(CNN Español) – Después de batallar durante casi seis meses, el gobierno argentino consiguió que el Congreso sancionara en la madrugada de este viernes las primeras normas desde la asunción de Javier Milei: la denominada Ley Bases y un paquete de reformas fiscales.
Con esto, el presidente sostuvo que ha terminado una primera etapa de su administración y que se viene una segunda fase que incluirá más reformas, un cambio de régimen monetario y un fuerte crecimiento de la economía. Tal es la confianza que tiene en su proyecto y sus iniciativas que, durante su viaje por la República Checa a principios de esta semana, aseguró que está reescribiendo junto a su equipo gran parte de la teoría económica. “Si nos termina de salir bien, probablemente me den el Nobel de Economía”, dijo.
Sucede que ante los deseos y las visiones del presidente se interpone una realidad que hasta ahora no parece ir en esa dirección. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicó este viernes el Estimador mensual de actividad económica (EMAE) de abril, que da cuenta de una caída de la actividad de 1,7% con respecto al mismo mes del año pasado, así como también una merma de 0,1% en la comparación con marzo. Esto significa que la economía no ha encontrado su piso, sino que sigue cayendo, al menos hasta abril. El gobierno confía en que la economía ya está rebotando, pero habrá que esperar a que se conozcan las estadísticas de mayo y junio para certificarlo. Lo que sí se puede afirmar es que las retracciones de abril han sido más suaves que las observadas en marzo. El EMAE de ese mes arrojó una contracción del 8,4% contra marzo de 2023 y una baja de 1,4% en relación con febrero.
Pero esto no es todo: el lunes pasado, el Indec difundió su informe de avance del nivel de actividad, correspondiente al primer trimestre de 2024. Ese indicador revela que la economía argentina cayó 5,1% interanual y 2,6% en el balance desestacionalizado respecto al trimestre anterior.
La mayoría de los analistas consideran aún más significativos estos últimos datos, porque en economía suele entenderse como más importante la comparación interanual de estadísticas, que los rendimientos mensuales, muchas veces inducidos por la estacionalidad. “Si algún dato del corto plazo hay que tomar para hacer una evaluación, es la comparación interanual. En términos objetivos, esa es la medición que hay que hacer”, asegura el economista independiente, Hugo Vasques, que además sostiene que el cotejo con el mismo mes del año anterior refleja un panorama más amplio y certero, que cualquier cambio estacional de un mes para otro, sin descuidar que la base de comparación siempre es un dato fundamental, porque una reanimación leve puede ser el resultado de una caída abrupta previa. Para el caso, el economista y periodista de El Cronista, Mariano Gorodisch, asegura que “no podés comparar febrero contra marzo, porque febrero (en Argentina) siempre es un mes muerto y marzo, uno bueno”.
La reacción del presidente
Entrevistado por el canal La Nación +, Milei aseguró que, si se mira el contexto y la dimensión de la crisis, la caída de 5,1% es un logro enorme. Ponderó que la economía se está moviendo en sectores particulares, aunque no llega a ampliarse al conjunto del aparato productivo. Frente a esto, el presidente comprende el desbalance, pero asegura que si el despegue no se produce en todos los ámbitos es algo natural, porque “la vida es así”. Subraya de todas maneras que hay fundamentos para que se produzca una recuperación sólida, con una mejora del empleo, de los salarios, de las jubilaciones, con tasas de interés más bajas y con más crédito e inversiones.
Pronóstico del Banco Mundial
Más allá de las estadísticas locales y las especulaciones sobre lo que puede suceder con la economía argentina, existen reportes que pronostican una profundización de la crisis en lo que queda del año. En su último informe sobre perspectivas económicas mundiales, el Banco Mundial sostiene que la economía del país se contraerá 3,5% en 2024. Este pronóstico es superior al 2,8% de retracción que la misma entidad difundió durante su penúltima estimación.
A favor de la teoría del gobierno, el banco asegura que la economía se recuperará, pero que ello empezará a ocurrir el año que viene, con un crecimiento del orden del 5% y un 4,5% para 2026, porcentajes que quizá no alcancen para que el mandatario sea distinguido con un Premio Nobel, pero que al menos representarían un alivio para los argentinos en el mediano plazo.