(CNN) – Fue una celebración para la posteridad, o al menos para la fama viral.
El surfista brasileño Gabriel Medina se enfrentaba al japonés Kanoa Igarashi, el hombre que lo había vencido en los Juegos Olímpicos de Tokio, y buscaba que esta vez la historia fuera diferente.
El brasileño no solo consiguió derrotar al surfista japonés, sino que lo hizo en parte gracias a una ola casi perfecta de 9,90 puntos (de un máximo de 10) en la tercera jornada de la competición de surf en Tahití, que se celebra al otro lado del mundo. Se trata de la ola con la puntuación más alta de la historia de los Juegos Olímpicos.
El júbilo posterior produjo otro momento de perfección: Medina saltó de su tabla, levantó el dedo y su tabla voló paralela a él mientras el fotógrafo Jérôme Brouillet, de la Agence France-Presse, tomaba la instantánea.
“Las condiciones eran perfectas, las olas eran más altas de lo que esperábamos”, declaró Brouillet a The Guardian. “Él [Medina] estaba en la parte de atrás de la ola y yo no podía verle hasta apareció y le hice cuatro fotos y una de ellas era esta”.
“No fue difícil hacer la foto. Se trataba más bien de anticipar el momento y saber dónde arrancará Gabriel la ola”, dijo.
Brouillet añadió: “Estaba mirando mi teléfono en el descanso de seis minutos después de la toma y vi que tenía muchas notificaciones en las redes sociales y pensé que algo estaba pasando con esta foto que había compartido ESPN y pensé: ‘Genial’”.
“Es muy genial, es una toma bonita y a mucha gente le encanta. No es realmente una fotografía de surf, así que capta la atención de más gente”.
La extraordinaria foto se ha difundido por redes sociales, con brasileños celebrando el pase de su surfista a los cuartos de final de la competición, entre ellos el delantero del Real Madrid y de la Seleção Rodrygo.
Cuando Medina publicó la foto en su cuenta de Instagram, entre todos los elogios de los asombrados brasileños y los más de 2,4 millones de me gusta, Igarashi comentó: “Rayos, no nos dejó ni una jajajaja (riéndome para no llorar)”.
Aunque Medina dio un paso más hacia su objetivo de conseguir una medalla olímpica, sin duda sintió que los jueces podrían haber sido más considerados con su esfuerzo.
“Sentí que era un 10”, dijo el tricampeón mundial de la WSL después de su ronda. “He hecho algunos 10 antes y me dije: ‘Seguro que es un 10’. La ola era tan perfecta”.
Sin embargo, aunque la actuación en el agua puede que no fuera un 10 de 10, la foto fue sin duda la imagen de la perfección.