(CNN) – La mayor pregunta ahora que la Corte Suprema decidió que Donald Trump tiene derecho a cierta inmunidad judicial: ¿Qué sucede ahora en el caso de interferencia electoral del fiscal especial Jack Smith contra el expresidente?
Suponiendo que Smith siga adelante, es probable que los argumentos escritos e incluso los procedimientos con testimonios de testigos y pruebas sean los siguientes ante la jueza de distrito estadounidense Tanya Chutkan en Washington.
La oficina del fiscal especial aún no ha respondido públicamente a la decisión, y por el momento no hay nada en el sumario de Chutkan que indique qué pasos se darán en el tribunal.
Lo más probable es que se produzcan en los días siguientes a que la Corte Suprema transmita formalmente el dictamen a los tribunales federales de Washington. El mecanismo para devolver un caso suele tardar hasta un mes, pero el alto tribunal podría actuar con mayor rapidez, sobre todo si una de las partes lo solicita.
Una vez que Chutkan resuelva las cuestiones jurídicas, es posible que más recursos vuelvan a poner el caso en suspenso. Por eso es poco probable que Trump llegue a juicio este año, si acaso. Pero los tribunales pueden ser difíciles de predecir.
En qué es inmune Trump y en qué no
La Corte Suprema puso un conjunto de acusaciones contra Trump, con respecto a sus esfuerzos y los de sus aliados para armar el Departamento de Justicia, en la categoría de inmunidad absoluta.
Para las otras categorías de acusaciones, la opinión mayoritaria del presidente de la Corte Suprema, John Roberts, dijo que los tribunales inferiores tendrán que pasar por un proceso de análisis de “hechos específicos” y tal vez “desafiante”.
La Corte Suprema dijo que la campaña de presión de Trump sobre el vicepresidente Mike Pence para ayudarle a anular las elecciones es “presuntamente” inmune, y puso la carga sobre los fiscales para refutar la presunta inmunidad.
En cuanto a los esfuerzos de Trump a nivel estatal para anular los resultados, incluyendo el esquema de electores falsos, el alto tribunal dijo a los tribunales inferiores que analizaran qué de esa conducta era un acto oficial y qué no lo era.
Roberts dijo que ese análisis requerirá una “evaluación de numerosas presuntas interacciones con una amplia variedad de funcionarios estatales y personas privadas”.
Los tribunales inferiores también tendrán que analizar qué conducta fue un acto presidencial oficial en lo que respecta al comportamiento de Trump relacionado con el 6 de enero y sus comentarios que incitaron a los disturbios en el Capitolio. Roberts dijo que los tribunales inferiores pueden tener que mirar “qué más se dijo al mismo tiempo que las comunicaciones extraídas, o quién estuvo involucrado en la transmisión de las comunicaciones electrónicas y en la organización del mitin” para decidir cuáles de esas comunicaciones están amparadas por la inmunidad.
Si Chutkan se pronuncia sobre qué es un acto oficial y qué no lo es, es posible que Trump apele esas sentencias ante el tribunal del Circuito de Washington y, en última instancia, ante la Corte Suprema.
La sentencia de la Corte Suprema sugiere claramente que esas apelaciones tendrían que resolverse antes del juicio, por lo que es poco probable que este caso llegue a un jurado antes de que los estadounidenses voten para elegir presidente.
Las opciones de Jack Smith de cara al futuro
También es posible que la oficina de Smith reduzca su caso para ajustarlo a la opinión de la Corte Suprema. Eso podría significar recortar algunas partes de lo que quieren presentar al jurado, o incluso volver a presentar la acusación contra Trump para que no alegue violaciones relacionadas con el trabajo oficial de la presidencia.
La fiscalía especial también tendrá que lidiar con la decisión de la Corte Suprema de eliminar cualquier prueba de ese caso que pudiera ser una acción oficial del presidente, lo que supondría otro obstáculo para el desarrollo del caso.
Sin embargo, con Chutkan, el calendario podría avanzar rápidamente, incluso en unas pocas semanas para las sesiones informativas y las audiencias.