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(CNN) – El dinero no puede comprar la felicidad, por supuesto. Por supuesto. Pero puede ayudar muchísimo.
La cuestión es la siguiente: durante años, en las investigaciones sobre las ciencias del comportamiento ha existido una teoría popular según la cual las personas alcanzan una especie de “meseta de la felicidad” alrededor del umbral de los US$ 75.000 (o alrededor de los US$ 100.000 ajustados a la inflación), y por encima de ese nivel, más dinero no te hará significativamente más feliz.
Pero según una nueva investigación de Matt Killingsworth, investigador principal de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, existe una “asociación cada vez mayor entre más dinero y mayor felicidad”.
O, para citar el viejo adagio: Más dinero y más viajes en yate a Mykonos con tus mejores amigos y tu chef personal.
En resumen, Killingsworth dijo que la idea del umbral de ingresos no era errónea, per se. Pero su investigación sugiere que si existe tal nivel, “es considerablemente más alto que ingresos de cientos de miles de dólares por año”.
Así que eso es todo, lo resolvimos: si quieres ser más feliz, simplemente cuadruplica tus ingresos… jajaja es broma. (Quiero decir cuadruplica tus ingresos si quieres, pero la ecuación de la felicidad es, por supuesto, un poco más complicada que eso).
Llamé al Dr. Killingsworth a principios de este mes para hablar sobre sus últimos hallazgos sobre la correlación entre el dinero y la felicidad, en qué se había equivocado la ciencia sobre el tema y por qué hay una necesidad de centrarse en una “cartera de felicidad”.
Esta entrevista ha sido editada para que sea más breve y clara.
Nightcap: ¿Podrías hablar un poco sobre tu investigación sobre la felicidad? ¿La versión para las personas simples?
Killingsworth: En el nivel más amplio, mi investigación apunta a entender qué hace que valga la pena vivir. Por ejemplo, ¿cómo entendemos las condiciones de una buena vida? ¿Qué hace feliz a la gente?
Para ello, recopilo datos a gran escala en el transcurso de la vida cotidiana de las personas… Esa es una especie de perspectiva global.
Una de las cosas que he estado analizando últimamente es esta cuestión de si existe una determinada cantidad de dinero que, una vez alcanzada, la felicidad deja de aumentar. ¿Existe una especie de umbral?
Durante mucho tiempo, los investigadores pensaron que si las personas llegaban a ese nivel (ya sean US$ 75.000 o US$ 100.000), entonces más dinero no marcana la diferencia.
Nightcap: Definitivamente he oído hablar de eso. No me considero una persona especialmente ávida por el dinero, pero la idea siempre me resultó un poco difícil de creer. Las personas con mucho dinero que no tienen que trabajar parecen estar pasándosela genial.
Killingsworth: Exacto. Parece que parte de la razón por la que los investigadores habían encontrado una especie de meseta se debía a cómo medían la felicidad. Era bueno para medir la felicidad en el extremo inferior, pero no por encima de ese. Es algo así como una prueba de demencia que mide si las personas pueden hacer cálculos matemáticos básicos o identificar a un animal. Pero una prueba de demencia no es muy buena para diferenciar a una persona promedio de un genio, porque todos obtendrán una puntuación perfecta.
Un par de artículos que publiqué en los últimos años cuestionaron esa idea, y lo que descubrí con datos de muy alta calidad es que, en realidad, la felicidad sigue aumentando a medida que aumenta el dinero.
Nightcap: Tengo una pregunta un poco cínica. Me pregunto si parte de la felicidad de los muy ricos es que tal vez su satisfacción provenga de estar muy por encima de todos los demás. Por ejemplo, si el piso fuera más alto y hubiera menos gente pobre en el mundo, ¿los ricos se sentirían mucho más felices?
Killingsworth: No es imposible que lo que estás describiendo sea parte de lo que está sucediendo. Pero estoy razonablemente seguro de que esa no es la historia completa.
Estadísticamente, lo que encuentro como el factor más explicativo es que cuando la gente tiene más dinero, se siente mucho más en control de sus vidas. Y creo que ese es el tipo de cosa que realmente no se detiene en ningún umbral mágico. Más dinero te da más opciones. Cuantos menos recursos tienes, más limitado estás, no tienes tantas opciones.
Nightcap: ¿Puedes hablar un poco sobre cómo la geografía hace una diferencia? Estados Unidos tiene una red de seguridad social bastante débil, y me pregunto cómo podría cambiar el cálculo si tuvieras menos dinero pero no estuvieras viviendo al borde del precipicio.
Killingsworth: Mis datos son todos de Estados Unidos, por lo que no hablan directamente de cómo se este patrón se aplica en otros países. Ciertamente, creo que es verdad que en todos lados el gradiente de felicidad es positivo, sin duda tiene sentido que el gradiente pueda ser más pronunciado en lugares donde hay más en juego. Comparto totalmente tu intuición de que Estados Unidos en particular es un lugar cada vez más difícil para ser pobre.
Nightcap: ¿Qué piensas de las implicancias prácticas de tus hallazgos? ¿Estamos volviendo culturalmente a una especie de codicia de la era Reagan?
Killingsworth: Realmente quisiera ser cuidadoso con eso, por varias razones.
El dinero es solo uno de los muchos factores que explican por qué algunas personas son más felices que otras. Por lo tanto, incluso si más dinero realmente hace que las personas sean más felices (mi estudio en realidad solo analiza la correlación entre todos ellos, aunque creo que hay una buena posibilidad de que eso refleje la estructura causal), hay muchas otras cosas que también son importantes.
Un error que creo que deberíamos tratar de evitar es priorizar tanto el dinero que no hagamos todas las otras cosas que son importantes.
Creo que la gente debería pensar en esto como una especie de cartera de la felicidad.
Hay otras cosas que puedes controlar, como pasar más tiempo con otras personas, ir al gimnasio más a menudo o andar en bicicleta, que son bastante fáciles. Mientras que, por ejemplo, multiplicar por cinco tus ingresos no te resultará tan fácil.
Se trata más bien de que quieras tener el control, la libertad, la flexibilidad para poder avanzar en la vida. Ganar dinero es una forma de hacerlo. Pero también hay otras formas, y una de ellas podría ser simplemente gastar menos.
Nightcap: Una última pregunta rápida: ¿Cuál es el secreto de la felicidad?
Killingsworth: …Quiero decir, creo que parte de la respuesta es que no hay una sola cosa. En realidad es una larga lista de cosas. No sé si estoy siguiendo tu pregunta correctamente.
Nightcap: Solo estoy bromeando, lo siento, ha sido una semana larga.
Killingsworth: Sabes, es la pregunta del millón. Es un poco como preguntar: “¿Qué te hace saludable?”. Y podrías decir, bueno, lavarte las manos es bueno. Pero también es bueno comer verduras. Y, ah, por cierto, hacer algo de ejercicio diario, no vivir en un entorno que esté realmente contaminado, eso sería bueno. No tener un trabajo o una vida familiar que sea súper estresante. Y también, no te sientas demasiado solo… Realmente puedes hacer una lista bastante larga antes de que empieces a pensar: “Bueno, ¿es realmente tan importante el ítem número 71 de mi lista?”.
No existe una solución milagrosa, ni un truco secreto que el médico te dirá que es clave. Y eso también significa que las personas tienen opciones sobre cómo buscan la felicidad.