(CNN) – El martes por la mañana, mientras Abdallah se encontraba en una polvorienta calle del norte de Gaza entre los escombros de los edificios bombardeados, recibió una llamada que llevaba esperando ya nueve meses.
“La Unicef me llamó y me dijo que me los enviaría. Por favor, por favor, Dios”, dijo secándose las lágrimas, en un video compartido con CNN por la agencia de la ONU para la infancia, Unicef.
Tras nueve meses separados por la guerra, sus hijos estaban en camino.
“Durante esos nueve meses, cada día duró nueve años”, dijo Abdallah, cuyo apellido no fue revelado por la Unicef para proteger su identidad y la de sus familiares.
Diez días después del comienzo de la guerra, la esposa embarazada de Abdallah y sus tres hijos huyeron al sur de Gaza en busca de seguridad. Pero hace dos meses, su mujer, su suegra y uno de sus hijos perdieron la vida.
“Los esperaba ansiosamente. Cada día anhelaba abrazarlos, ver a su madre y a su hermano. Pero era la voluntad de Dios. Su madre fue martirizada y su hermano también. Rezo para que Dios me reúna con el resto de mis hijos sanos y salvos”, dijo.
Cuando Abdallah tuvo por fin a su hijo menor en brazos el martes, era la primera vez que lo veía.
“Cariño mío, es la primera vez que te puedo ver”, dijo mientras besaba a su hijo, que ahora tiene 6 meses, en un momento grabado en video por la Unicef. CNN no habló directamente con Abdallah, pero la agencia de la ONU proporcionó su relato.
Los hijos de Abdallah fueron devueltos a su cuidado como parte de un programa de reunificación dirigido por la Unicef en Gaza, que sólo el martes ayudó a siete niños de cuatro familias diferentes a reencontrarse con sus padres.
El programa funciona desde marzo y su misión es localizar a los familiares de los niños no acompañados que han quedado huérfanos o se han perdido o separado de su familia en Gaza, donde la carga de la guerra de Israel contra Hamas pesa especialmente sobre los más jóvenes.
De las más de 39.600 personas muertas desde que Israel lanzó su invasión de Gaza tras los ataques del 7 de octubre dirigidos por Hamas, más de 16.000 son menores, según las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad de Gaza el 7 de agosto. CNN no puede verificar de forma independiente las cifras del ministerio. El ministerio no distingue entre víctimas entre combatientes y civiles.
A pesar de los repetidos desplazamientos, los familiares se esfuerzan por prestar asistencia allí donde pueden. Uno de los niños que participó en la misión de la Unicef del martes se reunió con su abuela, que ahora se hará cargo de él después de que su madre, su padre y sus hermanos murieran.
Sin embargo, los trabajadores humanitarios han declarado a CNN que un número cada vez mayor de niños –cuyos padres han muerto o han sido separados de ellos– viven sin ningún apoyo. Los menores de 18 años representan casi la mitad de la población de Gaza, según datos del censo palestino.
Las repetidas órdenes de evacuación de Israel y el consiguiente desplazamiento forzoso de la población también están provocando un aumento de las denuncias de malos tratos a menores, ya que las familias se desintegran y las redes de apoyo se rompen, según Liz Allcock, responsable de protección de Medical Aid for Palestinians, una organización de ayuda con sede en el Reino Unido.
Es sabido que los conflictos y la guerra agravan los problemas de protección infantil, declaró Allcock a CNN. “No es algo exclusivo de Gaza”, afirmó. Sin embargo, lo que hace diferente a Gaza es el repetido desplazamiento de la población debido a los intensos bombardeos israelíes y a las frecuentes órdenes de evacuación. “Hay un gran aumento de las denuncias (de explotación infantil) durante y después de las órdenes de evacuación”, dijo Allcock, añadiendo que es entonces cuando los niños se ven a menudo separados de sus familias y expuestos a riesgos.
