(CNN) – Mientras un DJ pone a sonar la música, los atletas se contorsionan, giran y saltan. Cada movimiento es una mezcla vertiginosa de movimientos de pies y contorsiones de extremidades.
Puede parecer más un arte que un deporte, pero el breakdance —conocido profesionalmente como breaking— debuta este mes en los Juegos Olímpicos de París.
El breakdance ha florecido en las calles de Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos desde la década de 1970, pero en París es la primera vez que sus atletas, conocidos como B-boys y B-girls, harán sus movimientos en el que quizá sea el mayor escenario del mundo.
En la competición de dos días que se celebra este viernes y sábado participan competidores de más de una docena de países, entre ellos China, Francia, Japón, Países Bajos, Corea del Sur, Ucrania, Kazajstán y Estados Unidos.
Según el estadounidense Víctor Montalvo (apodado B-boy Victor), llamado el “Michael Jordan del breaking” y uno de los favoritos para ganar una medalla en París, los Juegos Olímpicos darán a conocer el breaking a un público más amplio.
“Está llegando a un público diferente, un público global, un público que pensaba que el breaking había muerto o que nunca había existido, un público que tiene estereotipos o ideas equivocadas sobre el breaking en los años 80”, declaró Montalvo a CNN En Español en una entrevista reciente.
Ahora que este popular pasatiempo está en el punto de mira de los Juegos Olímpicos, aquí tienes todo lo que necesitas saber.
El breaking ha sido una forma competitiva de espectáculo callejero durante décadas
En Estados Unidos, el breaking forma parte de la cultura hip-hop que surgió en las calles de Nueva York hace cinco décadas. Comenzó como una forma de expresión creativa entre los jóvenes negros y latinos y se considera uno de los elementos clave del hip-hop, junto con el rap, el DJ y el arte del graffiti.
“El breaking fue una parte fundamental del movimiento hip-hop, ya que combinaba danza, música y cultura urbana”, afirma Sergey Nifontov, secretario general de la Federación Mundial de DanceSport, que rige este deporte. “El estilo de baile estaba muy influido por una mezcla de movimientos de diversas fuentes, como la gimnasia, las artes marciales e incluso el complejo juego de pies de James Brown”.
Impulsado por la creciente popularidad del hip-hop, el breaking irrumpió en la corriente dominante a mediados de los 80 gracias a la cobertura mediática y a apariciones en películas como “Wild Style”, “Beat Street”, “Breakin’” y su famosa secuela titulada “Breakin’ 2: Electric Boogaloo”.
Según Nifontov, el crecimiento de Internet y de las redes sociales contribuyó a la difusión de este arte al conectar a bailarines de todo el mundo para que compartieran sus movimientos y aprendieran unos de otros. En los últimos años, el breaking también se ha dado a conocer en programas de telerrealidad como “So You Think You Can Dance?”.
Esta forma de arte proporcionó a los jóvenes de minorías una forma de autoexpresión sobre sus luchas y problemas sociales más amplios, afirma Richard M. Cooper, experto en cultura hip-hop y coordinador de Estudios Afroamericanos de la Universidad Widener de Chester (Pensilvania). Lo describe como una salida creativa para una joven generación urbana desesperada por superar sus circunstancias.
“Breaking se creó contra todo pronóstico en una época de falta de recursos”, afirma Cooper. “Era una forma de enviar el mensaje de que ‘seguimos aquí pasándolo bien y no vamos a ir a ninguna parte’. Era una manera de que los niños negros y marrones tuvieran expresión artística… (y) crearan esta forma de arte hermosa, complicada y estilizada”.
Cooper explicó que, aunque el breaking fue una de las piedras angulares del movimiento hip-hop, sus raíces se remontan a décadas antes, en África, donde los bailarines hacían movimientos similares con tambores y otros instrumentos de percusión.
Por algo se llama breaking y no breakdance
Aunque breakdance es el término más comúnmente conocido, los B-Boys y B-Girls originales acuñaron la palabra “breaking” como homenaje a las vigorosas batallas de baile que se producen durante los descansos en una pista. Los Juegos Olímpicos adoptaron el mismo nombre para honrar su cultura e historia y preservar su autenticidad, explicó Nifontov.
“Aunque el término breakdance se popularizó en los medios de comunicación durante la década de 1980, en gran parte debido a las influencias comerciales y de Hollywood, a menudo se considera un término que simplifica en exceso y comercializa esta forma de arte”, explicó Nifontov a CNN en un correo electrónico. “La comunidad prefiere breaking, ya que abarca el significado cultural y artístico más profundo de la danza”.
El Comité Olímpico Internacional ha estado buscando formas de atraer a un público más joven. En los últimos años, ha añadido el skateboarding, la escalada deportiva y el surf a los Juegos Olímpicos como parte de ese esfuerzo.
El breaking encaja en esta tendencia dada su relevancia cultural y su naturaleza dinámica, dijo Nifontov. Las autoridades introdujeron el breaking en los Juegos Olímpicos Juveniles de Verano de 2018 en Argentina, donde su audiencia alcanzó el millón de espectadores, eclipsando la audiencia de otros deportes.
Mientras el breaking hace su debut en los Juegos Olímpicos, Cooper dijo que una parte de él teme que pierda algunas de las cualidades culturales que lo convierten en una forma de arte única.
“Todo cambia cuando las estructuras corporativas toman el control”, afirma. Pero Cooper también se alegra de que el breaking reciba el reconocimiento que merece, y le entusiasma ver cómo los atletas ponen de relieve su cultura y creatividad en un escenario mundial.
Las pruebas de breaking se puntúan en función de cinco factores
Al igual que la gimnasia o el patinaje artístico, las competiciones de breaking son puntuadas por un panel de jueces. Pero a diferencia de esos deportes, que permiten a los atletas competir con la música grabada de su elección, los B-Boys y las B-Girls deben exhibir su arte y atletismo al ritmo espontáneo de un DJ.
“El DJ crea el ambiente, y los bailarines tienen que reaccionar a él”, afirma Zack Slusser, vicepresidente de USA Dance, el organismo nacional de la Federación Mundial de DanceSport. “Eso es probablemente lo más crucial a la hora de juzgar: hasta qué punto un bailarín puede hacer resonar su arsenal de movimientos con la música”.
A diferencia de otros deportes, el éxito en el breaking no radica en quién es el más rápido o el más fuerte, dijo Montalvo.