(CNN) – Las islas griegas, conocidas por sus pueblos idílicos, paisajes escarpados y playas soleadas, atraviesan una grave crisis. Muchas de ellas se están quedando con un nivel alarmante de escasez de agua, un problema que se agravará a medida que la temporada turística alcance su pico y continúe el clima cálido y seco.
Varias islas, incluidas Leros, Sifnos y partes de Creta y Cefalonia, declararon estado de emergencia por la escasez de agua, debido a que años de precipitaciones muy escasas y un invierno anormalmente caluroso afectaron los embalses y las fuentes de agua subterráneas.
Las autoridades están tratando de encontrar soluciones –por ejemplo lograr la conversión del agua de mar en agua potable– mientras las islas se preparan para la llegada de millones de turistas en las próximas semanas.
En Naxos, una isla montañosa del mar Egeo, rodeada de largas playas de arena, los embalses se redujeron drásticamente, y dejaron lechos de lagos resecos al descubierto. Los dos embalses de la isla, alimentados por la lluvia, contienen ahora en conjunto unos 200.000 metros cúbicos de agua (52,8 millones de galones), apenas un tercio de lo que tenían el año pasado.
“La situación es ciertamente mala”, dijo el alcalde de Naxos, Dimitris Lianos.
“El cambio climático es el culpable de la escasez de agua que estamos experimentando”, le dijo a CNN. Pero el turismo está empeorando el problema al aumentar la demanda, agregó.
Naxos puede satisfacer sus necesidades de agua por ahora, dijo Lianos, pero está preocupado por lo que vendrá, ya que se espera que miles de turistas más lleguen a la isla durante el resto del verano.
La escasez de agua es un problema en muchas partes de Grecia, debido a la creciente demanda, la falta de políticas hídricas sostenibles y el cambio climático, pero las islas son las más vulnerables, dijo Nikitas Mylopoulos, profesor especializado en gestión del agua en la Universidad de Tesalia.
“Se combinan la falta de recursos hídricos (acuíferos poco profundos, ríos raros o represas) con un tremendo aumento en la demanda de agua durante el verano”, le dijo a CNN.
El cambio climático genera fenómenos meteorológicos extremos que aumentan la presión para solucionar el problema. El invierno pasado fue el más cálido del país desde que se tienen registros en 1960, casi todos los meses de este año han caído menos precipitaciones de lo habitual y el mar Mediterráneo ha alcanzado temperaturas récord.
Desde octubre, las precipitaciones en algunas islas han sido un 40% inferiores a lo habitual, según Kostas Lagouvardos, director de investigación del Observatorio Nacional de Atenas. “Eso es un gran problema”.
En Tinos, una isla al norte de Naxos salpicada de aldeas encaladas en lo alto de acantilados y cientos de iglesias, el suministro de agua también está en un punto crítico.
La isla, que no tiene embalses como Naxos, solía cubrir sus necesidades mediante pozos y perforaciones para aprovechar las fuentes subterráneas. Pero esto se está volviendo cada vez más difícil a medida que el agua se agota, dijo el alcalde de Tinos, Panagiotis Krontiras.
Los agricultores también se han visto muy afectados. Ya no pueden depender de sus pozos, dijo Krontiras. Lo mismo ocurre en Naxos, famosa por sus patatas, donde los pozos secos obligan a los agricultores a buscar agua en otros lugares, a un costo más elevado.
En Leros, una isla en el sur del mar Egeo, la situación del agua se volvió tan grave que el mes pasado las autoridades declararon el estado de emergencia. A principios de este mes, la Marina griega y el Ministerio de Defensa enviaron barcos con agua a la isla para satisfacer las necesidades básicas de la comunidad.
“Pero para finales de julio, creemos que podremos volver a la normalidad y cubrir nuestras necesidades”, dijo Kottakis. “Todavía no hemos llegado al punto de cancelar reservas”.
