(CNN) – China y Belarús anunciaron la realización de maniobras militares conjuntas a pocos kilómetros de la frontera con Polonia, país miembro de la OTAN y de la Unión Europea (UE).
El Ministerio de Defensa de Belarús dijo que tropas del Ejército Popular de Liberación de China llegaron a Belarús durante el fin de semana. Publicó una serie de fotografías en las que se ve a tropas chinas descargando material de un avión militar y afirmó que los ejercicios durarán 11 días, desde el lunes hasta el 19 de julio.
La OTAN y la UE llevan mucho tiempo acusando a Belarús de militarizar la frontera empujando a solicitantes de asilo de terceros países a cruzar hacia Polonia, y los ejercicios conjuntos serán sin duda vistos por algunos como una nueva provocación, especialmente porque se celebran en vísperas de la cumbre del 75 aniversario de la OTAN en Washington y el día en que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, visita Polonia.
CNN se ha puesto en contacto con la OTAN para recabar sus comentarios.
El Ministerio de Defensa de China dijo el domingo que los simulacros incluirán “operaciones de rescate de rehenes y misiones antiterroristas”.
“El entrenamiento pretende mejorar los niveles de adiestramiento y las capacidades de coordinación de las tropas participantes, así como profundizar en la cooperación práctica entre los ejércitos de ambos países”, añadió.
Las maniobras tienen lugar cerca de la ciudad de Brest, en la frontera entre Belarús y Polonia, a unos 130 kilómetros de la capital polaca, Varsovia, y a unos 40 kilómetros de la frontera de Minsk con Ucrania.
Belarús es el aliado más cercano e importante de Rusia en su guerra contra Ucrania. Moscú utilizó en parte a Belarús como plataforma de lanzamiento para la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, tras acumular tropas en la frontera ucraniana durante lo que dijo que eran maniobras militares conjuntas.
Las tropas chinas llegaron a Belarús pocos días después de que este país se uniera el jueves a la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
Fundada en 2001 por China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán para combatir el terrorismo y promover la seguridad fronteriza, la OCS ha crecido en los últimos años a medida que Beijing y Moscú impulsan una transformación del bloque, que ha pasado de ser un club de seguridad regional centrado en Asia Central a convertirse en un contrapeso geopolítico a las instituciones occidentales lideradas por Estados Unidos y sus aliados.