Las visitas a los campos de desplazados de Gaza, dirigidas en junio por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, documentaron un “número significativo” de niños no acompañados y separados de sus familias. El Grupo de Coordinación Intergrupos de la OCHA, que supervisa a los grupos de la OCHA que se ocupan de cuestiones como la seguridad alimentaria, la protección y la salud, coordinó las visitas.
En uno de los campamentos, los miembros de la comunidad expresaron su preocupación por el “alarmante” aumento de la explotación y el maltrato infantil, así como de la violencia de género, según una evaluación publicada en Internet. En otros lugares del enclave también se han denunciado incidentes de trabajo infantil y una “creciente preocupación” por la explotación infantil.
No se sabe con exactitud cuántos niños de Gaza no están acompañados o están separados de sus familias, según la Unicef. Pero utilizando el análisis de otros conflictos mundiales, la organización calcula que esta población ronda los 19.000 menores.
Sin embargo, esa cifra no tiene en cuenta que Gaza tiene una elevada población infantil. Tampoco tiene en cuenta la gran proporción de familias ampliadas en Gaza que están dando un paso al frente y cuidando a muchos niños cuyos padres han muerto. La Unicef no puede verificar las cifras exactas debido a la falta de acceso a Gaza.
“Es muy común que las familias se separen”
La experiencia de Abdallah de reunirse con sus hijos no es la norma en una Gaza devastada por la guerra.
Los organismos de protección de la infancia se enfrentan a una ardua lucha para reunir a los niños no acompañados y separados de sus familias, según Jessica Dixon, que coordina los esfuerzos de protección de la infancia en Gaza y la Ribera Occidental para la Unicef.
“Muchos niños se quedan sin el cuidado de sus padres”, declaró a CNN el miércoles, en el último día de una visita humanitaria de dos semanas al enclave.
“Es muy común que las familias queden separadas. Al cruzar los puestos de control, de norte a sur, a través de Wadi Gaza, muchas personas son detenidas. Esa ha sido otra causa de separación familiar”. Wadi Gaza es una franja de humedales que divide el enclave.
Muchos niños han perdido a toda su familia a causa de los ataques aéreos israelíes. Apenas tres semanas después de iniciado el conflicto, la doctora Tanya Haj-Hassan, médico de cuidados intensivos pediátricos de Medicines Sans Frontieres/Médicos Sin Fronteras, declaró a CNN que los médicos que atienden en Gaza han acuñado un nuevo término: “WCNSF: wounded child, no surviving family” (niño herido, sin familia superviviente).
Algunos padres de Gaza también se esfuerzan por ayudar a sus hijos –tanto física como psicológicamente– dado el poco tiempo, espacio y recursos de que disponen, según declaró a CNN el Dr. Yasser Abu-Jamei, psiquiatra y director del Programa Comunitario de Salud Mental de Gaza.
Dixon explicó a CNN que, como consecuencia de estas intensas presiones, una de las principales preocupaciones de los organismos de protección es la desatención y el abandono de niños en el enclave. Enfrentadas a una importante privación de recursos, muchas familias sobreviven a duras penas, a menudo incapaces de alimentarse por sí mismas, dijo Dixon.
Agencias como la Unicef están trabajando duro para identificar y apoyar a los niños en riesgo de explotación, en particular a los no acompañados y separados de sus familias, dijo.
Pero hay muchas limitaciones operativas que restringen sus esfuerzos y se necesita más información sobre los niños no acompañados y separados que viven en campos de desplazados, añadió.
“Hay una enorme falta de acceso. Hay una falta de seguridad, una falta de comunicaciones”, dijo. “Las redes telefónicas son muy difíciles, para contactar con diferentes personas y para que los proveedores de servicios se pongan en contacto con diferentes familias”.
Por ahora, las organizaciones de ayuda están haciendo lo que pueden para intentar reunir a los menores con sus familias.
En el reciente viaje de reunificación de la Unicef, la organización creó brazaletes de identificación para entregar a los niños en caso de que se separen de sus padres, con la esperanza de que la experiencia de Abdallah sea compartida por muchos otros en Gaza.