(CNN) – La gimnasta estadounidense Jordan Chiles y el equipo olímpico de Estados Unidos bien podrían sentirse como protagonistas de una novela de Franz Kafka, ya que se encuentran atrapados en un escenario cada vez más surrealista mientras intentan recuperar su medalla de bronce.
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Sus esfuerzos por recuperar la medalla de bronce que Chiles creía haber ganado durante el ejercicio de suelo en los Juegos Olímpicos de París 2024 se están topando con obstáculos cada vez más extraños, y el martes se produjo un nuevo giro en la saga en curso.
El jefe del panel de tres personas del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés), que dictaminó que la investigación inicial de Estados Unidos sobre la puntuación de Chiles en el ejercicio de suelo se presentó fuera del plazo de un minuto y concedió el tercer puesto a la rumana Ana Bărbosu el sábado, lleva años representando los intereses de Rumania.
El Dr. Hamid G. Gharavi, Philippe Sands y Song Lu formaban parte del panel, del que Gharavi era el presidente, según el TAS. En el currículum de Gharavi, que puede consultarse en el sitio web del TAS, figuran numerosos casos en los que ha representado a Rumania en casos de arbitraje.
El Instituto Internacional para la Prevención y Resolución de Conflictos fue el primero en informar sobre los vínculos jurídicos de Gharavi con Rumania.
En respuesta a una petición de comentarios, Gharavi remitió a CNN al TAS.
En una declaración enviada a CNN este miércoles, el TAS dijo: “De acuerdo con las directrices sobre conflictos de intereses emitidas por la International Bar Association (IBA), el TAS no tiene motivos para destituir a un árbitro que haga tal revelación si las partes no se oponen a su nombramiento”.
Lo que se alabó como uno de los mejores Juegos Olímpicos de la historia se ha visto empañado por la confusión, la angustia y las acusaciones de incompetencia dirigidas contra los órganos de gobierno implicados.
Inicialmente, Bărbosu pensó que tenía la medalla hasta que el equipo estadounidense apeló con éxito la puntuación del juez de la rutina de Chiles, lo que elevó a la estadounidense del quinto puesto al tercero y a una imagen icónica instantánea del primer podio completamente negro de la historia de la gimnasia olímpica. Chiles conservó la medalla solo cinco días antes de que el TAS se la concediera a Bărbosu.
Para complicarlo todo, la comunicación previa a la decisión del tribunal fue defectuosa.
Según Christine Brennan, colaboradora de CNN, el TAS notificó el sábado la audiencia a los funcionarios estadounidenses equivocados.
El equipo de EE.UU. dice ahora que tiene pruebas de video de que su apelación se presentó dentro del plazo designado de 60 segundos, pero US Gymnastics dice que el TAS les informó que, de acuerdo con sus propias normas, la decisión no puede ser reconsiderada “incluso cuando se presenten nuevas pruebas concluyentes”.
El lunes, USA Gymnastics dijo que “continuaría buscando todas las vías y procesos de apelación posibles, incluido el Tribunal Federal Suizo, para garantizar la justa puntuación, colocación y concesión de medallas para Jordan”.
Mientras tanto, Chiles se retiró de las redes sociales y publicó cuatro emojis con el corazón roto tras el fallo del TAS del sábado. Tanto ella como Bărbosu se encuentran ahora en el limbo, atrapadas en medio de un fiasco emocional provocado por una de las competiciones deportivas más importantes del mundo.
El Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos parece estar quedándose sin opciones, pero aseguró que trabajará “diligentemente para resolver este asunto de forma rápida y justa”.
Es difícil saber cómo sería una resolución justa, pero, si alguien piensa que esto se resolverá rápidamente, debería recordar otra escena de los Juegos de París de este verano.
Dos días después de concluir la competición de gimnasia, nueve patinadores artísticos estadounidenses salieron al sol bajo la Torre Eiffel para recibir sus medallas de oro de la prueba por equipos de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022.
Llevaban dos años y medio esperándolas.