(CNN) – Una mujer de doble nacionalidad ruso-estadounidense fue acusada de traición por recaudar fondos para el Ejército de Ucrania. Ahora, su juicio está por comenzar en la ciudad rusa de Ekaterimburgo.
Ksenia Karelina, de 33 años, fue detenida en Ekaterimburgo a principios de año mientras visitaba a sus abuelos. Está acusada de donar US$ 51,80 a una organización benéfica ucraniana en Estados Unidos, según su empleador, un balneario de Beverly Hills (California).
Su juicio comenzó este jueves por la mañana y se celebrará a puerta cerrada. Si es declarada culpable, se enfrenta a una pena de hasta 20 años de prisión.
Karelina, residente en Los Ángeles y bailarina aficionada nacionalizada estadounidense en 2021, entró en Rusia en enero, pero Estados Unidos no tuvo noticia de su detención hasta el 8 de febrero.
Chris Van Deerden, novio de Karelina, declaró a CNN que le había comprado billetes para visitar el país como regalo de cumpleaños. Dijo que ella estaba “orgullosa de ser rusa, y no ve las noticias. Ella no interviene con nada sobre la guerra”.
“Creo que Estados Unidos me la devolverá”, dijo Van Heerden.
El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) acusó a Karelina de participar en “acciones públicas de apoyo al régimen de Kyiv”. La organización a la que Karelina supuestamente entregó dinero, la organización sin ánimo de lucro Razom for Ukraine, con sede en Nueva York, se ha declarado “consternada” por su detención.
Karelina es uno de los varios ciudadanos estadounidenses detenidos en prisiones rusas, entre ellos periodistas y exmilitares.
La fiscalía rusa confirmó esta semana que el reportero de The Wall Street Journal Evan Gershkovich, el primer periodista estadounidense detenido por espionaje en Rusia desde la Guerra Fría, será juzgado el 26 de junio.
Su juicio también se celebrará a puerta cerrada en Ekaterimburgo, donde fue detenido hace más de un año.
En relación con el caso de Karelina, el periodista de investigación ruso Andrei Soldatov declaró a CNN que el FSB pretende “crear un banco de rehenes con pasaporte estadounidense”, que Moscú pueda utilizar “como palanca” en cualquier negociación con Washington.