(CNN) – Escondidos en los altos de las montañas de Chiapas, en el sur de México, unos 150 productores de café de la finca familiar Edelmann trabajan con sus manos durante horas y horas. La sombra de los árboles es la única barrera entre sus cuerpos y el sol del verano.
Tomás Edelmann, caficultor de cuarta generación y vicepresidente de la Cooperativa Internacional de Productores de Café, dijo a CNN que, si bien su método de producción de café a la sombra es más resistente a la sequía, una temporada seca más larga de lo normal, que él atribuye al cambio climático, hizo que los cultivos sufrieran este año.
“Si no tienes el tiempo adecuado, no tendrás la producción adecuada”, afirma. “Y con bajos rendimientos, obviamente tu costo de producción sube”.
Esos costos de producción más elevados podrían provocar una inflación de los precios del café: los amantes del café podrían tener que desembolsar más en el futuro a medida que suban los precios. Los tostadores y expertos cafeteros también señalan que los precios podrían seguir subiendo durante más tiempo, ya que factores como el cambio climático reducen la oferta mundial de café.
La Organización Internacional del Café (ICO, por sus siglas en inglés), una organización intergubernamental creada en 1963 con el apoyo de las Naciones Unidas, informó el mes pasado que el Precio Indicativo Compuesto de la ICO –un precio de referencia clave para la industria mundial del café– alcanzó su nivel más alto en 13 años, con una media de 226,83 céntimos, o alrededor de US$ 2,27 por kilo.
“El café es una materia prima muy complicada. En parte se debe a los múltiples marcos de oferta y demanda que influyen en el precio”, explica Ryan Delany, fundador y analista jefe de Coffee Trading Academy.
Y, según él, no hay suficiente café en el mundo.
El cambio climático obliga a subir los precios
“El café es más sensible a los cambios de temperatura que muchos otros cultivos”, afirma Michael Hoffmann, profesor emérito de la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida de la Universidad de Cornell. Y los recientes fenómenos climáticos no ayudan a la producción.
“El cambio climático está empeorando. Imagínense un clima más severo, el aumento de las temperaturas y el efecto directo sobre las personas que trabajan en las plantaciones de café”, dijo. “Probablemente para (los consumidores), el café solo va a ser más caro”.
Los conocedores del café suelen decir que cuando Brasil estornuda, el resto del mundo se resfría, en referencia a su condición de primer productor de Arábica, la variedad de café de primera calidad que representa más del 60% de toda la producción cafetera.
Por eso, cuando una helada inusualmente fuerte diezmó sus cosechas en el verano de 2021, el mercado del café sufrió un shock inmediato de oferta, ya que los futuros del café estadounidense, que rastrean el Arábica, alcanzaron un máximo de 260 centavos por kilo. Según Delany, los precios del café suelen oscilar entre 100 y 140 céntimos, pero se han mantenido constantemente por encima de ese rango durante los últimos tres años.
Sin embargo, el impacto de la helada no terminó en el Arábica.
Delany explicó que no es raro ver a los compradores cambiar entre Arábica y Robusta, un tipo de grano más barato que se utiliza en el café instantáneo. Y como cada vez hay más compradores de Robusta, el precio también se ve afectado.
“En general, cuando sube el Arábica, también sube el Robusta”, afirma.
No obstante, Delany señaló que es raro que la demanda de Robusta supere a la de Arábica, pero gracias a los elevados precios del Arábica, eso es exactamente lo que ha ocurrido.
Como su nombre indica, el Robusta es una planta mucho más resistente que el Arábica, pero a pesar de su capacidad para soportar periodos de sequía más largos, las cosechas recientes se han visto afectadas por sequías y temperaturas más altas de lo normal.
En particular, el Departamento de Agricultura de EE.UU. informó en mayo que Vietnam, el principal productor de Robusta, ha sufrido varios años de condiciones climáticas adversas que han provocado un descenso del 7% en los niveles de exportación. En su informe anual de 2023 señalaba que esperaba que estas condiciones meteorológicas fueran más frecuentes “debido al cambio climático”.
Neil Rosser, director y consultor de materias primas especializado en café de Bison Luxley Commodities, señaló que, aunque el Arábica suele ser la fuerza dominante en el café, este año es el aumento de los costos del Robusta lo que está haciendo subir el precio general del café.
“Hay un tamborileo de fondo que es el cambio climático, y que está causando problemas”, dijo. “Eso afectará a la estabilidad del mercado y no va a desaparecer en mucho tiempo”.
¿Qué significa esto para tu café?
Los minoristas de café ya sintieron la presión.
El fabricante italiano de café Lavazza dijo a CNN en un comunicado que subió los precios este año por varias razones. “Una combinación de malas cosechas, el cambio climático, la guerra en Ucrania, el conflicto en el mar Rojo, la intervención de los especuladores y la fortaleza del dólar ha creado una ‘tormenta perfecta’ para la industria del café que ha visto cómo los precios se disparaban desde la pandemia”, dijo la compañía.
Y el presidente de la empresa, Giuseppe Lavazza, dijo en declaraciones recogidas por el Financial Times en junio que preveía que el precio del café de supermercado en el Reino Unido aumentaría un 10% adicional.
Por su parte, Nestlé, propietaria de Nescafé, atribuyó el descenso de su margen de beneficios para 2023 al aumento de los costos del Robusta. La empresa informó en junio que se enfrentaba a un entorno de precios más difícil, ya que los consumidores preocupados por su presupuesto se alejaron tras las subidas de precios anteriores. Nestlé declinó hacer comentarios para este reportaje.
Los amantes de Starbucks, por su parte, probablemente no verán todavía un precio más alto en sus bebidas, ya que la empresa compra el café con mucha antelación, utilizando lo que se conoce como contratos de precio fijo en los que se compromete a comprar café a un precio determinado durante un largo periodo de tiempo, y emplea estrategias de cobertura para bloquear los precios, con lo que protege a los clientes de las oscilaciones del mercado.
“Si se produce un repunte de los precios del café, las empresas como Starbucks pueden aguantarlo durante un tiempo porque tienen muchos contratos de precio fijo y mucho café disponible”, afirma Sharon Zackfia, responsable de investigación de valores de consumo y analista de restaurantes de William Blair.
Aún así, Rosser afirma que si los costos siguen siendo elevados, es inevitable pagar por una taza de café más cara.
“A los tostadores les gusta mantener estable el precio de venta al público. No les gusta decepcionar a sus consumidores. Pero a veces es imposible si el precio sube demasiado”, afirma.
A pesar de las subidas de precios, hay una cosa de la que los expertos pueden estar seguros: la demanda de café no va a desaparecer pronto.
“Yo diría que no hay alternativas al café. Si tomas café todas las mañanas, lo tomas todas las mañanas”, afirma Delany. “Tanto si el precio del café es de US$ 3 como si es de US$ 1, el número de cafés que tomas por la mañana no cambia en función del precio”.