(CNN Español) – El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue condenado a 45 años de cárcel por cargos de narcotráfico, de acuerdo con el fallo dado a conocer este miércoles por una corte de Nueva York.
Hernández, quien gobernó al país centroamericano entre 2014 y 2022, fue declarado culpable en marzo de todos los cargos presentados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos: conspiración para importar cocaína a Estados Unidos, conspiración para poseer armas de fuego y dispositivos destructivos para el narcotráfico, y posesión de ese tipo de armamento durante la conspiración de narcotráfico.
El exmandatario rechazó todos los cargos y compareció durante el juicio como parte de su defensa. Durante la audiencia de su sentencia el miércoles, Hernández nuevamente defendió su inocencia y dijo que fue acusado de manera “injusta e indebida”.
Un día antes del inicio del juicio en Estados Unidos por cargos de narcotráfico, el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández mantenía su inocencia.
En una carta dirigida al pueblo hondureño supuestamente escrita por Hernández y publicada en la red social X (antes Twitter) por su esposa, Ana García de Hernández, el exmandatario volvió a negar los cargos en su contra.
“Esas acusaciones son falsas e injustas, llenas de mentiras construidas de manera novelesca”, dice la misiva, en la que Hernández promete defenderse y luchar por su libertad. Desde su extradición en abril de 2022, Hernández ha estado recluido en una cárcel de máxima seguridad en Brooklyn, Nueva York.
CNN intentó comunicarse con los abogados de Hernández para verificar la autenticidad de la carta, pero hasta el momento no ha obtenido respuesta.
A finales de febrero se conformó un jurado que evaluó las pruebas en su contra y decidió finalmente sobre la culpabilidad de quien fuera considerado uno de los principales aliados de Estados Unidos en la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado.
¿Quién es Juan Orlando Hernández?
Juan Orlando Hernández, o JOH como es popularmente conocido, fue presidente de Honduras entre 2012 y 2022, durante dos mandatos. En su gestión, mantuvo fuertes vínculos con Estados Unidos, en medio de políticas cooperación en campos como narcotráfico, delincuencia y seguridad, e inmigración.
Los expresidentes Barack Obama y Donald Trump elogiaron en diversas ocasiones los logros del gobierno de Hernández, como la firma de un acuerdo anticorrupción con la Organización de los Estados Americanos (OEA) en 2016 y el acuerdo entre ambos países sobre los solicitantes de asilo ratificado en 2019.
Al mismo tiempo, sin embargo, las autoridades estadounidenses empezaban a construir un caso contra Hernández por supuestamente utilizar su cargo público para apoyar a organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares.
Documentos de un tribunal estadounidense indican que el entonces presidente estaba siendo investigado por la DEA desde al menos 2013, un caso que el propio Hernández confirmó mediante un comunicado en 2019.
El expresidente finalmente fue extraditado a Estados Unidos en abril de 2022, apenas tres meses después de dejar el cargo, para enfrentar cargos de narcotráfico y posesión de armas.
Hernández ha rechazado las acusaciones y ha declarado inocente de todos los cargos, alegando que se basan en declaraciones de individuos a los cuales su gobierno ayudó a detener y enviar presos a Estados Unidos.
¿De qué lo acusan?
El Departamento de Justicia de EE.UU. presentó tres cargos contra el exmandatario: conspiración para importar cocaína a Estados Unidos, conspiración para poseer armas de fuego y dispositivos destructivos para el narcotráfico, y posesión de ese tipo de armamento durante la conspiración de narcotráfico.
Según la tesis de los fiscales estadounidenses, Hernández, junto a otros coacusados, incluidos miembros de su familia y colaboradores cercanos, participó por años en “una conspiración de narcotráfico corrupta y violenta para facilitar la importación de cientos de miles de kilogramos de cocaína a Estados Unidos”.
El Departamento de Justicia sostiene que el exmandatario presuntamente recibió millones de dólares en sobornos para “utilizar su cargo público, las fuerzas del orden y el ejército para apoyar a organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares”.
“Hernández abusó de su posición como presidente de Honduras desde 2014 hasta 2022 para operar el país como un narcoestado”, dijo el secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, cuando se dio a conocer la acusación.
¿Cómo fue el juicio en su contra?
Tras varios cambios de fecha, el juicio comenzó el martes 20 de febrero con la selección del jurado, que estuvo compuesto por 12 miembros principales y un número de suplentes determinado por el juez.
Luego, la fiscalía y la defensa dieron sus argumentos iniciales seguido por la presentación de los testigos. Los fiscales indicaron entonces que planeaban llamar a varios testigos colaboradores.
Aunque sus nombres fueron revelados públicamente previo al inicio del juicio, se especulaba que entre ellos estaría Fabio Lobo, hijo del expresidente de Honduras Porfirio Lobo, quien fue sentenciado en 2017 a 24 años de cárcel en Estados Unidos por delitos de narcotráfico.
En una moción presentada ante la corte, Renato Stabile, uno de los abogados de Hernández, le pidió al juez Kevin Castel aplazar el juicio entre 90 y 180 días en parte porque algunos de los testigos que declararían a favor del expresidente tenían problemas con visas para viajar a Nueva York, pero la petición fue denegada.
¿Cuál será su condena?
Tras ser hallado culpable, Hernández fue sentenciado a 45 años de cárcel por cargos de narcotráfico, de acuerdo con el fallo dado a conocer este miércoles por una corte de Nueva York.
El juez del caso, Kevin Castel, aprobó además el decomiso de bienes del expresidente. Hernández además deberá de pagar una multa de US$ 8 millones, de acuerdo con el fallo de la corte.
¿Qué pasó con los otros acusados?
Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, exjefe de la Policía Nacional de Honduras, y Mauricio Hernández Pineda, exfuncionario policial y primo del expresidente, quienes estaban vinculados al mismo caso, optaron a inicios de febrero por ser juzgados por separado y se declararon culpables del delito de conspiración para importar cocaína al país, según registros judiciales.
Sus abogados dijeron entonces a CNN que las declaratorias de culpabilidad habían sido parte de un acuerdo para que los fiscales pidieran condenas reducidas, pero que no incluía declarar en contra del exmandatario.
Otro personaje vinculado a la misma trama de narcotráfico, Juan Antonio “Tony” Hernández, hermano del exmandatario, fue sentenciado en 2021 a cadena perpetua en Estados Unidos por delitos relacionados con drogas y manejo de armas.