(CNN) – Después de semanas de resolución de problemas y pruebas recientes destinadas a replicar los problemas que afectan a la nave espacial Starliner de Boeing, los funcionarios de la NASA y Boeing todavía no están en condiciones de definir una fecha de regreso para los dos astronautas que pilotean el vehículo en su inaugural vuelo tripulado de prueba.
Pero los ingenieros finalmente tienen algunas posibles respuestas sobre lo que en última instancia causó algunos de los problemas del Starliner durante la primera etapa de su viaje, que incluyeron fugas de helio y propulsores que dejaron de funcionar abruptamente en camino a la Estación Espacial Internacional.
Las revelaciones dieron a conocer después de que Boeing y la NASA pasaran las últimas semanas trabajando para comprender el problema en el terreno e impulsaran planes para realizar algunas pruebas adicionales este fin de semana, lo que debería servir como “la cereza del pastel” para comprender los problemas, dijo Mark Nappi, gerente del Programa de Tripulación Comercial de Boeing.
En un sitio en Nuevo México, los ingenieros encendieron los motores de prueba más de 1.000 veces, para replicar cómo se habrían encendido los propulsores del Starliner cuando partió hacia el espacio. Luego encendieron el propulsor para probar varias formas en que los motores podrían encenderse en el camino a casa desde el espacio, según Boeing.
El objetivo de esta prueba era comprender mejor por qué los propulsores de la nave espacial se apagaron inesperadamente y qué peligros (si los hay) podrían ocurrir al volver a encenderlos.
Los funcionarios dijeron que con las pruebas en tierra pudieron recrear el proceso por el que se deterioraron los propulsores en el espacio durante el vuelo. Y las pruebas pueden haber ayudado a que los ingenieros comprendan mejor la “causa inicial” del problema: el calor acumulado dentro de los propulsores puede estar causando que los sellos de teflón se abulten y restrinjan el flujo de combustible.
Esas pruebas “nos han dado confianza adicional para desacoplarnos en el regreso”, dijo Nappi.
Los hallazgos también llevaron a Boeing y a la NASA a abandonar los planes de permitir que los astronautas volaran manualmente la nave espacial Starliner en el camino de regreso a casa, como lo tuvieron que hacer momentáneamente durante el viaje a la Estación Espacial Internacional. “Algunas de las maniobras manuales ejercen una presión adicional sobre los propulsores”, dijo Steve Stich, gerente del programa de tripulación comercial de la NASA.
Aún así, los funcionarios no dijeron definitivamente si la nave espacial Starliner que llevó a los veteranos astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams a la estación espacial sería el mismo vehículo que traerá a los astronautas de regreso a casa.
“Hay muchas buenas razones para completar esta misión y traer a Butch y Suni a casa en el Starliner”, dijo Stich después de señalar que la NASA tiene opciones de contingencia si el Starliner no recibe la aprobación para traer a los astronautas a casa.
“Tenemos que superar el proceso”, añadió. “Tenemos otro equipo de gestión de la misión Starliner que es fundamental para revisar todos los datos de los propulsores de los que acabamos de hablar”.
“Por supuesto, estoy muy seguro de que tenemos un buen vehículo para traer de regreso a la tripulación”, dijo Nappi.
Williams y Wilmore llegaron a la Estación Espacial Internacional el 6 de junio para una misión que se esperaba que durara aproximadamente una semana. Hasta este jueves, los astronautas habían estado en el espacio durante unos 50 días. La NASA había indicado anteriormente que la Starliner puede permanecer en el espacio durante un máximo de 90 días.
Pruebas adicionales del Starliner
Por otra parte, los ingenieros avanzaron en la comprensión de las fugas de helio que obstaculizaron la primera etapa del viaje de Starliner, pero Boeing y la NASA volverán a examinar de cerca ese problema durante las pruebas adicionales del vehículo que continuarán este fin de semana, dijo Stich.
Estas pruebas incluirán el encendido de 27 de los propulsores del Starliner mientras el vehículo permanece acoplado a la Estación Espacial Internacional.
El análisis de los componentes en tierra —específicamente, una versión del módulo de servicio del Starliner que ha estado en White Sands, Nuevo México durante tres años— mostró que las fugas de helio pueden ser el resultado de sellos que se degradaron por la exposición al vapor del propulsor, según Nappi.
“La solución natural a eso es simplemente cambiar ese sello por un material que no sea tan susceptible” a desgastarse por la exposición al propulsor, dijo Nappi, en referencia a los posibles cambios que Boeing puede hacer para futuras misiones Starliner.
Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para determinar si las fugas a bordo del Starliner, que ya está en el espacio, han empeorado desde que el vehículo ha permanecido atracado en la Estación Espacial Internacional. Dado que el módulo de servicio (la parte de la nave espacial afectada por las fugas de helio) estuvo expuesto al combustible durante tanto tiempo en tierra, Nappi dijo que esto podría ofrecer una idea del peor escenario posible sobre el grado de degradación de los sellos.
El esfuerzo para comprender el problema de la fuga de helio es una de las principales razones por las que la NASA y Boeing aún no pueden establecer una fecha de regreso para Williams y Wilmore, o dar una respuesta definitiva sobre si el Starliner está listo para traerlos a casa.
“Los atributos clave de la justificación del vuelo son realmente que entendemos las fugas de helio; entendemos la estabilidad de las fugas y cómo podemos manejarlas, si se hacen más grandes”, dijo Stich, en referencia a la posibilidad de que las fugas de helio que afectan al módulo de servicio Starliner puedan empeorar.
La NASA y Boeing planean realizar una revisión para planificar el desacoplamiento de Starliner, que “podría ocurrir a fines de la próxima semana”, según Stich.