El impacto de un meteoroide en Marte formó cráteres marcianos, que se ven en azul, el 5 de septiembre de 2021. La misión InSight de la NASA detectó los impactos y la sonda Mars Reconnaissance Orbiter tomó imágenes de los cráteres. NASA/JPL-Caltech/Universidad de Arizona

(CNN) – Cientos de rocas espaciales del tamaño de una pelota de baloncesto chocan contra Marte cada año, dejan tras de sí cráteres de impacto y provocan estruendos en todo el planeta rojo, según una nueva investigación.

Los planificadores de misiones podrían utilizar estas revelaciones, registradas en los datos recogidos por una misión de la NASA ya retirada, para determinar dónde aterrizar futuras misiones robóticas y tripulaciones de astronautas en el planeta rojo.

La misión InSight de la NASA terminó cuando el módulo de aterrizaje estacionario perdió la batalla contra una acumulación de polvo marciano en sus paneles solares en diciembre de 2022, pero la gran cantidad de datos que recogió la nave espacial sigue alimentando nuevas investigaciones.

El módulo de aterrizaje llevó el primer sismómetro a Marte, y el sensible instrumento fue capaz de detectar ondas sísmicas que se produjeron a miles de kilómetros de la ubicación de InSight en Elysium Planitia, una llanura suave justo al norte del ecuador del planeta.

Durante su estancia en Marte, InSight utilizó su sismómetro para detectar más de 1.300 sismos, que se producen cuando el subsuelo marciano se agrieta debido a la presión y el calor.

Pero InSight también captó pruebas de meteoroides al chocar contra Marte.

Según la NASA, los meteoroides son rocas espaciales que se desprenden de cuerpos rocosos más grandes y cuyo tamaño oscila entre granos de polvo y pequeños asteroides. Conocidos como meteoroides cuando aún están en el espacio, se denominan meteoros cuando atraviesan la atmósfera de la Tierra u otros planetas.

La sonda Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA captó una imagen del impacto de un meteoroide que posteriormente se asoció a un evento sísmico detectado por el módulo de aterrizaje InSight de la agencia.Este cráter se formó el 27 de mayo de 2020.NASA/JPL-Caltech/Universidad de Arizona

Los científicos se han preguntado por qué no se detectaron más impactos en Marte, ya que el planeta está situado junto al cinturón principal de asteroides de nuestro sistema solar, de donde salen muchas rocas espaciales para chocar contra la superficie marciana. La atmósfera marciana solo tiene un 1% del espesor de la atmósfera terrestre, lo que significa que más meteoroides la atraviesan sin desintegrarse.

Un meteoroide chocó contra la atmósfera marciana el 5 de septiembre de 2021 y luego explotó en al menos tres fragmentos, cada uno de los cuales dejó tras de sí un cráter en la superficie del planeta rojo. Y era solo el principio.

En busca de nuevos cráteres

Desde 2021, los investigadores han estudiado minuciosamente los datos de InSight y han determinado que las rocas espaciales bombardean Marte con más frecuencia de lo que se pensaba, tanto como de dos a diez veces más que las estimaciones anteriores, según un nuevo estudio publicado este viernes en la revista Science Advances.

“Es posible que Marte sea más activo geológicamente de lo que pensábamos, lo que tiene implicaciones para la edad y la evolución de la superficie del planeta”, dijo la autora principal del estudio Ingrid Daubar, profesora asociada de Ciencias de la Tierra, Medio Ambiente y Planetarias en la Universidad Brown, en un comunicado. “Nuestros resultados se basan en un pequeño número de ejemplos de los que disponemos, pero la estimación de la tasa de impacto actual sugiere que el planeta está siendo golpeado con mucha más frecuencia de lo que podemos ver utilizando sólo imágenes”.

El equipo identificó ocho nuevos cráteres de impacto creados por meteoroides a partir de los datos de InSight que los orbitadores que rodean el planeta no habían detectado anteriormente. Según el estudio, seis de los cráteres se encontraban cerca del lugar de aterrizaje de InSight, y dos de los impactos distantes eran de los mayores detectados por los científicos que observan el planeta rojo.

Cada uno de los dos grandes impactos dejó cráteres del tamaño de un campo de fútbol y se produjeron con 97 días de diferencia.

