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¿Por qué hay desigualdad económica en la democracia?
02:48 - Fuente: CNN

(CNN) – La última década ha sido muy lucrativa para los superricos del mundo, lo que ha alimentado el impulso de algunos defensores de imponerles más impuetos.

Según un nuevo análisis de Oxfam Internacional, publicado en vísperas de la reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 en Brasil, el 1% más rico ha visto aumentar su riqueza en US$ 42 billones en la última década. Esta cifra es casi 34 veces superior a la del 50% de la población mundial más pobre.

El patrimonio neto medio de la élite aumentó en casi US$ 400.000 por persona, una vez ajustado a la inflación, frente a los US$ 335 de la mitad de las personas más pobres.

“La desigualdad alcanzó niveles obscenos, y hasta ahora los gobiernos han fracasado a la hora de proteger a las personas y al planeta de sus efectos catastróficos”, afirmó Max Lawson, responsable de políticas de desigualdad de Oxfam Internacional. “El uno por ciento más rico de la humanidad sigue llenándose los bolsillos mientras el resto tiene que buscarse las migajas”.

El 1% más rico vio cómo su riqueza se disparaba en la última década. (Foto: Justin Pumfrey/The Image Bank RF/Getty Images).

Oxfam publica periódicamente informes en los que pone de relieve la desigualdad mundial y presiona para que se produzcan cambios que empiecen a igualar el terreno de juego. El último análisis llega en un momento en el que la organización, junto con varios socios, pide a los líderes del G20 que suban los impuestos a los más ricos.

Como parte de su presidencia del G20, el gobierno brasileño encargó recientemente un estudio sobre el aumento de los impuestos a los ricos. El informe, elaborado por el economista francés y experto en desigualdad Gabriel Zucman, concluye que un impuesto mínimo del 2% sobre la riqueza mundial de los multimillonarios reportaría entre US$ 200.000 y US$ 250.000 millones anuales a unos 3.000 contribuyentes.

Según el Observatorio Fiscal de la Unión Europea, dirigido por Zucman, los superricos de los grandes países pagan una parte mucho menor de sus ingresos en impuestos que los ciudadanos que no lo son. Además, su riqueza se grava a tipos efectivos de solo el 0%-0,5%.

“El impulso para aumentar los impuestos a los superricos es innegable, y esta semana es la primera prueba de fuego para los gobiernos del G20. ¿Tendrán la voluntad política de alcanzar una norma mundial que anteponga las necesidades de la mayoría a la codicia de una élite reducida?”. afirmó Lawson.

Los responsables de finanzas de los países más grandes del mundo iniciaron a principios de este año conversaciones sobre la introducción de un impuesto mínimo global para los multimillonarios. Sin embargo, conseguir un acuerdo entre los líderes del G20 será difícil y podría llevar mucho tiempo. Un impuesto de este tipo también sería complicado de aplicar.