(CNN) –Lo que pretendía ser un corto paseo con el perro resultó ser casi tres días y dos noches perdidos en la ladera de una montaña para una anciana con demencia en Utah.
Desde la hora de la cena del 24 de junio hasta el mediodía de dos días más tarde, los dos únicos factores que no cambiaron para la mujer de 80 años fueron su ubicación cuesta arriba, a unos 800 metros de su casa, y su labrador chocolate.
“Era muy leal a ella, no se separaba de su lado”, dijo a la CNN James Thomas, el agente que encontró a la mujer. “Incluso cuando la encontramos, ese perro estaba sentado junto a ella, ladrando a todo lo que se acercaba”.
Thomas y su K9 de cinco años, Kip, dirigieron la misión de rescate después de que los esfuerzos iniciales de búsqueda fueran infructuosos durante las primeras 24 horas de su desaparición.
Cuando Thomas y Kip llegaron a Joe’s Valley, al oeste del condado de Emery, el segundo día de la búsqueda, a unas dos horas y media al sur de Salt Lake City, el calor de tres dígitos había disminuido considerablemente, lo que permitió a Kip trabajar durante toda la noche.
“Pude llegar allí justo al anochecer, lo que me vino muy bien porque las temperaturas eran muy altas, probablemente más de 100 grados en ese pequeño valle durante el día”, dijo Thomas. “Con ese calor extremo, [Kip] solo trabajaría entre 10 y 15 minutos antes de tener que tomarse un descanso [de 30 minutos]”.
En plena búsqueda, sobre las 3:30 de la madrugada, la pareja oyó ladrar a otro perro.
El ruido les hizo retroceder hacia donde ya habían mirado, hacia la parte baja de la ladera de la montaña. Cuando los ladridos disminuyeron, también lo hicieron las esperanzas de Thomas, ya que una vez más no vieron a la mujer.
Lo que Thomas no sabía era que ella estaba justo encima de ellos todo el tiempo.
“Nos quedamos más abajo porque no esperaba que pasara por encima de arroyos, ríos y vallas”, respondió Thomas cuando le preguntaron por qué había tachado inicialmente la búsqueda en la ladera de la montaña.
Al día siguiente, un vecino confirmó haber oído ladridos procedentes de la misma zona dos noches antes. Eso, combinado con las imágenes de seguridad de otro vecino en las que se veía a la mujer desaparecida caminando en esa dirección, hizo que Thomas volviera a subir a la montaña.
La escalada por ese improbable sendero condujo a uno de los vecinos y al dúo Thomas-Kip hasta la mujer, raspada y gravemente deshidratada.
“Estaba dormida cuando la encontramos, pero se puede ver cómo subía por esta ladera, probablemente unos 6 ó 7 metros antes de caer rodando”, explica Thomas.
La mujer fue encontrada sin las zapatillas que llevaba dos días antes, cuando salió a pasear al perro mientras su marido preparaba la cena.
Mientras el vecino dejaba a Thomas buscando señal para su teléfono por satélite y llamando al sheriff del condado, Thomas habló con la mujer mientras sus perros jugaban.
“Se disculpó de que estuviéramos buscándola, pero pensó que solo había estado fuera 10 minutos”, dijo. “Fue sorprendente, pero afortunadamente bueno para ella, ya que no tuvo que recordar por lo que había pasado los últimos tres días”.
Thomas se quedó con ella mientras su marido y sus dos hijas subían la colina para reunirse.
“Hicieron algunas bromas sobre cómo iban a hacer un álbum de recortes sobre ello y dejarlo en su cabaña”, dijo Thomas mientras reía. «Fue una buena reunión familiar. Eran tan buena gente».
Poco después, un helicóptero llegó al lugar para izar a la mujer de la ladera de la montaña y tratar sus rasguños, contusiones y deshidratación.
Aunque Thomas fue quien la encontró, no pretende ser el héroe de la historia.
“Ese perro le salvó la vida”, reitera. “Tres días con esa temperatura y dos pernoctaciones, eso es bastante notable para una señora con demencia”.