“Esto nos da un respiro por ahora, pero por supuesto no es suficiente a largo plazo”, dijo el alcalde de Leros, Timotheos Kottakis, en una entrevista en la televisión griega a principios de julio. Los grifos podrían secarse por completo en algunas partes de la isla, añadió.
Buscar posibles soluciones
A medida que los embalses se reducen y las aguas subterráneas disminuyen, algunas islas han recurrido a las aguas oceánicas que las rodean en busca de soluciones.
Las unidades de desalinización, que convierten el agua de mar en agua dulce mediante la eliminación de sales e impurezas, se han convertido en un recurso vital para muchas islas griegas con escasez de agua, a pesar de que a menudo son caras y consumen mucha energía.
Naxos cuenta con cuatro unidades temporales para cubrir el déficit de la isla.
Tinos tiene entre cinco y seis unidades de desalinización que producen alrededor de 5.000 metros cúbicos al día, suficiente para llenar dos piscinas olímpicas. “Nuestra única forma de combatir realmente esta escasez en los próximos años es mediante la desalinización”, le dijo Krontiras, el alcalde de la isla, a CNN.
Pero incluso esta solución enfrentó ciertos problemas en algunos lugares.
Kottakis atribuyó la crisis a la falta de mantenimiento de las dos unidades de desalinización de Leros, que se encuentran en mal estado.
Los temores por el agua también echan leña al fuego a un intenso debate sobre el exceso de turismo en las islas a medida que el número de visitantes aumenta y el desarrollo crece.
El turismo es “insostenible y no está planificado”, lo que provoca un enorme aumento en la demanda de agua, afirmó Mylopoulos, profesor universitario.
Krontiras está especialmente preocupado por el auge de las piscinas en Tinos y en otros lugares, que añaden más presión a los sistemas de agua. Dada la crisis, dijo, “necesitamos que el estado empiece a considerar de manera diferente la necesidad de que existan piscinas en las islas”.
La situación parece estar llegando a un punto crítico a medida que se acerca la temporada alta de turismo en agosto, cuando la demanda de agua será mayor, y el clima seco y caluroso parece que continuará. “Muchas otras islas enfrentarán problemas durante este período si no tomamos medidas”, dijo Lagouvardos.
Grecia se encuentra inmersa en una brutal ola de calor, con temperaturas que superan los 40 ºC.
Es el segundo mes de junio, después de una ola de calor temprana el mes pasado, que es el junio más cálido registrado en el país. Se produjeron múltiples incendios forestales y al menos seis turistas, entre ellos el presentador de televisión y médico británico Michael Moseley y un turista estadounidense, murieron a causa de las altas temperaturas que quemaron las islas griegas.
No hay respuestas rápidas a la crisis.
En Naxos, las autoridades están elaborando un plan para gestionar el agua una vez que se instalen las unidades de desalinización temporales, según indico Lianos. Por ejemplo, buscan reciclar las aguas residuales y aprovechar los recursos hídricos subterráneos. “Este plan requerirá financiación y ayuda estatal y tal vez préstamos”, afirmó. “Pero es un trabajo que hay que hacer”.
Leros está reparando sus dos unidades de desalinización y alquilará otra para aumentar su suministro, y en Tinos hay planes para construir una gran planta de desalinización para “proteger nuestra isla durante los próximos años”, dijo Krontiras.
También pide un sistema de gestión del agua más centralizado, que tenga en cuenta las necesidades de todos, “en lugar de que los individuos sigan su propio camino”.
La escasez de agua probablemente continuará en el futuro, y para resolverla será necesario que la gente reconsidere el agua y cómo compartirla de manera justa, dijo Krontiras.
“Es hora de ver el consumo de agua de una manera diferente”, afirmó. “Todos deben entender que el agua es un recurso precioso en estos momentos”.
– Allison Chinchar, Brandon Miller y Sara Tonks de CNN contribuyeron con este reportaje.