(CNN) – Hoy en día, Aubrey Sauvie, una estudiante de secundaria de Tennessee de 12 años que nació sin manos, dice que puede tocar su batería tan fuerte o tan rápido como quiera.
Todo gracias al generoso regalo de un grupo de estudiantes universitarios de ingeniería que crearon un par de manos impresas en 3D para la joven músico en potencia.
Diez alumnos de la Universidad Tecnológica de Tennessee fabricaron las prótesis especiales para Aubrey –quien nació con una triple amputación congénita– como parte de una clase de dinámica de maquinaria durante el semestre de primavera.
No tiene brazos por debajo de los codos y tiene el pie izquierdo parcialmente amputado, explicó su madre, Jennifer Sauvie, a CNN.
Las nuevas prótesis han supuesto una gran diferencia para Aubrey, que empezó a tocar la batería el curso pasado por influencia de su hermana mayor, que toca la percusión.
“Antes de tenerlas, tenía que meterme las baquetas y demás en las mangas y sujetarlas en el pliegue del codo, de modo que se me salían con el tiempo dependiendo de lo fuerte que tocara o lo rápido que fuera”, explica Aubrey, que vive en Murfreesboro, Tennessee. “Pero con estas… se mantienen estables e intactas”.
Su director de banda conocía un programa de Tennessee Tech llamado Tech Engineering for Kids y se puso en contacto con Stephen Canfield, profesor de ingeniería mecánica que supervisa el programa.
Tech Engineering for Kids, que se lleva a cabo a través del curso de ingeniería de nivel junior de Canfield, implica que los estudiantes trabajen en equipos para diseñar una forma de tecnología de asistencia personalizada para un niño con necesidades particulares en la región de Middle Tennessee.
“Tengo una red de profesionales médicos, coordinadores de cuidados, terapeutas y similares que trabajan con niños con necesidades especiales en nuestra región, y me ayudan a identificar a un niño y una familia con necesidades”, explica Canfield a la CNN.
A continuación, empareja al niño con un grupo de estudiantes que diseñan el tipo de tecnología que el niño necesita, la fabrican, la prueban y la entregan a la familia a lo largo de un semestre, explica.
Sus alumnos han creado juguetes y dispositivos para niños con necesidades sensoriales, según Canfield.
Aubrey utilizó anteriormente un brazo mioeléctrico Hero impreso en 3D, dijo su madre.
“Solo tiene uno, así que no le servía para sujetar las baquetas”, explicó Jennifer Sauvie.
La diferencia de longitud cuando Aubrey utilizaba el brazo único para intentar tocar la batería también suponía un reto.
“No podía usar el brazo de Hero para tocar la batería o la percusión”, dijo Jennifer Sauvie.
Las nuevas prótesis de Aubrey son más versátiles, añade su madre.
“Las que tiene impresas ahora son para la batería y para sujetar baquetas, pero en realidad, si quisieras (que) sujetaran palos de kayak o lo que fuera, en teoría podrías simplemente imprimir diferentes puntas para ponerlas en esta misma base (de) prótesis”, dijo Jennifer Sauvie. “Es genial”.
Los estudiantes de Tennessee Tech trabajaron con Aubrey durante todo el semestre para asegurarse de que los brazos protésicos impresos en 3D le quedaran bien.
“Le enviábamos un diseño determinado a Aubrey y ella nos decía: ‘Vale, creo que está bien, pero es un poco largo, ¿podría acortarse?’ o… ‘me da un poco de calor en el brazo, ¿podrías, por ejemplo, hacerlo un poco más transpirable?’”, declaró a CNN Zak Henson, estudiante de último curso de ingeniería mecánica en la Universidad Tecnológica de Tennessee, que codirigió el proyecto.
“Así que ahora estamos tratando de pensar, ‘OK, ¿cómo podemos mantener el diseño de lo que estamos buscando y ajustarlo para satisfacer estas nuevas necesidades?’”, dijo Henson sobre el proceso.
El equipo creó unas seis iteraciones de la prótesis hasta que quedaron satisfechos con el producto final, explica Branson Blaylock, estudiante de último curso de ingeniería mecánica y director del proyecto.
Aubrey dice que no estaba segura de si las manos impresas en 3D le funcionarían, pero acabaron siendo un éxito.
“Estaba muy emocionada porque iba a poder usarlas y probarlas”, dice Aubrey, quien quiere ser ecografista cuando sea mayor.
Y añadió: “Se están convirtiendo en una herramienta muy útil y llena de recursos para ayudarme con mi batería”.
“Ella lo hace parecer fácil”
Jennifer Sauvie dice que era consciente de que Aubrey nacería con un miembro diferente cuando estaba embarazada.
“Me daba mucho miedo, por supuesto, pero si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, habría sido un embarazo mucho más feliz y alegre, porque ella no deja que nada la detenga ni se interponga en su camino”, afirma Jennifer Sauvie.
Su hija ha participado en actividades como danza, taekwondo, arte y música.
El grupo de estudiantes que trabaja estrechamente con la niña de 12 años en la toma de medidas y el ajuste de prótesis la considera una inspiración.
“Viéndola hacer cosas que yo pensaba que era imposible que pudiera hacer, es tan decidida”, dijo Micah Page, estudiante de ingeniería mecánica. “Hace que parezca fácil vivir sin manos”.
Las prótesis a medida deberían durarle a Aubrey los próximos años, antes de que se le queden pequeñas, dice Canfield”.