Washington (CNN) –– Mientras el ejército estadounidense reúne a aliados para ayudar una vez más a la defensa a Israel contra un esperado ataque iraní, altos funcionarios estadounidenses están instando simultáneamente a sus socios a que presionen a Irán para que no lleve a cabo un ataque (o ataques coordinados con sus grupos aliados) y pidiendo a Israel moderación para evitar una guerra generalizada en la región.
En los últimos días, el presidente de Estados Unidos Joe Biden y su principal diplomático, el secretario de Estado Antony Blinken, mantuvieron una serie de llamadas con sus homólogos de todo Medio Oriente. Ambos tuvieron numerosos intercambios con los líderes y ministros de Asuntos Exteriores de Jordania, Qatar y Egipto, a los que llevaron un mensaje de distensión.
“Hemos estado involucrados en una intensa diplomacia con aliados y socios para comunicar ese mensaje directamente a Irán. Le comunicamos ese mensaje directamente a Israel”, dijo Blinken este martes. “Todos en la región deben entender que nuevos ataques sólo perpetúan el conflicto, la inestabilidad y la inseguridad para todos”.
El inminente ataque iraní se produciría en respuesta al asesinato por parte de Israel del máximo comandante militar del más poderoso aliado de Irán, Hezbollah, la semana pasada en el Líbano. Al día siguiente, se cree que Israel mató al líder político de Hamas en Teherán, un hecho que Israel no admitió haber llevado a cabo.
Según dos funcionarios estadounidenses familiarizados con los servicios de inteligencia, Irán y sus aliados empezaron a hacer preparativos para una posible represalia contra Israel. Las fuentes no dieron más detalles sobre qué tipo de preparativos comenzaron.
Varios funcionarios estadounidenses le dijeron a CNN que Estados Unidos espera un ataque contra Israel en los próximos días. No está claro si habrá una respuesta coordinada entre Teherán y Hezbollah.
Los funcionarios también le dijeron a CNN que se cree que Irán todavía está deliberando el alcance de su respuesta.
Un funcionario estadounidense y un funcionario de inteligencia occidental le dijeron a CNN que ahora hay mayores temores de que Hezbollah, más que Irán, sea el que tome medidas, lo que aumenta la posibilidad de que el grupo combatiente con base en el Líbano (que está financiado, equipado y entrenado por Irán) pueda actuar sin ellos.
Los funcionarios estadounidenses e israelíes creen que un ataque por parte de Irán y su eje puede ser sólo una cuestión de tiempo por lo que, lo que ocurra después, recaerá en Israel. Mucho dependerá tanto de los objetivos (militares o civiles) como de la letalidad de los ataques.
Si bien Estados Unidos mantiene conversaciones indirectas y secretas con Irán (a menudo en Omán), otros países, como Qatar y Jordania, hablan con Teherán de manera directa y abierta. El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania realizó un viaje inusual a Teherán durante el fin de semana, y Qatar suele actuar como intermediario de Estados Unidos.
El nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, le dijo este domingo al ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, que el asesinato de Haniyeh fue un “gran error del régimen sionista (Israel) que no quedará sin respuesta”, según la televisión estatal iraní.
Este miércoles, la Organización de Cooperación Islámica se reunirá en la ciudad portuaria de Yeddah, en Arabia Saudita, a petición de Irán para tratar el asesinato de Haniyeh. El funcionario de Hamas había estado en Irán para la toma de posesión de Pezeshkian, lo que aumentó la furia iraní contra Israel por llevar a cabo un asesinato tan descarado de su invitado en su capital.
Se espera que los ministros de Asuntos Exteriores árabes sigan presionando a Irán para que actúe con moderación y al mismo tiempo critiquen a Israel por el asesinato de Haniyeh.
El día antes de que mataran a Haniyeh, aviones israelíes lanzaron un ataque selectivo en el sur de Beirut contra el comandante militar de Hezbollah, Fu’ad Shakr. Al menos otras tres personas murieron, según los medios libaneses.
El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, dijo este martes que responderán contra Israel “sin importar las consecuencias” para vengar el asesinato, pero hacer esperar a los israelíes es “parte del castigo”.
Los crecientes temores de lo que puede suceder llegan poco menos de cuatro meses después de un enorme ataque de Irán contra Israel, en el que se dispararon más de 300 misiles y drones contra Israel en oleadas.
En ese caso, el ataque directo sin precedentes de Irán contra Israel fue un intento de vengar otro ataque israelí en la capital siria, Damasco, contra una instalación diplomática que mató a siete miembros de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Casi todo lo que Irán disparó fue interceptado por las defensas aéreas de Israel, aunque con ayuda significativa de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Jordania, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
El comandante militar estadounidense para Medio Oriente, el general Erik Kurilla, regresó a Israel este lunes, mientras Estados Unidos intenta resucitar un esfuerzo multinacional similar para proteger a Israel de los ataques. Pero no está claro hasta qué punto participarán los aliados árabes esenciales, dada su ira por el asesinato de Haniyeh, que también frustró a los funcionarios estadounidenses.
“No ayudó”, les dijo Biden a los periodistas el jueves.
–– Katie Bo Lillis, Natasha Bertrand y Michael Conte de CNN contribuyeron a este informe.