(CNN) – El nuevo poder del Medicare para negociar los precios de los medicamentos supondrá un ahorro estimado de US$ 6.000 millones para el Gobierno federal y una reducción de US$ 1.500 millones de lo que gastan de sus bolsillos las personas mayores cuando los precios más bajos entren en vigor en 2026, anunció el jueves la administración Biden.
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El programa de negociación, autorizado por la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 (IRA, por sus siglas en inglés), ha sido un tema central de los esfuerzos de la Casa Blanca para reducir el coste de la vida de los estadounidenses, incluido el de los medicamentos con receta, después de que la inflación se disparara durante el mandato del presidente Joe Biden. Se espera que la vicepresidenta Kamala Harris siga haciendo campaña sobre la reducción de los precios de los medicamentos de cara a las elecciones de noviembre.
“Es un alivio para los millones de adultos mayores que toman estos medicamentos para tratar desde la insuficiencia cardíaca a los coágulos sanguíneos, la diabetes, la artritis, la enfermedad de Crohn y más, y es un alivio para los contribuyentes estadounidenses”, dijo Biden en un comunicado.
Biden y Harris pregonaron los resultados del programa en Maryland, el jueves por la tarde, en su primera aparición conjunta desde que Biden anunció que no se presentaría a la reelección y Harris le sustituyó como aspirante demócrata.
Muchos estadounidenses —incluidos los adultos mayores, un bloque electoral clave— desconocen las principales disposiciones de la ley destinadas a reducir los costes de los medicamentos para los afiliados a Medicare. Solo el 48% de los votantes de 65 años o más sabe que el Medicare puede negociar el precio de algunos medicamentos, según una encuesta de KFF publicada en mayo.
El Medicare consiguió un ahorro de entre el 38% y el 79% sobre los precios de lista para 2023 de 10 medicamentos sujetos a negociación, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés). Sin embargo, estas cifras no tienen en cuenta los descuentos y rebajas que los fabricantes de medicamentos ya ofrecen a los planes de la Parte D, lo que constituye el llamado precio neto.
Los US$ 6.000 millones de ahorro para Medicare representan una reducción del 22% del gasto neto total en medicamentos, teniendo en cuenta los descuentos y rebajas. Los funcionarios no pueden dar detalles sobre los recortes netos de costes de cada medicamento porque se trata de información competitiva, aunque varios expertos del sector han calculado la cuantía de las concesiones de precios que suelen ofrecer los fabricantes de fármacos.
La ronda inicial de negociaciones con los fabricantes de medicamentos –que hasta ahora han intentado, sin éxito, anular el programa en los tribunales federales– se centró en los fármacos más utilizados y caros por los afiliados al Medicare.
Estos son los 10 medicamentos y los descuentos sobre el precio de catálogo de 2023 conseguidos mediante las negociaciones, según el HHS:
- Januvia: 79%
- Fiasp/NovoLog: 76%
- Farxiga: 68%
- Enbrel: 67%
- Jardiance: 66%
- Stelara: 66%
- Xarelto: 62%
- Eliquis: 56%
- Entresto: 53%
- Imbruvica: 38%
La estimación de US$ 6.000 millones de ahorro se basa en el coste de estos medicamentos para Medicare en 2023, según declaró a la prensa Chiquita Brooks-LaSure, administradora de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid.
La Oficina Presupuestaria del Congreso ha calculado que el programa de negociación ahorrará a Medicare US$ 100.000 millones en una década.
El descuento global obtenido por el Medicare en esta primera ronda fue mayor de lo que esperaban algunos expertos del sector.
“Los resultados fueron un poco más agresivos/impresionantes, dependiendo del punto de vista, de lo que yo pensaba”, dijo Spencer Perlman, director de Investigación Sanitaria de Veda Partners, una consultora de políticas para inversores institucionales.
Muchos de los afiliados al Medicare que toman los medicamentos sujetos a negociación verán ahorros en el mostrador de la farmacia, aunque dependerá de su cobertura de medicamentos de la Parte D de Medicare, dijo Perlman. Para muchos, los costes de los medicamentos se basan normalmente en los precios de lista de los fármacos –antes de los descuentos y rebajas a los planes de la Parte D– y esos precios serán más bajos gracias al programa.
Casi 9 millones de pacientes tomaron al menos uno de los medicamentos objeto de negociación en 2023 y gastaron US$ 3.900 millones de su bolsillo, según el HHS. La agencia dio un ejemplo hipotético de un inscrito en el Medicare que toma Stelara, que trata varias enfermedades autoinmunes, que es responsable de un pago de coseguro del 25%. La persona mayor podría tener que pagar hoy US$ 3.400 por un suministro para 30 días, pero pagaría US$ 1.100 cuando entre en vigor el precio negociado. (El ahorro real dependerá del plan de medicamentos de cada persona).
