(CNN) – Simone Biles ganó este sábado su tercera medalla de oro de los Juegos Olímpicos de París con una actuación dominante en la final femenina de salto.
Biles terminó con una puntuación media de 15.300 y se adjudicó su décima medalla olímpica (7 de oro, 1 de plata y 2 de bronce).
La brasileña Rebeca Andrade ganó la plata con 14.966, mientras que la estadounidense Jade Carey obtuvo el bronce con 14,466.
Una fuerza imparable
Los últimos años de terapia y trabajo de salud mental han convertido a Simone Biles en una de las fuerzas imparables de París durante estos Juegos Olímpicos.
Con una actuación absolutamente arrolladora en el salto, Biles ya tiene tres medallas de oro que llevarse a Texas, y todavía tiene la oportunidad de conseguir dos más. Con una puntuación media de 15.300, Biles se llevó el oro con facilidad sobre la medallista de plata Rebeca Andrade, vigente campeona olímpica de la prueba. La medalla de bronce fue para la estadounidense Jade Carey, que completó su propia historia de recuperación tras su decepcionante actuación en salto en Tokio.
Biles, que ha hablado de la importancia de cuidar su salud mental durante estos Juegos después de cada una de sus actuaciones doradas, ha dicho que está hablando con su terapeuta cada mañana antes de la competición y religiosamente cada jueves.
“Hace tres años, nunca pensé que volvería a pisar un suelo de gimnasia, por todo lo que había pasado. Pero con la ayuda de (los entrenadores) Cecile y Laurent (Landi), volví al gimnasio y trabajé muy duro mental y físicamente”, dijo el jueves.
“Incluso esta mañana a las 7 he visto a mi terapeuta, y eso que hay cambio de hora (desde Houston). Ella es tan increíble por permitirme hacer eso estos dos días, asegurándose de que estoy bien mentalmente. Creo que eso se nota en la pista de competición”.
Biles recibió un gran aplauso cuando fue presentada al inicio de la competición, y la presión volvió a recaer sobre sus hombros.
Pero a diferencia de hace tres años, cuando sufrió un caso de “twisties” y se dio cuenta de que su mente no estaba en el lugar adecuado para soportar las expectativas que se le habían impuesto, afrontó el momento con aplomo.
Salió disparada hacia el caballete y clavó un dificilísimo doble salto Yurchenko, también conocido como Biles II. Rebotó en el aterrizaje y se mantuvo erguida.
La puntuación fue enorme: 15,700. Una puntuación de 9,400 en ejecución y 6,400 en dificultad, pero una penalización de 0,1 puntos porque su pie golpeó la línea de la colchoneta de aterrizaje.
El segundo esfuerzo de Biles, un salto de Cheng en el que sale disparada como un cohete, se clavó perfectamente en el centro de la colchoneta.
Trepó al primer puesto con una puntuación media de 15,300, después de que su segundo salto obtuviera 14,900 puntos. En los primeros compases, aventajó en más de un punto a la segunda clasificada.
Andrade, por su parte, hizo todo lo que pudo para igualarla.
La medallista de oro olímpica en 2020 igualó el salto de Cheng de Biles, girando en el aire mientras daba dos volteretas. El primer salto de Andrade obtuvo una puntuación de 15,100, superior al salto de Cheng de Biles.
Su segundo salto fue muy, muy bueno, pero no lo suficiente para superar a Biles. El segundo salto de Andrade tuvo una alta puntuación por su ejecución (9,433), pero sus marcas de dificultad la lastraron. Eso es lo que Biles sabe hacer y los demás no: aumentar la dificultad y la ejecución.
Al final, ni siquiera estuvieron cerca. Biles está rindiendo a otro nivel en estos Juegos. Andrade había estado poniendo presión sobre Biles durante toda la semana, especialmente en la prueba individual del jueves, pero la gran estadounidense ha sido demasiado.
Ha sido un largo camino para Biles, desde que hace ocho años se convirtiera en una superestrella de 19 años que irrumpía en escena en Río de Janeiro, hasta las profundidades de la desesperación en los Juegos de Tokio. Pero aquí, en la Ciudad Luz, Biles ha sido la que más ha brillado.
“Ver cómo he crecido desde Tokio y hasta los 19 años de Río es asombroso. Estoy orgullosa de Simone por esforzarse y no rendirse nunca”, declaró el jueves.