(CNN) – El secretario de Defensa, Lloyd Austin, revocó abruptamente un acuerdo de culpabilidad para el presunto cerebro de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y sus presuntos co-conspiradores, y relevó a la supervisora a cargo después de años de intentos para llegar a un acuerdo que cerrara los casos.
En un memorando sorpresivo publicado discretamente en la noche del viernes, Austin dijo que la responsabilidad de una decisión tan importante “debía recaer” en él. Sólo dos días antes, el Pentágono anunció que había llegado a un acuerdo con Khalid Sheikh Mohammed, más conocido como KSM, y otros dos acusados —Walid Bin ‘Attash, y Hawsawi— imputados por planear los atentados.
El memorando, dirigido a Susan Escallier, la autoridad convocante de las comisiones militares que dirige los tribunales militares de Guantánamo, decía que el secretario de Defensa le retiraría inmediatamente la autoridad en los casos y “se reservaría (a él mismo) dicha autoridad”.
Austin dijo que retiraba los tres acuerdos previos al juicio, que habían descartado la pena de muerte para los tres hombres.
Los fiscales del caso llevaban más de dos años discutiendo la posibilidad de un acuerdo de culpabilidad, que habría evitado un largo juicio complicado por las dudas sobre la admisibilidad de las pruebas obtenidas mediante torturas.
Tras iniciar las negociaciones en marzo de 2022, el acuerdo previo al juicio anunciado el miércoles habría supuesto la condena a prisión de KSM y sus coacusados a cambio de declararse culpables de todos los cargos, incluida la conspiración y el asesinato de las 2.976 personas enumeradas en el pliego.
En 2008, Mohammed fue acusado de una lista de delitos que incluía conspiración, asesinato en violación del derecho de guerra, ataque contra civiles, ataque contra objetivos civiles, causar intencionadamente lesiones corporales graves, destrucción de bienes en violación del derecho de guerra, y terrorismo y apoyo material al terrorismo. Estados Unidos había dicho que pediría la pena de muerte para Mohammed.
Pero el juicio militar contra Mohammed y sus presuntos cómplices se retrasó durante años mientras Estados Unidos intentaba determinar cómo tratar la cuestión de las torturas empleadas contra Mohammed y otras personas en prisiones secretas de la CIA en la década de 2000. Estaba previsto que el juicio comenzara el 11 de enero de 2021, pero los retrasos provocados por la dimisión de dos jueces y la pandemia de coronavirus postergaron la fecha.
El anuncio del acuerdo de culpabilidad provocó una fuerte reacción, tanto de los partidos políticos como de algunos grupos que representan a las víctimas del 11S y que han presionado para que el gobierno estadounidense aplique la pena de muerte por los peores atentados en suelo estadounidense desde Pearl Harbor.
“Aunque reconocemos la decisión de evitar la pena de muerte, nuestra principal preocupación sigue siendo el acceso a estos individuos para obtener información”, declaró Brett Eagleson, presidente de 9/11 Justice, organización que representa a supervivientes del 11S y familiares de las víctimas, en un comunicado tras el anuncio inicial. “Estos acuerdos de culpabilidad no deberían perpetuar un sistema de acuerdos a puerta cerrada, en el que se oculta información crucial sin dar a las familias de las víctimas la oportunidad de conocer toda la verdad”.
El senador demócrata Richard Blumenthal, de Connecticut, que ha representado a familias de víctimas del 11S, declaró el jueves a CNN que le preocupaba el acuerdo y dijo que el gobierno debía a los estadounidenses una explicación sobre el mismo.
“Creo que hay intereses aquí que pueden no haber sido representados tan justa y agresivamente como deberían”, dijo, y agregó: “Cuando luchamos contra los terroristas, y los tenemos bajo custodia, tenemos que hacerlos responsables con el tipo de penas que realmente hacen justicia a las víctimas.”
El senador republicano Lindsey Graham, de Carolina del Sur, advirtió que el acuerdo de culpabilidad “envía una horrible, mala señal en un momento muy peligroso.”
“El mundo está en llamas, el terrorismo es rampante, ¿y concedemos un acuerdo de culpabilidad al cerebro del 11S? Eso sólo anima a cometer más atentados”, afirmó.
Los esfuerzos del gobierno estadounidense por llevar ante la justicia a los acusados del 11S y a otras personas recluidas en la prisión de Guantánamo se han visto empañados por obstáculos jurídicos y políticos que abarcan gobiernos desde el de George W. Bush.
En 2009, el entonces secretario de Justicia, Eric Holder, anunció planes para acusar a los hombres ante un tribunal penal estadounidense en Manhattan, lo que provocó la reacción de algunos residentes del bajo Manhattan y republicanos que insistían en que los tribunales militares eran más apropiados. El traslado formaba parte del objetivo del presidente Barack Obama de cerrar la prisión de Guantánamo, una promesa electoral.
Los republicanos aprobaron leyes que bloqueaban el cierre de la prisión y Holder abandonó los planes de realizar un juicio. Los tribunales penales estadounidenses se han ocupado durante décadas de juicios de alto perfil contra terroristas, incluso con penas de muerte, que Holder había autorizado. Pero la oposición política relegó el caso a los tribunales de Guantánamo, sumidos en retrasos.
Holder recordó el viernes a sus críticos que su plan de 2009 probablemente habría resuelto el caso hace tiempo.
“Las personas responsables de estructurar este horrible acuerdo hicieron lo mejor que pudieron”, dijo Holder en X, invocando a Daniel Pearl, el periodista del Wall Street Journal asesinado por terroristas en Pakistán. “Recibieron una mala mano de políticos e ideólogos que perdieron la fe en nuestro sistema de justicia. KSM sería sólo un recuerdo si se hubiera seguido mi decisión de 2009. #DannyPearl”.
Manu Raju y Morgan Rimmer de CNN contribuyeron a este reportaje.