(CNN) – En una operación silenciosa, Estados Unidos arrestó el jueves en El Paso, Texas, a dos importantes líderes del Cártel de Sinaloa: Ismael Zambada García, conocido como “El Mayo”, un narcotraficante mexicano buscado desde hace mucho tiempo, y Joaquín Guzmán López, hijo del convicto narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“Fue un golpe directo al corazón del cártel”, dijo en un comunicado la titular de la Administración de Control de Drogas (DEA), Anne Milgram, añadiendo que el Cártel de Sinaloa es responsable de la mayoría de las drogas, incluyendo fentanilo y metanfetamina, “que matan a estadounidenses de costa a costa”.
“El Mayo” era uno de los fugitivos más buscados por la DEA. El viernes se declaró inocente de los cargos de drogas en Estados Unidos, y renunció a su derecho a estar presente en la lectura de cargos el próximo miércoles.
Las detenciones suscitaron suspicacias en México, donde el gobierno no fue notificado con antelación de la operación, sino por la embajada de Estados Unidos cuando ya tenían a los miembros del cártel bajo custodia.
“En una operación como esta nunca nos hubieran avisado”, dijo a CNN Samuel González, exdirector de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada de la entonces Procuraduría General de la República.
“La cooperación venía después cuando se trataba de una operación nuestra, pues colaborábamos en línea con ellos, digamos en tiempo real, pero una operación como esta jamás nos lo hubieran avisado”, destacó.
De acuerdo con González, los protocolos no permiten que esto suceda porque dichas operaciones requieren “desinformación” para proteger a las personas involucradas y evitar riesgos.
La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Rosa Icela Rodríguez, dijo en conferencia de prensa desde Ciudad de México que el Gobierno no participó en esa detención o entrega y que seguirán colaborando con Estados Unidos “como lo hemos hecho hasta esta ocasión”.
Con relación a si la nula participación del Estado mexicano en este operativo dejaría en entredicho una vez más la estrategia de seguridad del actual gobierno, González asegura que de cualquier forma que haya sido la captura de los capos, México indirectamente participó en las acciones de búsqueda de “El Mayo”.
“Si es pactado, quiere decir que no aguantó la presión del gobierno mexicano y del Ejército que lo estaba cercando, y si es al revés y lo llevaron engañado, es también producto de que se envió a Ovidio Guzmán a Estados Unidos y posiblemente producto de una negociación de Ovidio y su hermano,” dijo González.
Ovidio Guzmán López, otro hijo del Chapo Guzmán, fue extraditado desde México hacia Estados Unidos el 15 de septiembre de 2023, según confirmó el Departamento de Justicia. Enfrenta cargos en Estados Unidos de conspiración para importar y distribuir drogas en ese país, junto con su hermano Joaquín Guzmán López.
“Yo creo que se tiene que cambiar mucho la estrategia de seguridad, se tiene que dar una mayor coordinación, mayores resultados, estrategia de aplicación de la ley abrazos sí, balazos cuando sea necesario, esa es la estrategia”, dijo González.
“El Mayo” era una figura importante pero inactiva
El Cártel de Sinaloa y sus miembros se han vuelto una prioridad en los últimos años para Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, expertos aseguran que las recientes detenciones pueden ser mayormente simbólicas.
“‘El Mayo’ Zambada ya no es un líder tan importante dentro del Cártel de Sinaloa”, dijo a CNN el profesor del Tecnológico de Monterrey Juan Carlos Montero.
“Es mayormente una figura de respeto, pero ya no era un actor tan activo. Si este golpe lo hubieran dado hace 10, 20 años, sí hubiera sido significativo, pero ya no lo es”, agregó.
Las facciones más importantes del Cártel de Sinaloa son, según la DEA, la de “Los Chapitos” dirigida por los hijos del Chapo Guzmán, de los cuales solo dos permanecen fugitivos, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, y la de “El Mayo”, cuya figura, según el profesor Montero, ha sido reemplazada gradualmente.
“Sí se detiene a un líder, a un líder importante, a un líder histórico, a una persona que nunca pudo ser detenida, hasta ahora. Pero hasta este momento, representaba la incapacidad del Estado mexicano y de la cooperación con los Estados Unidos para haberlo detenido”, dijo Montero.
El futuro del cártel
La detención de los líderes del Cártel de Sinaloa ha dejado muchas preguntas en ambos lados de la frontera.
Si se trató de una entrega voluntaria o trampa para capturarlos, la reestructuración de las facciones del cártel es inminente, de acuerdo con analistas en seguridad consultados.
“Tenemos un relevo generacional, el Cártel de Sinaloa ha tenido a lo largo de décadas una extraordinaria capacidad para mutar, para condicionarse y adecuarse a los nuevos tiempos y parece que este es nuevamente el caso”, consideró el analista en seguridad David Saucedo.
Saucedo asegura que el único beneficiado de la guerra interna del Cártel de Sinaloa ha sido el Cártel Jalisco Nueva Generación, de Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como “El Mencho”, que durante años aprovechó la contracción y fractura del Cártel de Sinaloa para expandir su propio narco imperio.
Aunque es incierto el estado de salud de Oseguera, el Cártel de Jalisco Nueva Generación es una de las organizaciones criminales más poderosas y despiadadas de México, según un reporte del 2024 de Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas de la DEA, y otro factor clave en la intoxicación fatal por drogas en Estados Unidos.
“El Mayo” es un hombre muy inteligente y, por lo tanto, probablemente previó escenarios como su retiro, captura o extradición, según Saucedo. En cualquier caso, era inevitable que en algún momento tuviera que ceder el mando a sus hijos, lo que provocaría un nuevo aumento en la violencia entre las facciones del Cártel de Sinaloa.
“Así que efectivamente el Cártel de Sinaloa llegó nuevamente a un esquema de reconfiguración y colaboración para enfrentar de manera conjunta al Cártel Jalisco Nueva Generación”, según Saucedo.