(CNN) – Una semana después de la sorpresiva incursión transfronteriza de Ucrania en Rusia, cada vez está más claro que Moscú no tiene la situación bajo control.
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Decenas de miles de rusos se han visto obligados a huir de sus hogares mientras las tropas ucranianas seguían avanzando en territorio ruso durante el fin de semana y el lunes.
La incursión —la primera vez que tropas extranjeras entran en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial— es una gran vergüenza para el Kremlin. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, prometió “echar al enemigo” de Rusia, pero sus tropas aún no han logrado detener el avance ucraniano.
Esto es lo que sabemos.
¿Qué ha ocurrido?
Las primeras noticias de tropas ucranianas cruzando la región rusa de Kursk, justo al norte de la frontera ucraniana, empezaron a surgir a finales del pasado martes. Pero no fue hasta varios días después cuando Kyiv reconoció oficialmente que sus militares estaban operando dentro de Rusia.
El lunes, Kyiv afirmaba controlar unos 1.000 kilómetros cuadrados de territorio ruso. En términos de tamaño, es similar a la cantidad de territorio ucraniano que Rusia ha conseguido arrebatar en lo que va de año, estimada por el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), con sede en Estados Unidos, en 1.175 kilómetros cuadrados.
Aun así, la superficie queda empequeñecida por los más de 100.000 kilómetros cuadrados, o el 18% del territorio total de Ucrania, tomados por Rusia desde que comenzó el conflicto en 2014.
¿Por qué lo hace Kyiv?
El objetivo de la incursión sigue siendo un misterio.
Es probable que Kyiv intente alcanzar varias metas: recuperar la iniciativa y elevar la moral de sus soldados, al tiempo que desvía la atención de Rusia y avergüenza a Putin.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, declaró el fin de semana que la incursión era una forma de “presionar al agresor”.
El lunes, añadió que era “justo” y beneficioso destruir las posiciones rusas que se utilizan para lanzar ataques contra Ucrania, afirmando que se han lanzado miles desde la región de Kursk desde principios de junio.
“Hay que forzar a Rusia a la paz si Putin quiere seguir haciendo la guerra con tanto ahínco”, afirmó.
Ucrania se ha visto sometida en los últimos meses a una presión cada vez mayor a lo largo de la línea del frente de 960 kilómetros que mantiene con Moscú, incluso cuando comenzó a llegar al frente la tan esperada ayuda militar estadounidense.
La lenta ofensiva de Moscú a lo largo de todo el frente ha obligado a Ucrania a realizar operaciones defensivas en lugar de prepararse para una contraofensiva.
Aunque los avances de Rusia han sido en su mayoría graduales, recientemente ha conseguido acercarse a varias ciudades y carreteras de importancia estratégica en el este de Ucrania.
¿Cómo ha reaccionado Putin?
Con furia. La magnitud de la crisis quedó clara el lunes, cuando Putin celebró una tensa reunión con altos funcionarios de seguridad y del gobierno y con los jefes de las regiones fronterizas, prometiendo “echar al enemigo”.
Un video de la reunión publicado por el Kremlin muestra a Putin regañando a sus subordinados, en un momento dado haciendo callar al gobernador en funciones de la región de Kursk, Alexei Smirnov, cuando éste intenta explicar la magnitud de la invasión.
Smirnov le estaba diciendo a Putin que los ucranianos se habían adentrado unos 11 kilómetros en territorio ruso cuando Putin le interrumpió diciendo que podía obtener esa información de los militares y le ordenó que en su lugar se centrara en cuestiones sociales y económicas.
Putin no está acostumbrado a que se cuestionen su autoridad y su poder, y la incursión es la segunda gran humillación para el presidente en poco más de un año, tras el motín de Wagner del pasado junio.
Aunque el jefe del grupo de mercenarios privados, Yevgeny Prigozhin, fracasó en última instancia y acabó muerto tras intentar desafiar a Putin, el episodio causó una grieta importante en la imagen que el presidente ha cultivado durante décadas.
¿Qué significa para Rusia?
No se puede subestimar la magnitud de la crisis. Durante más de una década, desde que Rusia desencadenó el conflicto en el este de Ucrania y se anexionó Crimea en 2014, la guerra que Moscú ha librado en Ucrania apenas afectó al pueblo ruso.
Las sanciones generalizadas impuestas por Occidente a Rusia dificultaron los viajes internacionales y encarecieron o hicieron inaccesibles los productos extranjeros, pero la sensación de seguridad frente a los ataques extranjeros se ha mantenido más o menos intacta.
Esto cambió cuando Ucrania empezó a utilizar drones y misiles para atacar regularmente en el interior de Rusia a principios de este año, especialmente después de que Kyiv obtuviera el permiso de algunos de sus aliados para utilizar sus armas en ataques transfronterizos. La incursión terrestre lo hace aún más evidente.
Moscú se ha esforzado por contener el ataque. Las autoridades rusas impusieron una amplia operación antiterrorista en tres regiones fronterizas —Belgorod, Briansk y Kursk—, pero no llegaron a declarar la incursión como un acto de guerra.
El ISW dijo que esto era probablemente un intento del Kremlin de minimizar deliberadamente el asalto para evitar el pánico interno o la reacción por el hecho de que Rusia era incapaz de defender sus propias fronteras.
¿Qué dicen los aliados de Ucrania?
Putin ha arremetido este lunes contra los aliados de Ucrania, afirmando que “Occidente nos combate con las manos de los ucranianos”.
Sin embargo, todo parece indicar que la incursión tomó por sorpresa no sólo a Rusia, sino también a algunos de los aliados más cercanos de Ucrania.
La administración Biden dijo la semana pasada que no estaba al corriente de los planes de Kyiv con antelación, pero reiteró su apoyo a Ucrania.
En declaraciones a los periodistas el lunes, el asesor de comunicaciones de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo: “No se equivoquen: esta es la guerra de Putin contra Rusia. Y si no le gusta, si le incomoda un poco, entonces hay una solución fácil: que se largue de Ucrania y ya está”.
Del mismo modo, la Unión Europea, Alemania, el Reino Unido y otros países occidentales expresaron su apoyo a Ucrania.s probable que se trate de un intento del Kremlin de restar importancia deliberadamente al asalto para evitar el pánico interno o una reacción violenta por el hecho de que Rusia fuera incapaz de defender sus propias fronteras.
¿Qué pasará después?
Los analistas no esperan que Ucrania intente avanzar mucho más en territorio ruso. El éxito de la incursión se debió en gran medida al factor sorpresa, y Moscú tuvo que movilizar recursos para intentar defender sus fronteras.
Una vez que los refuerzos rusos estén en el lugar, es poco probable que Ucrania sea capaz de mantener el territorio que logró tomar.
Ucrania se ha pasado los últimos meses tratando de frenar los avances rusos, primero a la espera de las entregas de armas estadounidenses, que llevaban mucho retraso, y ahora mientras espera que las tropas recién reclutadas se entrenen y lleguen al frente.
La incursión podría haberle dado el impulso que tanto necesitaba.