(CNN) –El médico palestino-estadounidense Jiab Suleiman llegó a Jordania el mes pasado antes de una misión médica de emergencia en Gaza, que debía supervisar. El cirujano ortopédico nacido en Ohio ya había dirigido dos viajes a la zona asediada desde que estalló la guerra entre Israel y Hamas en octubre y estaba ultimando los detalles para el tercero.
Pero su preparación no serviría de nada. El día antes de que el equipo se dispusiera a cruzar a Gaza, Suleiman recibió la notificación de que el Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios de Israel (COGAT, por sus siglas en inglés), la agencia israelí que gestiona la política para los territorios palestinos y el flujo de ayuda a Gaza, le había denegado la entrada.
La denegación de Suleiman forma parte de una política comunicada recientemente a las misiones médicas que se dirigen a Gaza a través de Israel. Las restricciones bloquean la entrada de personal sanitario estadounidense, y de otras nacionalidades, si son de origen palestino o tienen ascendencia palestina, según memorandos internos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) obtenidos por CNN.
CNN habló con médicos de varias organizaciones de ayuda médica que afirman que esta política los ha obligado a evitar la contratación en sus viajes de trabajadores sanitarios de origen o identidad palestinos. Los rechazos suelen producirse en el último minuto, afirman, lo que deja a los grupos sin tiempo para cubrir las vacantes y les obliga a entrar en Gaza con un personal incompleto
“Tenemos que decir a las personas de origen palestino o con doble nacionalidad palestina que no pueden entrar”, dijo Sameer Sah, director de programas de Medical Aid for Palestinians, una organización de ayuda con sede en el Reino Unido. “Tenemos que distinguir entre palestinos y no palestinos, lo cual no es éticamente correcto, no es correcto en términos de leyes humanitarias y no es humano”.
CNN revisó memorandos internos de la OMS de principios de junio en los que se describía el alcance de lo que denominan la nueva política de Israel, en la que se desaconsejaba a los grupos de ayuda llevar a profesionales médicos de origen palestino -aunque solo fuera a través de uno de sus padres o abuelos- en viajes de misión.
“Nos dijeron: ‘se les deniega por su documento de identidad palestino’”, explicó Suleiman, responsable de misiones médicas de Rahma, una organización humanitaria con sede en Estados Unidos, refiriéndose a COGAT. “Es muy molesto, irritante e inquietante negar a alguien la entrada a una zona de guerra para hacer una misión solo por el hecho de ser por genética palestino”.
“Dejé de reclutar o animar a cualquier médico palestino del mundo a venir a ayudar, simplemente no puedo reclutarlos porque pierdo una plaza”, añadió Suleiman. “Aunque solo sea un médico o una enfermera, pierdo una vacante sabiendo que se les va a denegar y necesito que todos los cuerpos, todos los médicos vayan a Gaza”.
El cambio de política se produjo después de que Israel lanzara una mortífera ofensiva terrestre en Rafah en mayo, durante la cual se hizo con el control del paso fronterizo de Rafah entre Egipto y Gaza y destruyó la parte palestina. Los grupos de ayuda médica que dependían del paso de Rafah para entrar en Gaza se vieron obligados a utilizar Kerem Shalom -un paso utilizado anteriormente para mercancías comerciales- para pasar de Israel al sur de Gaza.
Antes de la guerra, los médicos palestinos y los médicos de ascendencia palestina que tenían otros pasaportes podían solicitar a Israel la entrada en Gaza y no tenían problemas para obtener la aprobación. Entraban en la zona por el paso fronterizo de Erez, entre Israel y el norte de Gaza, cerrado desde que fue destruido en los ataques dirigidos por Hamas el 7 de octubre.
Desde que se cerró el paso fronterizo de Rafah, Israel restringió aún más la entrada de suministros médicos y limitó el número de heridos graves que pueden salir de Gaza. En marzo, una investigación de CNN basada en entrevistas con funcionarios humanitarios y gubernamentales, y en documentos recopilados por grupos de ayuda, reveló artículos rechazados con frecuencia por Israel: anestésicos, bombonas de oxígeno, respiradores, medicamentos para tratar el cáncer y botiquines de maternidad.
Las organizaciones internacionales de ayuda exigen a Israel que retire las nuevas restricciones que afectan a las misiones médicas, señalando la imperiosa necesidad de que sus equipos entren en Gaza, cuyo sistema sanitario ha quedado diezmado por la guerra de Israel, lanzada en respuesta a los ataques dirigidos por Hamas el 7 de octubre. Desde entonces, más de 500 trabajadores sanitarios murieron y 32 de los 36 hospitales resultaron dañados o destruidos, según la ONU.
