(CNN) – Un hombre que escapó de una prisión estatal de Oregón hace casi 30 años y robó la identidad de un niño fallecido fue capturado en Georgia este martes, según las autoridades.
Steven Craig Johnson, que había sido condenado por cargos de abusos sexuales, se fugó de un destacamento de trabajo de la prisión del centro penitenciario de Mill Creek, en Salem (Oregón), el 29 de noviembre de 1994, según las autoridades. Estaba bajo custodia del Departamento Correccional de Oregón desde junio de 1989.
Johnson, que ahora tiene 70 años, fue detenido este martes por la tarde en un complejo de apartamentos de Macon, Georgia, por el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos y uno de sus grupos especiales de fugitivos, según el servicio.
Había estado viviendo en el complejo de apartamentos bajo el nombre de William Cox desde 2011, dijo el servicio en un comunicado.
Una investigación reveló que Johnson había robado la identidad de un niño que murió en Texas en enero de 1962, según el comunicado. Johnson obtuvo una copia del certificado de nacimiento del niño y finalmente pudo obtener un número de la Seguridad Social en Texas en 1995, según las autoridades. Johnson obtuvo una licencia de conducir de Georgia tres años más tarde.
En 2015, el Servicio de Alguaciles adoptó el caso a petición del Departamento Correccional de Oregón, según el comunicado. El descubrimiento de la identidad robada se produjo después de que una nueva tecnología de investigación empleada por el Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado de Estados Unidos desarrollara nuevas pistas en el caso este año, dijo el Servicio de Alguaciles sin dar más detalles sobre la tecnología.
Johnson ingresó en la cárcel del condado de Bibb, en Georgia, y está a la espera de ser enviado a Oregón, según el Departamento Correccional de Oregón. Se desconoce si tiene abogado.
Johnson era uno de los fugitivos más buscados de Oregón, según el sitio web del departamento penitenciario. “Es un pedófilo y presenta una alta probabilidad de victimizar a niños preadolescentes”, advertía un cartel de “Se busca” de 2019 del departamento correccional. “Al fugitivo Johnson no se le debe permitir el contacto con niños”.
La correccional de Mill Creek cerró en 2021 por orden de la entonces gobernadora Kate Brown como parte de sus esfuerzos de reforma de las sentencias, según el Departamento Correccional de Oregón. Originalmente se inauguró en 1929 como anexo agrícola de la Penitenciaría Estatal de Oregón. Hasta 1998, los reclusos procesaban la leche de una cooperativa de granjeros para otras instituciones estatales, según la Sociedad Histórica de Oregón.
“La MCCF era una prisión de mínima seguridad situada a ocho kilómetros al sureste de Salem, en una superficie de 2.089 acres (845 hectáreas). La instalación no estaba vallada y albergaba aproximadamente a 290 adultos en custodia que estaban a menos de cuatro años de su puesta en libertad”, dijo el departamento.
La decisión de Brown de cerrar tres prisiones de Oregón, incluida Mill Creek, se tomó para ahorrar al estado más de 44 millones de dólares, según The Associated Press. Brown dijo que quería reducir la dependencia del encarcelamiento e invertir más en evitar que la gente entre en el sistema de justicia penal.