(CNN) – Las mariposas dama pintada o vanesa de los cardos se aventuran muy lejos con sus impresionantes patrones migratorios que se extienden por miles de kilómetros, pero a menudo viajan a través de la tierra para poder detenerse a descansar.
Los científicos ahora encontraron evidencia de que un grupo de viajeras aladas voló más de 4.200 kilómetros (unas 2.600 millas) a través del océano Atlántico sin detenerse, según un nuevo estudio publicado el 25 de junio en la revista Nature Communications.
El hallazgo le pone fin a un misterio de una década que comenzó cuando el entomólogo y autor principal del estudio, el Dr. Gerard Talavera, se encontró con alrededor de 10 mariposas dama pintada americana, conocidas por el nombre científico Vanessa cardui, en una playa de la Guayana Francesa en octubre de 2013. Los insectos, que no suelen encontrarse en América del Sur, estaban desgastados y tenían agujeros y rasgaduras en las alas.
“Se veían exhaustas. Ni siquiera podían volar mucho; en lugar de volar, saltaban”, dijo Talavera, investigador principal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el Instituto Botánico de Barcelona. “La única explicación que se me ocurrió fue que eran migrantes de larga distancia”.
Pero cruzar un océano entero era algo inaudito para las mariposas, incluso para unas tan mundanas como las damas pintadas. Talavera, junto con sus colegas, tuvo que descartar algunos factores antes de concluir que estas mariposas lograron lo que antes se creía imposible.
¿Qué tan lejos puede volar una mariposa?
Un estudio de octubre de 2016 del que fue coautor Talavera descubrió que las damas pintadas de Europa migran grandes distancias de alrededor de 4000 kilómetros (unas 2500 millas) hasta el África subsahariana, y se enfrentan a obstáculos como el mar Mediterráneo y el desierto del Sahara. Pero aun así, las mariposas permanecen principalmente sobre tierra donde pueden “detenerse y reabastecerse, alimentarse de flores y luego obtener energía para seguir adelante”, dijo Talavera.
Cruzar el Atlántico le tomaría a una mariposa dama pintada entre cinco y ocho días, ya que depende de diferentes variables, según el nuevo estudio.
Sustentado en los análisis de las limitaciones energéticas, los investigadores concluyeron que las mariposas podían volar un máximo de 780 kilómetros (485 millas) sin detenerse, pero las condiciones favorables del viento fueron las que les permitieron completar el largo viaje, dijo Talavera.
“Esto es en realidad una especie de récord para un insecto, especialmente para una mariposa, realizar un vuelo tan largo sin posibilidad de detenerse”, dijo Talavera, quien también lidera el Proyecto Mundial de Migración de la Dama Pintada, un proyecto de ciencia ciudadana global que rastrea las rutas migratorias de los insectos.
Hubo otros casos en los que los expertos sospechan que las mariposas y otros insectos migratorios viajan distancias más largas de lo habitual y aparecen en barcos, islas remotas o países donde no se los suele encontrar, dijo Talavera.
Los investigadores creen que estas mariposas participaron en su migración anual hacia el sur desde Europa, pero se perdieron cuando el viento las arrastró hacia el océano, agregó. Es probable que luego las mariposas resistieran los vientos alisios, que soplan de este a oeste cerca del ecuador, hasta que llegaron a tierra en América del Sur.
“Quedar suspendido en la columna de aire a la altura justa para aprovechar los vientos alisios es algo realmente extraordinario”, dijo el Dr. Floyd Shockley, director de colecciones del departamento de entomología del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano en Washington, quien no participó en el nuevo estudio. “Esto nos lleva a preguntarnos si lo hicieron durante mucho tiempo y nunca lo documentamos porque no lo buscábamos en Sudamérica”.
El descubrimiento de alrededor de 10 mariposas fuera de lugar, en comparación con alguna mariposa única descubierta ocasionalmente que probablemente quedó atrapada en las tormentas, podría ser evidencia suficiente de que este fue un evento migratorio coordinado para el grupo de insectos, dijo Shockley.
Seguir el rastro de una mariposa
Los investigadores tomaron algunas medidas cruciales para confirmar que estas mariposas fuera de lugar realmente viajaron a través del océano.
En primer lugar, para descartar que los insectos no viajaran por tierra desde Norteamérica, los investigadores analizaron su ADN y descubrieron que coincidía con el de las poblaciones euroafricanas. A continuación, el equipo utilizó una técnica conocida como rastreo de isótopos que examina la composición de las alas de las mariposas en busca de evidencias de los tipos de plantas que comían cuando eran orugas, dijo la coautora del estudio, la Dra. Megan Reich, becaria postdoctoral en la Universidad de Ottawa en Ontario. Mediante este método, los científicos concluyeron que el lugar de nacimiento de las mariposas estaba en Europa occidental, el norte de África o África occidental, agregó.
Pero la verdadera clave para encontrar la ruta que tomaron las mariposas fue un método descrito por primera vez en un estudio de septiembre de 2018 dirigido por Talavera que descubrió que el polen adherido a las mariposas puede indicar su viaje migratorio a través de las plantas de las que se alimentaron. Las mariposas avistadas en octubre de 2013 tenían el polen de dos plantas de África occidental, Guiera senegalensis y Ziziphus spina-christi. Los arbustos tropicales florecen durante agosto y noviembre, según el estudio, y esta temporada de floración se alinea con la cronología de las mariposas que Talavera descubrió en Sudamérica.
Además, un análisis de los datos meteorológicos de 48 horas antes del descubrimiento de las mariposas varadas había demostrado ser “excepcionalmente favorable para que las mariposas se dispersaran a través del Atlántico desde África occidental”, señalaron los autores en el estudio.
Si los insectos viajaron desde su probable lugar de nacimiento, Europa, hasta África y Sudamérica, el viaje de las mariposas podría haber sido de 7.000 kilómetros (4.350 millas) o más.
“Mucha gente piensa que las mariposas son criaturas muy frágiles. Creo que esto demuestra lo fuertes y resistentes que son y que no se deben subestimar los increíbles viajes que emprenden”, afirmó Reich.
Los investigadores esperan utilizar las mismas técnicas para investigar los patrones de migración de otras especies de mariposas, añadió.
“Este es solo el primer paso de un largo proceso para intentar entender por qué y cómo ocurrió esto”, dijo Shockley.
Si investigaciones futuras descubren que el viaje de las mariposas es probablemente un patrón migratorio regular, será una de las migraciones de insectos más largas del mundo, añadió.