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La torre Eiffel ya luce los icónicos anillos de cara a los Juegos Olímpicos de París
00:42 - Fuente: CNN

(CNN Español) – James Cleveland Owens, conocido como Jesse Owens, una figura icónica en la historia del atletismo y un símbolo de resistencia contra la presión racial, nació en 1913 en Alabama, Estados Unidos.

Hijo de un aparcero y nieto de esclavos, Owens se mudó con su familia a Cleveland, Ohio, cuando era niño. Este cambio marcó el inicio de su camino hacia la grandeza de su carrera deportiva.

Su nombre “Jesse” surgió por un malentendido en la escuela primaria, cuando una maestra entendió mal su pronunciación de “J. C.” y lo anotó como Jesse. Este nombre quedaría grabado en la historia del deporte.

Desde joven, Owens mostró un talento excepcional para el atletismo. En junio de 1932, ya en la escuela secundaria, ganó una carrera de 100 metros, comenzando a cimentar su reputación como una prometedora estrella del deporte. Su ascenso continuó en la Universidad Estatal de Ohio, donde su destreza atlética lo catapulto a la fama nacional.

Owens gana una carrera de 100 metros en la escuela secundaria en junio de 1932. New York Times Co./Fotos de archivo/Getty Images

Jesse Owens: el día de gloria en Ann Arbor 1935

Uno de los momentos más destacados de la carrera de Jesse Owens ocurrió el 25 de mayo de 1932, en Ann Arbor, Michigan. Durante una competición universitaria, Owens, apodado como el “Buckeye Bullet”, rompió tres récords mundiales y empató un cuarto, todo en un lapso de 45 minutos.

Owens tuvo quizás el mejor día en la historia del atletismo el 25 de mayo de 1935. Durante una competencia universitaria en Ann Arbor, Michigan, el "Buckeye Bullet" rompió tres récords mundiales y empató un cuarto, todos dentro de un margen de 45-. lapso de minutos.

Este día histórico lo consolidó como uno de los más grandes atletas de todos los tiempos, siendo un preludio a su actuación en los Juegos Olímpicos del año siguiente en Berlín.

Juegos Olímpicos Berlín 1936: Owens desafía a la supremacía nazi

Los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, celebrados durante el régimen nazi de Adolf Hitler, fueron un escenario cargado de tensiones políticas y raciales.

Hitler, en un intento de demostrar durante los Juegos la supuesta supremacía de la raza aria, fue desafiado por un joven negro estadounidense de 22 años, Jesse Owens, quien destruyó esta narrativa con una actuación memorable.

Jesse Owens ganó cuatro medallas de oro en los 100 metros, 200 metros, el relevo 4x100 y el salto de longitud. Su victoria en salto de longitud fue particularmente simbólica, ya que derrotó al favorito alemán, Luz Long, con quien forjó una amistad que desafió las barreras raciales de la época.

Jesse Owens en lo alto del medallero después de ganar el salto de longitud en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. AP

El impacto de Owens en los Juegos no solo reflejó su talento atlético, sino que también envió un mensaje contra el racismo y la ideología nazi.

Owens vuelve a visitar el estadio de Berlín en julio de 1965.

Owens visitó el estadio de Berlín en julio de 1965, donde reflexionó sobre sus experiencias. En el libro “Jesse Owens, Champion Athlete” de Tony Gentry, Owens expresó que “no quería formar parte de la política” y aseguró que su objetivo en Berlín fue simplemente competir y dar lo mejor de sí mismo.

La vida de Jesse Owens después de Berlín 1936

Después de sus éxitos olímpicos, Owens continuó siendo una figura pública prominente, aunque enfrentó desafíos. En una época donde la segregación y el racismo estaban profundamente arraigados en la sociedad estadounidense, Owens tuvo que luchar por oportunidades y reconocimiento.

Para ayudar a pagar sus estudios en la universidad, trabajó como encargado de una gasolinera, entre otras actividades para sostenerse económicamente.

Owens llena gasolina en un automóvil en julio de 1935. Trabajó como encargado de una gasolinera para ayudar a pagar su universidad.

Se casó con Minnie Ruth Solomon, con quien compartió su vida y formó una familia.

Owens se casó con Minnie Ruth Solomon en julio de 1935.

Jesse Owens falleció de cáncer de pulmón en 1980, a los 66 años, dejando un legado imborrable en el mundo del deporte y en la lucha por los derechos civiles.

Su vida y logros siguen siendo una fuente de inspiración para generaciones de atletas y personas de todas las razas, ya que Owens no solo rompió récords y ganó medallas, sino que desafió y cambió percepciones arraigadas sobre raza y capacidad.