El orbitador detectó el impacto de un meteoroide el 18 de febrero de 2021.InSight rastreó una señal sísmica del evento.NASA/JPL-Caltech/Universidad de Arizona

“Esperaríamos que un impacto de este tamaño se produjera una vez cada dos décadas, o incluso una vez en la vida, pero aquí tenemos dos impactos con una diferencia de 90 días”, explica Daubar. “Podría tratarse de una loca coincidencia, pero hay muy pocas probabilidades de que lo sea. Lo más probable es que los dos grandes impactos estén relacionados o que la tasa de impactos en Marte sea mucho mayor de lo que pensábamos”.

El equipo comparó los datos recogidos por InSight con los tomados por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA para determinar dónde se produjeron los impactos. Las imágenes del antes y el después permitieron al equipo confirmar ocho de los cráteres. Es posible que InSight haya registrado más impactos durante su misión, por lo que el equipo tiene previsto seguir analizando los datos y buscando pruebas orbitales de nuevos cráteres.

“Los impactos planetarios se producen constantemente en todo el sistema solar”, explica Daubar. “Nos interesa estudiarlo en Marte porque así podemos comparar y contrastar lo que ocurre en Marte con lo que ocurre en la Tierra. Esto es importante para comprender nuestro sistema solar, lo que hay en él y cómo es la población de cuerpos que impactan en nuestro sistema solar, tanto como peligros para la Tierra como históricamente para otros planetas.”

Siguiendo las señales sísmicas

Un artículo complementario, publicado el viernes en la revista Nature Communications, también exploró los eventos sísmicos registrados por InSight para determinar qué meteoroides del tamaño de una pelota de baloncesto chocan contra Marte casi a diario.

Según el estudio, entre 280 y 360 meteoroides golpean el planeta rojo cada año y forman cráteres de impacto de más de 8 metros de diámetro. Los cráteres más grandes, de 30 metros, se producen aproximadamente una vez al mes, según los autores del estudio. “Esta tasa es unas cinco veces superior a la estimada únicamente a partir de imágenes orbitales”, declaró en un comunicado la Dra. Géraldine Zenhäusern, coautora principal del estudio y catedrática de Sismología y Geodinámica de la ETH Zürich (Suiza). “Alineados con las imágenes orbitales, nuestros hallazgos demuestran que la sismología es una herramienta excelente para medir las tasas de impacto”.

Mediante el análisis de los eventos sísmicos rastreados hasta los meteoroides, el equipo ha identificado unos 80 sismos registrados por InSight que podrían haber sido causados por impactos. Los sismos debidos a impactos de meteoroides se producen con mayor frecuencia y tienen menor duración que otros sismos causados por actividad subterránea.

Los datos de InSight se cotejaron con fotos de orbitadores, como ésta de un cráter de impacto creado el 30 de agosto de 2021, para precisar cuándo y dónde se producen los impactos de meteoroides en el planeta rojo. NASA/JPL-Caltech/Universidad de Arizona

“Aunque los nuevos cráteres se pueden ver mejor en terrenos llanos y polvorientos, donde realmente destacan, este tipo de terreno cubre menos de la mitad de la superficie de Marte”, dijo Zenhäusern. “Sin embargo, el sensible sismómetro de InSight pudo escuchar todos y cada uno de los impactos dentro del alcance del módulo de aterrizaje”.

Según los investigadores, los datos sísmicos de los más mínimos movimientos del suelo marciano podrían ser la forma más directa de comprender cuántos impactos se producen en Marte.”Mediante el uso de datos sísmicos para comprender mejor la frecuencia con la que los meteoritos golpean Marte y cómo estos impactos cambian su superficie, podemos empezar a reconstruir una línea de tiempo de la historia geológica y la evolución del planeta rojo”, dijo la coautora del estudio, la Dra. Natalia Wojcicka, investigadora asociada en el departamento de Ciencias de la Tierra e Ingeniería del Imperial College de Londres, en un comunicado. “Podría considerarse una especie de ‘reloj cósmico’ que nos ayudaría a datar las superficies marcianas y, tal vez, más adelante, otros planetas del Sistema Solar”.