(CNN) – El mayor peligro que enfrenta la economía estadounidense durante años ha sido la inflación.
Ahora, otro problema está apareciendo como una amenaza seria en el horizonte: el desempleo.
Justo cuando la inflación parece estar enfriándose, se encienden luces amarillas en el todavía fuerte mercado laboral. La Reserva Federal ahora debe afrontar el riesgo de estar cometiendo un error al mantener las tasas de interés demasiado altas durante demasiado tiempo.
Es por eso que algunos economistas están suplicando a la Reserva Federal que alivie su lucha contra la inflación, antes de que las altas tasas de interés, que se utilizan para controlar el aumento de los precios, lleven a la economía estadounidense a una recesión.
“Es hora de recortar las tasas”, dijo Joe Brusuelas, economista jefe de RSM. “La inflación está dejando de ser el principal foco de preocupación. La balanza de riesgos se está inclinando lentamente hacia (el riegso de) un mayor desempleo”.
Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, dijo que el mercado laboral está bajo presión bajo el peso de los altos costos de endeudamiento.
“El mayor peligro es un error de política: la Reserva Federal mantiene las tasas demasiado altas durante demasiado tiempo”, dijo Zandi a CNN en una entrevista telefónica. “En este momento, la Reserva Federal está señalando un recorte en septiembre. Creo que está bien, pero si esperan más tiempo, me temo que se excederán”.
Incluso el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reconoce un cambio significativo en el cálculo del riesgo.
“La inflación elevada no es el único riesgo que enfrentamos”, dijo Powell a los legisladores el martes, señalando una reducción de la inflación y un “enfriamiento” del mercado laboral.
“El mercado laboral puede estar cambiando”
Para ser claros, el mercado laboral de ninguna manera está implosionando.
Se siguen creando empleos a un ritmo saludable, más rápido de lo que muchos creían posible hace apenas un año.
Sin embargo, justo debajo de la superficie, han comenzado a surgir grietas.
La tasa de desempleo sigue siendo históricamente baja, pero ha aumentado notablemente durante tres meses seguidos, en “una señal de que el mercado laboral puede estar cambiando”, según los economistas de KPMG.
La contratación se ha desacelerado en los sectores del ocio y la hostelería, impulsados por el gasto de los consumidores. El ritmo de los trabajadores que abandonan sus puestos de trabajo ha disminuido significativamente. También lo ha hecho la tasa de contratación de trabajadores.
Powell destacó estos cambios y dijo a los legisladores que los indicadores recientes “envían una señal bastante clara de que las condiciones del mercado laboral se han enfriado considerablemente” en dos años.
“Esta ya no es una economía sobrecalentada”, dijo Powell.
Por supuesto, eso es exactamente lo que la Reserva Federal quería lograr cuando comenzó su histórica campaña de aumentos de tipos de interés.
El temor en 2022 era que el mercado laboral estuviera tan caliente que agregaría combustible al candente crecimiento de la inflación y mantendría los precios peligrosamente altos, obligando a la Reserva Federal a iniciar una recesión solo para apagar el fuego de la inflación.
La inflación recalentada y un mercado laboral históricamente sobreabundante ya no se consideran preocupaciones importantes.
¿Esperar demasiado?
El riesgo actual es que la Reserva Federal esté inyectando medicina para combatir la inflación en una economía que ya no la necesita. Y eso podría convertir un mercado laboral que se está enfriando en uno congelado, lo que provocaría pérdidas de empleos.
El mercado laboral añadió 206.000 puestos en junio, según las últimas cifras del gobierno publicadas el viernes. En otras palabras, no está demasiado caliente ni demasiado frío; está “equilibrado”, dijo el presidente de la Reserva Federal el martes.
“Un mercado laboral equilibrado con tasas demasiado restrictivas por parte de la Reserva Federal no permanecerá equilibrado por mucho tiempo”, dijo Brusuelas. “Eso significa mayor desempleo”.
Brusuelas aclaró que eso no significa necesariamente que haya un desempleo “disparado” en el horizonte, pero de todos modos puede haber una recesión prematura si la Reserva Federal espera demasiado para recortar las tasas.
En un informe publicado el lunes, Ken Kim, economista jefe de KPMG, señalaba que la tasa de desempleo está cerca de activar la regla Sahm, que indica que se ha iniciado una recesión cuando la media móvil de tres meses de la tasa de desempleo aumenta 0,5 puntos porcentuales o más por encima de la media de tres meses.
Kim también señaló cómo el sector de servicios —un motor clave de crecimiento para la economía estadounidense— está mostrando repentinamente signos de debilidad.
“La inflación ya no es la preocupación predominante”, escribió Kim. “Igualmente preocupante para la Reserva Federal debería ser la posibilidad de un deterioro más pronunciado del mercado laboral y de la actividad económica. El objetivo es un aterrizaje suave, pero un aterrizaje brusco está surgiendo como un riesgo de cola”.
La inflación no ha desaparecido
Por supuesto, el alto costo de la vida sigue siendo una gran preocupación de los estadounidenses.
Aunque la tasa de inflación se ha desacelerado drásticamente desde el 9% en junio de 2022, existe un doloroso efecto de bola de nieve tras más de dos años de fuertes aumentos de precios. Los estadounidenses están pagando mucho más por alimentos, alquiler y seguros que antes del covid-19.
Y todavía existen riesgos en el frente de la inflación.
La guerra en Medio Oriente continúa, lo que representa una amenaza potencial para la producción de energía en la región. Lo mismo ocurre con la guerra entre Rusia y Ucrania, donde refinerías de petróleo en el interior de Rusia han sido atacadas con aviones no tripulados.
Las próximas elecciones estadounidenses también crean una incertidumbre significativa… y complicaciones.
A algunos economistas tradicionales les preocupa que la agenda económica del expresidente Donald Trump (recortes de impuestos, medidas enérgicas contra la inmigración y aumentos de aranceles) “reavive” la inflación.
Además, recortar las tasas justo antes de las elecciones estadounidenses podría provocar que la Reserva Federal sea “arrojada al caldero político, un lugar en el que no quiere estar”, dijo Zandi, economista de Moody’s.
Aprendiendo del pasado
Si la Reserva Federal reduce las tasas prematuramente, podría estimular la demanda de los consumidores y las empresas. Eso podría impulsar la inflación y empeorar las cosas.
Powell y sus colegas enfrentan una decisión difícil y no quieren repetir los errores del pasado.
En la década de 1970, la Reserva Federal aumentó rápidamente las tasas, pero luego las bajó antes de derrotar a la inflación. La inflación volvió con fuerza y obligó a la Reserva Federal a tomar medidas aún más drásticas.
Más recientemente, la Reserva Federal liderada por Powell fue lenta en la lucha contra la inflación y esperó demasiado para responder a los aumentos de precios porque los funcionarios (y muchos economistas) pensaban que la inflación era “transitoria” y se disiparía por sí sola.
“Tienen trastorno de estrés postraumático por lo que pasó antes”, dijo Zandi. “Cometieron un error al no aumentar las tasas lo suficientemente rápido. Ahora corren el riesgo de mantener los tipos demasiado altos durante demasiado tiempo”.