(CNN) – Restos óseos de un hombre y una mujer han sido desenterrados en Pompeya, Italia, junto con un alijo de monedas y joyas preciosas, dicen los arqueólogos.
El descubrimiento forma parte de una excavación en la Región IX de la ciudad enterrada que ha sacado a la luz una plétora de edificios y artefactos antiguos, entre ellos una panadería, una casa en renovación y habitaciones decoradas con elaborados dibujos. Pompeya albergaba a unas 20.000 personas cuando quedó sepultada bajo la ceniza y el vidrio volcánico durante la erupción del Vesubio en el año 79 después de cristo.
El último descubrimiento añade más detalles a la imagen de cómo era la vida en la ciudad antes de la catástrofe. Los cadáveres se encontraron en un pequeño dormitorio que se utilizaba como espacio provisional para dormir mientras se renovaba la gran casa, según los arqueólogos que hicieron el descubrimiento.
La mujer fue encontrada en la cama. Llevaba en las manos un pequeño alijo de monedas de oro, plata y bronce, así como pendientes de oro y perlas. “La habitación fue elegida como refugio por las dos personas, mientras esperaban el final de la caída de piedra pómez que desde hacía horas llenaba poco a poco los espacios abiertos en el resto de la casa”, dijeron los arqueólogos en un comunicado.
Como la puerta estaba cerrada, la habitación quedó libre de piedra pómez, pero la pareja quedó atrapada dentro. “Atrapados en la pequeña y estrecha habitación, sus muertes fueron causadas por el flujo piroclástico que los sepultó”, dijeron los arqueólogos.
La habitación, que contenía una cama de madera, un taburete, un arcón y una mesa con tapa de mármol, estaba cerca de la habitación del Santuario Azul, desenterrada en junio, y junto a la gran sala de estar decorada con frescos. Los arqueólogos también hallaron objetos de bronce, vidrio y cerámica sobre la mesa. En el suelo se encontró un gran candelabro de bronce.
“La oportunidad de analizar los valiosísimos datos antropológicos relativos a las dos víctimas hallados en el contexto arqueológico que marcó su trágico final, nos permite recuperar una considerable cantidad de información sobre la vida cotidiana de los antiguos pompeyanos y las microhistorias de algunos de ellos, con una documentación precisa y puntual, que confirma la singularidad del territorio vesubiano”, declaró el director del parque, Gabriel Zuchtriegel.
Describió las excavaciones como “un trabajo en el que arqueólogos, antropólogos y vulcanólogos trabajan juntos para reconstruir los últimos momentos de la vida de hombres, mujeres y niños que perecieron durante una de las mayores catástrofes naturales de la antigüedad”.
Las excavaciones actuales en la Región IX se iniciaron inicialmente para evitar que se derrumbara el perímetro exterior del yacimiento. Han proporcionado algunos de los descubrimientos más importantes jamás realizados en la ciudad antigua.