN) – La respuesta de Estados Unidos al virus H5N1 — “gripe aviar”— ha sido fragmentaria e inadecuada. Con tres casos notificados en personas en Estados Unidos y con conglomerados desde Michigan a Texas, está claro que el virus está muy extendido entre los animales. Para proteger a las personas, los animales y nuestra economía, y para restablecer la confianza en la salud pública, tenemos que hacer las cosas bien.

Hemos visto venir el H5N1 durante más de 20 años. Finlandia detuvo el H5N1 en los animales antes de que se propagara a los humanos el verano pasado. Esta historia, junto con otra media docena de brotes que nunca llegaron a los titulares, aparecen en nuestro nuevo informe Epidemias que no ocurrieron.

Finlandia hizo bien tres cosas:

Respuesta rápida. En las 24 horas siguientes a la notificación de los primeros casos en una granja de visones, Finlandia confirmó que los animales habían dado positivo en las pruebas de la gripe aviar altamente patógena H5N1, que ya se sabía que circulaba entre las aves en Finlandia. Las autoridades de salud humana y animal colaboraron inmediatamente para rastrear las infecciones, incluidas las pruebas realizadas a las personas en situación de riesgo que trabajaban en granjas con animales infectados.

En Estados Unidos, el virus H5N1 lleva propagándose al menos desde finales del año pasado. Aún hoy, Estados Unidos desconoce el alcance de la propagación entre animales o humanos debido a la insuficiencia de las pruebas y el seguimiento. El objetivo 7-1-7 para la detección de brotes y la respuesta debe ser nuestro principio rector: 7 días para detectar un presunto brote de enfermedad infecciosa, 1 día para notificar a las autoridades de salud pública el inicio de una investigación y 7 días para completar la respuesta inicial. Este planteamiento puede detener los brotes antes de que se propaguen. La respuesta de Finlandia cumplió este objetivo. Los primeros 7 en Estados Unidos para el H5N1 fueron más bien 100 días. Tenemos que mejorar la conexión de la salud humana y animal y reforzar las medidas de salud pública animal.

Confianza. Los ganaderos ya tenían una gran confianza en la Autoridad Alimentaria finlandesa tras años de programas exitosos y habían puesto en marcha un programa de vigilancia que dio lugar a una rápida notificación de síntomas inusuales entre sus animales. Se reembolsó a los ganaderos el valor de los animales que hubo que sacrificar para detener la propagación de la enfermedad, lo que reforzó la confianza en el gobierno entre la comunidad ganadera. Esta confianza ayudará sin duda a Finlandia en su próximo movimiento: Vacunar a los trabajadores de primera línea contra el H5N1. Son el primer país en hacerlo.

La confianza en el gobierno de Estados Unidos es escasa, especialmente entre los habitantes de las zonas rurales, que se encuentran en primera línea de estos brotes. En mayo, en un esfuerzo por fomentar la confianza de la comunidad agrícola, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos anunció incentivos financieros a las granjas para ayudar a frenar la propagación en el ganado lechero, entre ellos cubrir los gastos veterinarios del ganado que dé positivo en las pruebas de H5N1, compensar a las granjas que suministren equipos de protección personal a sus trabajadores y pagar a los trabajadores agrícolas para que participen en los estudios del USDA y los CDC. Puede que necesitemos hacer más para proteger el sector agrícola de nuestra nación.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos está ordenando a los productores lácteos que realicen pruebas a las vacas que producen leche para detectar infecciones por gripe aviar altamente patógena antes de transportar a los animales a otro estado.

Respuesta gubernamental coordinada. Los funcionarios de salud humana y agricultura de Finlandia se coordinaron estrechamente, allanando el camino para una respuesta rápida y eficaz. Las respuestas conjuntas reforzaron la detección, colaboraron con grupos industriales y protegieron a los trabajadores de la infección. Finlandia aprobó rápidamente una nueva legislación para garantizar que su Autoridad Alimentaria tuviera el mandato de aplicar medidas de control eficaces.

En Estados Unidos, las relaciones entre los organismos gubernamentales fueron difíciles, debido a las diferencias en las prioridades, las competencias legales, la agilidad y la política. La coordinación parece estar mejorando. Cualquier directriz del gobierno debe adaptarse a las necesidades específicas de cada comunidad; es probable que los mandatos nacionales no resulten prácticos dado el tamaño y la diversidad de nuestro país.

Tenemos mucho que aprender y no hay tiempo que perder. En primer lugar, los estados y las autoridades nacionales deben colaborar entre sí. Esto requerirá que múltiples agencias federales -incluidos CDC, USDA, APHIS- y sus homólogos estatales compartan información de forma transparente y en tiempo real entre sí y con el público. En segundo lugar, el Congreso tiene que proporcionar recursos para responder a la próxima pandemia y también para los sistemas, la mano de obra y las infraestructuras, de modo que estemos preparados para detener eventos nuevos y desconocidos antes de que se conviertan en epidemias. En tercer lugar, y quizás lo más importante, debemos establecer rápidamente relaciones con los propietarios y trabajadores de las granjas, respondiendo a sus necesidades y atendiendo a sus preguntas y preocupaciones.

No basta con que un país responda bien al H5N1. Los microbios no conocen fronteras. Todos los países —incluido Estados Unidos— deben organizar una respuesta eficaz. El último informe de mi organización Epidemias que no ocurrieron pone de relieve cómo los países con sistemas sanitarios receptivos evitaron que los brotes se convirtieran en epidemias mediante la detección precoz, una planificación cuidadosa y una actuación rápida.