(CNN) – Mientras los ciudadanos franceses se preparan para votar en las elecciones parlamentarias de segunda vuelta del domingo, cientos de contendientes se retiraron, en un esfuerzo por bloquear al partido de extrema derecha de las puertas del poder.
Más de 200 candidatos del partido centrista del presidente Emmanuel Macron y de la alianza de izquierdas renunciaron a sus candidaturas para evitar una división del voto. Dejaron de lado sus diferencias con un objetivo en mente: mantener a la extrema derecha lejos de los 289 escaños necesarios para una mayoría absoluta que actualmente está a su alcance.
Este domingo, los franceses situaron en primer lugar al partido antiinmigración Agrupación Nacional (RN) y sus aliados, mientras que el campo centrista de Macron quedó en tercer lugar, detrás del bloque de izquierda.
Después de la primera vuelta en distritos electorales donde ningún candidato ganó directamente, una cantidad sin precedentes de escaños –más de 300– se repartieron para una segunda vuelta entre tres candidatos que favorecía al RN. Este martes, cuando se venció el plazo para retirarse, quedaban menos de 100, después de que candidatos centristas e izquierdistas abandonaran estratégicamente algunos escaños.
Esta táctica podría impedir que algunos candidatos de RN ganen, según el analista Antoine Bristielle.
“La principal probabilidad era una mayoría absoluta para Agrupación Nacional, pero ahora con todas las retiradas, creo que eso es poco probable”, dijo Bristielle.
En un intento por negarle al RN la mayoría, el NFP –una coalición de izquierda que quiere reducir la edad de jubilación y aumentarles los impuestos a los ricos– prometió retirar a todos sus candidatos que quedaron en tercer lugar en la primera vuelta.
Leslie Mortreux, candidata al NFP y única candidata transgénero declarada públicamente, se hizo a un lado para darle al ministro del Interior de derecha, Gérald Darmanin, una mejor oportunidad de derrotar a su rival del RN en un distrito electoral del norte.
Los aliados de la alianza de Macron también pidieron a sus partidarios que impidan que la extrema derecha asuma el cargo, pero algunos advirtieron contra prestar sus votos al izquierdista Partido France Unbowed, un partido dentro del NFP.
El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, provocó la ira de la izquierda este martes cuando dijo que ningún voto debería ir a la extrema derecha, pero agregó que él personalmente tampoco votaría a la extrema izquierda.
En un distrito electoral del sur, una ministra del Gobierno inicialmente se negó a ayudar a un candidato del NFP, tras argumentar que no quería que sus votantes tuvieran que elegir entre dos extremos.
Al día siguiente, tuiteó que se retiraba tras la presión del presidente y el primer ministro.
En más de 80 contiendas de tres candidatos, los aspirantes centristas de Macron abandonaron sus candidaturas en favor de candidatos del izquierdista NFP, pero muchos no llegaron a alentar a sus partidarios a votar por un oponente de izquierda.
“Tomé la difícil decisión de retirarme (…) y dejo que mis votantes se posicionen contra la extrema derecha o la extrema izquierda”, dijo Samuel Deguara, candidato del bando de Macron, después de retirarse.
Mientras tanto, la decana de extrema derecha Marine Le Pen condenó la negociación política.
“El acto de retirarse y dar instrucciones de voto muestra el peor desprecio por los votantes”, dijo Le Pen este martes.
Incluso antes de las retiradas de los candidatos, las proyecciones habían sugerido que después de la segunda vuelta de votación el próximo domingo, el RN probablemente no alcanzaría la mayoría absoluta y ganaría entre 230 y 280 escaños en la cámara baja de 577 bancas.
En discursos antes de la primera vuelta, el líder del Agrupamiento Nacional, Jordan Bardella, dijo que se negaría a gobernar un gobierno minoritario, en el que el RN requeriría los votos de los aliados para aprobar leyes.
Si el RN no logra la mayoría absoluta y Bardella se mantiene fiel a su palabra, Macron podría entonces tener que buscar un primer ministro en la izquierda, o en algún otro lugar.
Y si sucede lo impensable para Macron y el RN consigue la mayoría absoluta, se convertirá en el primer partido de extrema derecha en entrar al gobierno francés desde la Segunda Guerra Mundial.