(CNN Español) – Edmundo González Urrutia es el principal candidato opositor en la elección presidencial de Venezuela de este domingo. Si llega a consagrarse como el próximo presidente, su esposa Mercedes López asumirá un rol central: el de primera dama.
En su perfil de Instagram se presenta como esposa, madre y abuela. Hija de padres de clase media, López tiene 74 años y nació en Caracas. Cuenta en una entrevista con CNN que conoció a Edmundo González Urrutia a los 18 años, cuando él alquiló un departamento arriba de dónde ella vivía.
Por esos años, recuerda, ambos cursaban distintas carreras en la Universidad Central de Venezuela. Ella estudió para ser odontóloga, pero no ejerció la profesión. Él se dedicaba a sus estudios internacionales.
Mercedes López se casó con González Urrutia a los 23 años, después de 5 años juntos, cuando él era tercer secretario de la Embajada de Venezuela en Bélgica. Esa fue la primera vez que ella viajó al exterior y fue a su lado. Desde entonces, por 51 años, han sido un matrimonio: tienen 2 hijas y 4 nietos.
Por la carrera diplomática de González Urrutia, la familia ha vivido durante años en lugares como el Reino Unido, Argelia, Estados Unidos y Argentina. Ella lo ha acompañado y ha sido parte de esos proyectos y su posible llegada a la presidencia de Venezuela no será la excepción, afirma.
Cuando la líder opositora María Corina Machado le pidió su aprobación a la hora de proclamar a González Urrutia como el candidato de la oposición después de su inhabilitación, López no dudó.
“En todos los cargos diplomáticos que él tuvo, me decía: ‘Nos trasladaron para allá, para acá, ¿tú qué opinas?’. Yo le decía: ‘Si tú aceptas, voy contigo’. Cuando uno se casa, como dice el cura, es para toda la vida, en lo bueno y en lo malo. La verdad es que no nos ha ido nada mal. Todo el mundo tiene problemas con su matrimonio, pero la vida hay que enfrentarla como venga. Y lo tenía que ayudar, no le podía decir que no. Y estoy feliz de haberlo hecho”, dice en entrevista con CNN.
Mercedes López mantiene un bajo perfil. Tanto que su primera entrevista fue apenas días atrás. De fe católica, López dijo en varias oportunidades que lo que están viviendo con la candidatura de su marido es un “designio del Señor”.
“Esto ha sido para nosotros toda una sorpresa, algo imprevisto”, asegura.
Se muestra entusiasmada y así se describe: “Yo soy muy conversadora, me gusta mucho conversar. Soy tal cual como soy: muy franca, muy directa, muy sencilla. No me gustan las mentiras, me gusta que me hablen de frente y saber que me están diciendo la verdad. Así sea lo malo, prefiero la verdad que una mentira piadosa”.
Antes y después de la campaña presidencial
Una vida de bajo perfil, tranquila, de rutinas. De reuniones con amigos y paseos con sus nietos. Así describe López la vida anterior a los últimos cuatro meses en que la campaña electoral lo cambió todo.
“Después de que Edmundo se retiró de la diplomacia se dedicaba a escribir, invitábamos amigos, teníamos reuniones con ellos. Lo último fue ser abuelos. Tenemos a algunos de los nietos al lado de la casa, dos aquí y dos están afuera. Nos dedicábamos a llevarlos a las clases de fútbol y deportes, nuestras tardes eran eso: ir a comer helados, a un cine. Estábamos tranquilos en nuestra casa y de repente llegó esto”, cuenta con alegría.
Lo que vino después fue un cambio “inmediato” y “drástico”, dice. “No teníamos un lugar donde recibir a la gente, entonces dije: ‘Vamos a hacerlo en casa’. La casa se convirtió en un comando de campaña. Vinieron todos los políticos, los recibí a todos, fueron bien atendidos, con cariño”.
“Sí, fue muy movido, pero creo que lo superamos”, agrega entre risas.
En estas últimas semanas, los días agitados desplazaron la privacidad familiar. Pero cuando caía la tarde, pasadas las 7 pm, dice que siempre encontraba un rato para volver a la cotidianidad y compartir con su esposo.
“Me dedicaba a estar con Edmundo, a conversar con él, ver cómo había pasado su día, qué sabía de nuevo, cómo iba a ser esto”, cuenta.
El futuro de Mercedes López
En caso de que su esposo llegue a ser presidente de Venezuela, López dijo que se ve como acompañante de su marido, pero también en un lugar protagónico en temas que involucran a las infancias y a las mujeres.
A días de las elecciones del 28 de julio, escribió en sus redes sociales: “Un sistema de salud de calidad no es un sueño, es totalmente posible. Hospitales con insumos, personal de salud bien pagado y una infraestructura de primer mundo, también es posible”.
El gobierno de Maduro ha salvado su responsabilidad en la crisis generalizada que vive Venezuela. A menudo sus voceros dicen que la culpa de la migración y de la brutal caída del PIB, que entre 2013 y 2021 cayó 75% según cifras oficiales, es consecuencia de las sanciones impuestas por Estados Unidos a varias empresas estatales y funcionarios del Gobierno. Sin embargo, en los últimos años reivindican como un logro haber derrotado la hiperinflación y el crecimiento económico de 2023.
En palabras de López, la experiencia como esposa de un diplomático también la preparó para este lugar. “Ha sido una experiencia en cada país conocer su cultura y su gente, compartir con personas de distintas partes del mundo. Ver cómo se vive, sus religiones, cómo la mujer es tratada en cada país. Uno aprende muchísimo. Yo soy esposa de un diplomático, uno aprende a recibir a una persona, poner una linda mesa, atender amigos”, dice.
“Cada país te da unas visiones diferentes. A todo le busco lo positivo, eso es lo que me traigo, siempre”, asegura.
El futuro de Venezuela
La esposa de Edmundo González Urrutia es crítica con la situación actual de Venezuela y reconoce que la recuperación del país no será de un día para otro.
Habla además de la gran responsabilidad que sienten frente a la ciudadanía que los apoya para llegar al poder en Venezuela.
“Y la pregunta siempre de nosotros dos cuando nos acostamos es ‘qué responsabilidad tan grande tenemos, ¿cómo vamos a hacer?’. Si llegamos a ser la pareja presidencial tenemos una responsabilidad muy grande. Y bueno, lo tenemos que hacer con la ayuda de todos, porque todos tenemos que ayudar para reconstruir este país, no hay duda”, asegura.