(CNN) – Los funcionarios de la OTAN están discutiendo tomar medidas para recuperar algunos proyectos de infraestructura de propiedad china en Europa en caso de que estalle un conflicto más amplio con Rusia en el este del continente, le dijeron a CNN tres funcionarios involucrados en las discusiones.
Hace una década, cuando Europa todavía estaba saliendo del cráter económico causado por la crisis financiera global, la promesa de financiamiento de infraestructura por parte de empresas de inversión de propiedad china parecía una ganancia inesperada.
Ahora, con la mayor guerra terrestre librada en Europa desde la Segunda Guerra Mundial –y con Occidente advirtiendo sobre el apoyo de Beijing a la invasión rusa de Ucrania– los países de la OTAN ven esas inversiones como un pasivo, y los aliados comienzan a discutir formas de recuperar algunos de esos proyectos, dijeron los funcionarios.
El temor, según un funcionario estadounidense, es que Beijing pueda utilizar la infraestructura que posee en Europa para proporcionar asistencia material a Rusia si el conflicto se expande. El objetivo, según los funcionarios, es determinar un camino a seguir mucho antes de cualquier conflicto potencial.
Las discusiones reflejan un enfoque cada vez mayor de la alianza de la OTAN en China. La declaración conjunta publicada este miércoles por los 32 líderes, en la cumbre del 75º aniversario en Washington, hizo un llamado enérgico al apoyo de Beijing a Moscú, en una medida vista como una señal de progreso por los miembros ansiosos por adoptar una postura más dura contra Beijing después de que esa referencia fuera omitida en 2023.
“La profundización de la asociación estratégica entre Rusia y la República Popular China y sus intentos, que se refuerzan mutuamente, de socavar y reformular el orden internacional basado en normas”, afirma la declaración, “son motivo de profunda preocupación”.
Según tres funcionarios que participaron en las conversaciones, las medidas que se adoptarán en materia de infraestructuras todavía se encuentran en sus primeras etapas y los países miembros de la OTAN mostraron distintos niveles de participación. Un diplomático de la OTAN sugirió que Estados Unidos, que encabeza las conversaciones, tendría que llevarlas a cabo de forma bilateral para asegurarse el apoyo necesario.
Desde líneas ferroviarias que conectan Europa del Este con China hasta puertos ubicados en el Mar del Norte y el Mar Báltico, China invirtió decenas de miles de millones de dólares en infraestructura bajo su Iniciativa de la Franja y la Ruta, a la que las naciones europeas comenzaron a adherir en 2013.
Un funcionario de la OTAN dijo que si estallara una guerra, la infraestructura “casi con toda seguridad sería nacionalizada, o las naciones asumirían temporalmente el control operativo, bajo medidas de seguridad de emergencia. China podría demandarlos en los tribunales después del hecho”.
Los funcionarios estadounidenses consideran que las adquisiciones o ventas de este tipo tienen un precedente en las medidas adoptadas por las naciones europeas para obligar a Rusia a vender activos tras la invasión de Ucrania en 2022. Durante más de un año, Finlandia bloqueó repetidamente el negocio de Helsinki Shipyard (un productor de barcos rompehielos que alguna vez fue propiedad de una entidad rusa) hasta que Rusia, a fines de 2023, vendió la empresa a una entidad con sede en Canadá.
Un alto funcionario estadounidense dijo que las discusiones se ampliaron más allá de la baja tecnología para incluir también intereses de alta tecnología, como la computación cuántica, los semiconductores y la infraestructura de telecomunicaciones.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo el miércoles que la guerra de Ucrania podría ser la razón por la que las naciones europeas y asiáticas se volvieron más conscientes de que su seguridad está vinculada entre sí.
“Quizás esto se cristalizó en Ucrania, cuando el primer ministro Kishida, de Japón, dijo que lo que sucede en Europa hoy podría suceder en el este de Asia mañana. Cuando Rusia cometió su agresión, su renovada agresión contra Ucrania, Japón se puso de pie, Corea del Sur se puso de pie, Australia, Nueva Zelanda, esto fue un reflejo de ese reconocimiento de que estos desafíos están vinculados”, dijo Blinken en el foro de la OTAN.
Pero aunque la mayoría de los estados miembros de la OTAN expresaron cierto nivel de preocupación sobre la infraestructura de propiedad china, dos funcionarios involucrados en las discusiones le dijeron a CNN que Francia en particular buscó trasladar las discusiones sobre infraestructura a la Unión Europea, que tiene autoridad sobre otros asuntos económicos.
La tensión de Francia y otros países, dicen los funcionarios, impactó en el lenguaje de la declaración, ya que los países argumentaron que la OTAN no es la mejor plataforma desde la cual desafiar a China, pero muchos estados miembros aún albergan un temor muy real de que Beijing pueda utilizar los activos duros contra la alianza en el futuro, y continuar presionando para que la alianza se defienda contra la amenaza.
Cuando habló en Washington a mediados de junio antes de la cumbre, el Secretario General saliente, Jens Stoltenberg, dijo que Beijing debía enfrentar las consecuencias de su apoyo a Rusia en el campo de batalla en Ucrania.
–– Natasha Bertrand de CNN contribuyó con este informe.