Pingüinos de Adelia en la isla Paulet del mar de Weddell, cerca del extremo de la península Antártica. Crédito: Wolfgang Kaehler/LightRocket vía Getty Images
Ausencia de hielo en la Antártida amenaza a la vida de los pingüinos emperador
02:00 - Fuente: CNN

(CNN) – La capa de hielo de la Antártida se está derritiendo de una forma nueva y preocupante que los modelos científicos utilizados para proyectar el aumento del nivel del mar en el futuro no han tenido en cuenta, según un nuevo estudio, lo que sugiere que las proyecciones actuales podrían estar subestimando significativamente el problema.

Científicos del British Antarctic Survey descubrieron que el agua caliente del océano se está filtrando bajo la capa de hielo en su “línea de base” —el punto en el que el hielo se eleva del lecho marino y empieza a flotar— provocando un deshielo acelerado que podría llevar a un punto de inflexión, según el informe publicado el martes en la revista Nature Geoscience.

Un punto de inflexión se refiere al umbral en el que una serie de pequeños cambios se acumulan para empujar un sistema más allá de un punto de no retorno.

El deshielo funciona así: el agua relativamente caliente del océano abre cavidades en el hielo, permitiendo que se filtre más agua, lo que provoca más deshielo y que se formen cavidades más grandes, y así sucesivamente.

Un pequeño aumento de la temperatura de los océanos puede tener un impacto muy grande en la cantidad de deshielo, según el estudio. A medida que el cambio climático calienta los océanos, el proceso se acelera.

“Se produce una especie de retroalimentación desbocada”, explica Alex Bradley, investigador de la dinámica del hielo en el BAS y autor principal del artículo. Se comporta como un punto de inflexión, dijo a CNN, “donde se puede tener un cambio muy repentino en la cantidad de fusión que está ocurriendo en estos lugares”.

Este punto de inflexión se manifestaría a través de un flujo más rápido de hielo hacia los océanos, en un proceso que actualmente no se incluye en los modelos de aumento del nivel del mar en el futuro, dijo Bradley, lo que sugiere que las “proyecciones de aumento del nivel del mar podrían ser subestimaciones significativas”, añadió.

Según el estudio, las consecuencias no se dejarían sentir inmediatamente, sino que se produciría un aumento del nivel del mar que se acumularía a lo largo de decenas y cientos de años, amenazando a las comunidades costeras de todo el mundo.

El estudio no da plazos sobre cuándo podría alcanzarse el punto de inflexión, ni cifras sobre cuánto puede aumentar el nivel del mar. Pero la región es enormemente importante: la capa de hielo de la Antártida ya desprende una media de 150.000 millones de toneladas métricas de hielo al año y, en su totalidad, contiene agua suficiente para elevar el nivel del mar en unos 58 metros.

Icebergs en la Antártida el 8 de febrero de 2024. Numerosas investigaciones han analizado la vulnerabilidad de este vasto continente a los impactos de la crisis climática.

El estudio no es el primero en señalar la vulnerabilidad de la Antártida a la crisis climática. Numerosas investigaciones apuntan a la vulnerabilidad de la Antártida Occidental en particular, sobre todo del glaciar Thwaites, conocido como el glaciar del juicio final por el impacto catastrófico que podría tener en la subida del nivel del mar.

Pero lo que sorprendió a Bradley de este estudio, que utilizó modelos climáticos para comprender cómo este mecanismo de deshielo podría afectar a toda la capa de hielo, es que algunos de los glaciares más vulnerables eran los de la Antártida Oriental.

Es necesario más análisis de los procesos en la Antártida, dicen científicos

Eric Rignot, profesor de Ciencias del Sistema Terrestre en la Universidad de California en Irvine, que no participó en la investigación, dijo a CNN que el estudio “anima a examinar más de cerca los procesos físicos que tienen lugar en las zonas de encallamiento”.

“Pero se trata de una región muy compleja y poco observada, por lo que se necesitan muchas más investigaciones y observaciones sobre el terreno”, advirtió, entre ellas establecer qué procesos controlan la intrusión de agua oceánica bajo el hielo y cómo afecta esto exactamente al deshielo.

Investigaciones recientes realizadas en la Antártida Occidental han revelado que el deshielo en la base de los glaciares es menor de lo esperado, ya que está siendo suprimido por una capa de agua más fría y fresca, aunque los científicos siguen constatando un rápido retroceso.

Ted Scambos, glaciólogo de la Universidad de Colorado en Boulder, afirmó que el nuevo modelo desarrollado por los científicos del BAS “es potencialmente muy importante”, pero debe analizarse junto con otros descubrimientos más recientes, como los mecanismos de fusión del hielo y el impacto de las mareas en el bombeo de agua marina bajo el hielo.

Bradley confía en que el estudio dé pie a nuevas investigaciones sobre las regiones más expuestas al riesgo e impulse políticas para hacer frente a la crisis climática. “Con cada pequeño aumento de la temperatura oceánica, con cada pequeño aumento del cambio climático, nos acercamos más a estos puntos de inflexión”, afirmó.