(CNN Español) – El presunto cofundador del Cártel de Sinaloa Ismael “el Mayo” Zambada será transferido desde El Paso, Texas, a Brooklyn, en Nueva York, para enfrentar un juicio, según confirmó su abogado Frank Pérez a CNN. Aún se desconoce la fecha exacta del traslado.
Zambada, de 76 años, enfrentará juicio en la misma corte federal del Distrito Este de Nueva York donde otras figuras prominentes ligadas al narcotráfico han sido condenadas, incluyendo al antiguo líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “el Chapo” Guzmán, quien fue sentenciado a cadena perpetua en 2019.
En esta misma corte, Vicente Zambada Niebla, conocido como el Vicentillo, hijo de Ismael “el Mayo” Zambada y miembro del Cártel de Sinaloa, también fue sentenciado a 15 años de prisión, en 2019.
También en una corte de Nueva York, Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México durante el sexenio del presidente Felipe Calderón, fue declarado culpable por su participación en actividades de narcotráfico y corrupción y está en espera de su sentencia.
Varios fiscales de EE.UU. han estado compitiendo por quién será el primero en procesar a Zambada. Se han presentado acusaciones contra el Mayo en Nueva York, California, Texas, Illinois y Washington y varios de esos distritos querían procesarlo, dijeron fuentes a CNN.
Un portavoz del Departamento de Justicia declinó hacer comentarios el miércoles.
El caso judicial llega después de que un avión en el que viajaban Zambada y Joaquín Guzmán López, el hijo del Chapo –de 38 años– volara a finales de julio de México a El Paso, lo que condujo a su detención.
Se enfrentan a varios cargos por presuntamente liderar las operaciones delictivas de lo que se considera una de las operaciones de narcotráfico más poderosas y mortíferas del mundo.
Las fuerzas de seguridad estadounidenses dijeron inicialmente a CNN que las detenciones se produjeron después de que Guzmán López engañara a Zambada y orquestara su arresto.
Sin embargo, el abogado de Zambada describió el incidente no como un engaño, sino como un secuestro violento, diciendo que “ni se entregó ni negoció ningún término con el Gobierno de EE.UU.”.
“Joaquín Guzmán López secuestró por la fuerza a mi cliente. Fue emboscado, tirado al suelo y esposado por seis hombres con uniforme militar y Joaquín. Le ataron las piernas y le colocaron una bolsa negra en la cabeza”, dijo Pérez en un comunicado.
“Luego lo metieron en la parte trasera de una camioneta y lo llevaron a una pista de aterrizaje. Allí le obligaron a subir a un avión, con las piernas atadas al asiento por Joaquín, y le llevaron a Estados Unidos contra su voluntad. Las únicas personas en el avión eran el piloto, Joaquín y mi cliente”.
Guzmán López —conocido como uno de los Chapitos, o hijos del Chapo— se ha declarado inocente de los cargos de narcotráfico, blanqueo de dinero y armas de fuego; no se ha enfrentado a ninguna acusación de secuestro.
“No está siendo acusado de secuestro”, dijo el abogado de Guzmán López, Jeffrey Lichtman. “Cuando el Gobierno lo acuse, entonces tomaré nota”.
Expertos han advertido que la captura de los presuntos jefes de los cárteles no frenará necesariamente el flujo de drogas hacia Estados Unidos ni la violencia en México, sino que podría exacerbarla. Sin embargo, según algunos expertos, la información que pueda obtener Estados Unidos de estos líderes, especialmente de Zambada, podría valer la pena por la agitación que cause entre los cárteles mexicanos.