Sin embargo, el beneficio para los afiliados se verá atenuado por otra disposición de la Ley de Reducción de la Inflación: un tope anual de US$ 2.000 en los gastos de bolsillo de los planes de Parte D, que entrará en vigor en enero. Esto limitará la exposición de los pacientes a elevados gastos en medicamentos.
Farmacéuticos luchan contra la ley
La poderosa industria farmacéutica, que lleva mucho tiempo luchando contra la posibilidad de que el Medicare negocie los precios y no está acostumbrada a perder en el Capitolio, ha intentado detener el proceso de negociación, presentando múltiples demandas en tribunales federales de todo EE.UU. que alegan que el programa es inconstitucional en varios sentidos. Varios de ellos han afirmado que, en esencia, se les obligaba a participar o, de lo contrario, se enfrentaban a fuertes penalizaciones o a la retirada de los mercados del Medicare y Medicaid.
Pero la semana pasada, un juez federal de distrito de Ohio desestimó una de las impugnaciones, lo que supuso la séptima derrota en la batalla legal de los fabricantes de medicamentos y sus aliados.
Aunque los fabricantes de medicamentos han afirmado en repetidas ocasiones que las negociaciones de precios perjudicarán a sus negocios y reducirán la innovación, varios han indicado en recientes llamadas para informar sobre los beneficios que el impacto será más moderado.
“Ahora que hemos visto el precio final, confiamos cada vez más en nuestra capacidad para navegar por el impacto de la IRA en [el caso de] Eliquis”, dijo Chris Boerner, CEO de Bristol Myers Squibb, y añadió: “Quiero seguir haciendo hincapié en que nos oponemos firmemente a la fijación de precios del Gobierno bajo la IRA”.
“Si bien a corto plazo esto podría ser manejable en nuestro primer grupo de medicamentos, a largo plazo, esta política no es realmente buena para la innovación [o] buena para los pacientes en Estados Unidos”, dijo Vasant Narasimhan, CEO de Novartis, que fabrica el medicamento para la insuficiencia cardíaca Entresto.
Los demás fabricantes con fármacos en las negociaciones iniciales son Merck, la división Janssen de Johnson & Johnson, Novo Nordisk y AstraZeneca, entre otros.
Expertos señalan que los fabricantes están más preocupados por las futuras rondas de negociaciones, que afectarán a un mayor número de medicamentos, algunos de los cuales podrían no estar ya sujetos a importantes descuentos.
“Es mucho más una cuestión de ‘ahora abrimos la caja de Pandora de las negociaciones de precios’ y ‘¿se extenderá esto a los mercados comerciales?’, que todo el mundo piensa que sí”, dijo Geoffrey Joyce, director de Política Sanitaria del Centro Schaeffer de Política y Economía de la Salud de la Universidad del Sur de California, señalando que el ahorro conseguido por el Medicare “no es trivial, pero no cambia las reglas del juego”.
El principal grupo de presión de la industria advirtió que el programa de negociación —que calificó de “fijación de precios gubernamental”— perjudicará la investigación de nuevos fármacos.
“La IRA también altera fundamentalmente los incentivos para el desarrollo de medicamentos”, dijo en un comunicado Steve Ubl, director general de la Pharmaceutical Research and Manufacturers of America, conocida como PhRMA, señalando que las empresas ya están cambiando sus programas de investigación. “El desarrollo de medicamentos es un proceso largo y complejo, y las implicaciones negativas de estos cambios no se materializarán plenamente hasta dentro de décadas”.
El proceso de negociación
Los CMS tuvieron en cuenta múltiples factores a la hora de elaborar su oferta inicial, como las ventajas clínicas de los medicamentos y el precio de las alternativas, entre otros. La agencia también organizó sesiones para que los pacientes y otras personas pudieran dar su opinión sobre los medicamentos seleccionados.
El secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Xavier Becerra, dijo a la prensa que durante las negociaciones se produjeron “importantes idas y venidas”.
“Tuvieron la oportunidad de presentar sus propias propuestas de precios y de hacer contraofertas a lo largo de la negociación”, dijo. “Después de sustanciales idas y venidas, aceptamos una oferta o una empresa aceptó nuestra oferta”.
Tras esta ronda inicial, Medicare puede negociar los precios de otros 15 medicamentos para 2027 y de nuevo para 2028. El número se eleva a 20 medicamentos al año a partir de 2029.
En los dos primeros años de negociaciones, solo se incluirán los medicamentos de la Parte D que se compran en farmacias. El Medicare añadirá los medicamentos de la Parte B, que son administrados por los médicos, a la mezcla para 2028.
Los CMS anunciarán los nombres de los medicamentos de la próxima ronda antes del 1 de febrero. Los precios negociados entrarán en vigor en 2027.