(CNN Español) – Un ciclón tropical es el fenómeno meteorológico que se forma sobre aguas tropicales y que se caracteriza por su actividad de tormentas y sus vientos cerrados alrededor de su centro (comúnmente llamado “ojo”), según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
De acuerdo con la velocidad que tengan los vientos alrededor de su centro, es posible denominar al ciclón tropical de tres maneras:
- Depresión tropical: vientos máximos sostenidos menores a 63 kilómetros por hora (km/h).
- Tormenta tropical: vientos máximos sostenidos de 63 a 118 km/h.
- Huracán: vientos máximos sostenidos de 118 km/h en adelante.
Por tanto, el huracán es la fase más peligrosa y destructiva de un ciclón tropical. Mientras más se acerca a un lugar, los vientos y las lluvias de ese huracán se vuelven cada vez más fuertes.
Sin embargo, en un momento dado, los monstruosos vientos y la lluvia se calman. ¿Qué significa esto? Que el centro del huracán, el ojo, llegó a la línea de costa del lugar que está impactando. En otras palabras, el huracán toca tierra.
Para que entiendas esto mejor, aquí te decimos lo que normalmente pasa con un huracán categoría 2 (vientos de 153 a 178 km/h) antes, durante y después de que toca tierra, según datos de la NOAA.
Esto es lo que pasa cuando un huracán toca tierra
12 horas antes de tocar tierra
En este momento, los efectos del huracán categoría 2 son muy notorios y sumamente peligrosos.
Las lluvias son frecuentes y los vientos ya alcanzan la fuerza de huracán, es decir, los 118 km/h.
“Pequeños objetos sueltos están volando por el aire y las ramas son arrancadas de los árboles. El mar avanza con cada ola de tormenta que cae a tierra y la superficie se cubre de rayas blancas y parches de espuma”, indica la NOAA.
6 horas antes de la llegada a tierra
Las lluvias ya no cesan y los vientos ahora soplan a una velocidad de 148 km/h.
“La marejada ciclónica ha avanzado por encima de la marca de marea alta. Es imposible permanecer de pie en el exterior sin sujetarse, y los objetos pesados como cocos y láminas de madera contrachapada se convierten en misiles aéreos”, advierte la agencia estadounidense.
Recordemos que la marejada ciclónica es el aumento anormal del agua por encima de la marea pronosticada debido a los efectos de un ciclón tropical, en este caso un huracán.
Esto es importante porque, contrario a lo que se pueda pensar, los vientos no son lo más peligroso de un huracán: “El riesgo más grande para la vida en realidad viene del agua, en forma de marejada ciclónica”, según menciona la NOAA en el siguiente video, en el que puedes ver cómo afecta esta marejada.
1 hora antes de la llegada a tierra
Las lluvias son más fuertes todavía, se convierten en precipitaciones torrenciales. Los vientos soplan a una velocidad de 167 km/h.
“Las zonas bajas del interior (de la costa) se inundan por la lluvia (…). El mar es blanco con espuma y rayas. La marejada ciclónica ha cubierto las carreteras costeras y las olas de 5 metros se estrellan contra los edificios cercanos a la orilla”, señala la NOAA.
El huracán toca tierra finalmente
Como mencionamos, un huracán toca tierra cuando el ojo toca la primera línea de costa. Ese centro es el lugar más calmo de todo ciclón, con vientos significativamente más suaves que el resto del fenómeno rodeado de actividad de tormentas eléctricas y fuertes vientos.
Por tanto, cuando el centro toca tierra, la zona por la que pasa se transforma en un lugar de relativa calma, pero con un aire tan cálido y húmedo que se vuelve incómodo para cualquier persona.
“Los vientos comienzan a disminuir y el cielo empieza a brillar. La lluvia termina abruptamente y las nubes se rompen y se ve el cielo azul. La marejada ciclónica alcanza el punto más interior (de la costa). Las olas salvajes chocan contra cualquier cosa que esté al alcance de la marea. Pronto los vientos se calman, pero el aire es incómodamente cálido y húmedo. Mirando hacia arriba se pueden ver enormes muros de nubes a cada lado, de color blanco brillante a la luz del sol”, describe la NOAA.
1 hora después de tocar tierra
Mientras el centro del huracán avanza tierra adentro, los vientos comienzan a aumentar poco a poco.
Las nubes negras regresan, así como los vientos y las lluvias que afectaban al lugar antes de tocar tierra.
“La marejada ciclónica comienza una lenta retirada, pero las monstruosas olas continúan chocando contra la orilla (…). Los objetos pesados que se han desprendido por el frente de la tormenta son arrojados alrededor”, agrega la NOAA.
En este momento, los vientos tienen una velocidad de 167 km/h.
6 horas después de tocar tierra
Se continúan produciendo inundaciones por el agua de lluvia, pero los vientos disminuyen a 148 km/ y la marejada ciclónica sigue su retroceso.
“La marejada ciclónica está retrocediendo y arrastrando los escombros al mar o varando los objetos transportados por el mar bien tierra adentro. Todavía es imposible salir al exterior”, añade la NOAA.
12 horas después de tocar tierra
La velocidad de los vientos se reducen a 108 km/h, es decir, tienen fuerza de tormenta tropical.
“La lluvia ahora viene en chubascos y los vientos comienzan a disminuir después de cada chubasco (…). El nivel del mar regresa a la marca de marea alta”, destaca la agencia estadounidense.