En un correo electrónico enviado por una oficina regional de la OMS, se informaba a los equipos de que la nueva política del COGAT establecía que se denegaría el paso fronterizo por Kerem Shalom a cualquier persona con antecedentes o raíces palestinas.
“Reiteramos que desaconsejamos ENCARECIDAMENTE (sic) cualquier intento de entrar en Gaza con antecedentes o raíces palestinas”, decía el correo electrónico.
Otro correo electrónico de la OMS enviado unos días después explicaba que los rechazos también podían deberse simplemente a la ascendencia, como tener “padres o abuelos nacidos o establecidos anteriormente en Palestina, con o sin documento de identidad palestino”.
“Estamos teniendo ENORMES problemas con esto, ya que el COGAT sigue rechazando a muchas personas por este motivo”, decía el correo electrónico.
En un documento de la OMS de principios de junio en el que se detallaban orientaciones actualizadas, se decía a los grupos de ayuda que “no se recomienda que el personal con doble nacionalidad (palestina) entre en Gaza debido a problemas con los permisos”.
Cuando se le preguntó por su nueva política, el COGAT dijo a CNN en un comunicado que se estaban haciendo esfuerzos para traer equipos médicos y personal de sustitución para los hospitales. No abordó directamente la cuestión de si a los médicos con raíces palestinas se les prohibía la entrada, pero afirmó: “Israel permite a la comunidad internacional traer equipos médicos con trabajadores extranjeros sujetos a consideraciones de seguridad.”
Thaer Ahmad, médico palestino-estadounidense de Chicago que realizó un viaje médico a Gaza en enero, se encontraba en El Cairo preparando otro viaje en mayo cuando Israel tomó el paso fronterizo de Rafah, impidiendo la entrada a grupos de ayuda humanitaria y médica.
“Me parece tan desgarrador y trágico que se utilice cualquier conexión con la tierra contra el personal sanitario que intenta ayudar”, declaró Ahmad, que abandonó en abril una reunión en la Casa Blanca con líderes de la comunidad musulmana en protesta por el apoyo de la administración Biden a la guerra. “Que me priven de poder poner mis habilidades al servicio de mi pueblo, en el momento álgido de su sufrimiento y dolor, es especialmente cruel”.
La Asociación Médica Estadounidense Palestina (PAMA, por sus siglas en inglés) dijo a CNN que ahora exige a los solicitantes que revelen si tienen un documento de identidad o raíces palestinas, una medida que dice que se vio obligada a tomar.
“Debido al número limitado de plazas que tenemos, no podemos arriesgarnos”, dijo el Dr. Mustafa Musleh, presidente de la PAMA. “No es necesariamente algo que queramos, y realmente preferimos no hacerlo. Pero no creo que tengamos otra opción en este momento”.
Otra organización publicó un anuncio de reclutamiento en Instagram en el que pedía cirujanos para su próximo viaje de misión médica a Gaza. El anuncio revelaba que “los solicitantes con un documento de identidad palestino o raíces palestinas no están autorizados a entrar en Gaza.” El anuncio ya fue borrado.
Musleh subrayó que la inclusión en los equipos de misión de trabajadores médicos con la misma formación y raíces que las poblaciones a las que atienden tiene importantes ventajas, ya que significa que pueden entender la lengua y la cultura.
Los palestinos se enfrentan desde hace décadas a fuertes restricciones a sus movimientos por parte de Israel, impuestas mediante un complejo sistema de permisos, muros, puestos de control y pasos fronterizos. A diferencia de los colonos israelíes -que en general pueden circular libremente sin restricciones-, los palestinos de laRibera Occidental y Gaza están obligados a obtener permisos especiales del gobierno israelí.
Según B’Tselem, organización israelí de derechos humanos, los palestinos se enfrentan a “un sistema burocrático arbitrario y totalmente opaco” en el que muchos permisos se deniegan o revocan sin explicación.
Para los médicos palestinos que esperan poder atender a su pueblo, la decisión de Israel de denegarles la entrada en Gaza los ha sumido en la desesperación.
“Tienes las manos atadas y te sientes desesperado”, lamentó Suleiman. “No entiendo a esta gente, cómo deciden hacerle esto a alguien que solo va a entrar dos semanas con el propósito de ayudar a la gente”.
“No me parece bien que te nieguen la entrada solo por el lugar en el que has nacido y que te traten de forma diferente a otros ciudadanos estadounidenses”, afirmó Musleh.