(CNN) – Pescadores y científicos se alarmaron cuando miles de millones de cangrejos desaparecieron del mar de Bering, cerca de Alaska, en 2022. Los científicos explicaron que no se debía a la sobrepesca, sino a que el asombroso calentamiento del agua aceleró el metabolismo de los cangrejos y los mató de hambre.
Pero su terrible desaparición parece ser solo uno de los efectos de la enorme transición que se está produciendo en la región, según un nuevo estudio publicado el miércoles: partes del mar de Bering se están volviendo literalmente menos árticas.
El estudio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos señala que la probabilidad de que se produzcan condiciones más cálidas y sin hielo en el sureste del mar de Bering -el tipo de condiciones que se dan en las regiones subárticas- es aproximadamente 200 veces mayor ahora que antes de que los humanos empezaran a quemar combustibles fósiles que calientan el planeta.
El estudio subraya “lo mucho que ha cambiado ya el ecosistema del mar de Bering, incluso durante el tiempo de vida de un pescador de cangrejos de las nieves”, según Michael Litzow, autor principal del estudio y director del laboratorio de Kodiak (Alaska) del Departamento de Pesca de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
También sugiere que “deberíamos anticipar muchos más años [muy cálidos]”, dijo, mientras que las condiciones verdaderamente árticas -frías, heladas, traicioneras- serán pocas y distantes entre sí.
Los cangrejos de las nieves, una especie ártica de agua fría, prosperan abrumadoramente en áreas donde las temperaturas del agua están por debajo de los 2 grados Celsius, aunque pueden funcionar físicamente en aguas de hasta 12 grados Celsius.
Una ola de calor marina en 2018 y 2019 fue especialmente mortal para los cangrejos. El agua más caliente hizo que el metabolismo de los cangrejos aumentara, pero no había suficiente comida para mantener el ritmo.
Miles de millones de cangrejos acabaron muriendo de hambre, devastando la industria pesquera de Alaska en los años siguientes.
El cangrejo de las nieves es una especie de gran valor comercial, con un mercado de hasta US$ 227 millones al año, según el estudio del miércoles. Litzow afirma que el sector debe adaptarse, y rápido.
“¿Cómo vamos a hacer negocios de forma diferente a medida que este proceso empeora cada vez más para la pesquería del cangrejo de las nieves?”, dijo, señalando que aunque tiene “esperanzas” de conseguir una recuperación en un corto periodo, ya que la región ha sido muy fría y han desovado nuevos cangrejos de las nieves jóvenes, advirtió que “las probabilidades son de que continúen las malas condiciones” en los próximos años.
El declive del cangrejo de las nieves en Alaska señala un cambio más amplio del ecosistema en el Ártico, a medida que los océanos se calientan y el hielo marino desaparece. Según expertos, el océano que rodea Alaska se está volviendo inhóspito para varias especies marinas, como el cangrejo real rojo y los leones marinos.
Un mar de Bering más cálido también está dando paso a nuevas especies, amenazando a las que han vivido durante mucho tiempo en sus traicioneras y frías aguas, como el cangrejo de las nieves.
Normalmente, hay una barrera de temperatura en el océano que impide que especies como el bacalao del Pacífico lleguen al hábitat extremadamente frío de los cangrejos. Pero durante la ola de calor de 2018-2019, el bacalao del Pacífico pudo ir a estas aguas más cálidas de lo habitual y se comió una parte de lo que quedaba de la población de cangrejos de las nieves.
“Hemos observado cambios de especies en la distribución y desajustes en presas y depredadores, que han contribuido a la disminución de algunas especies como el bacalao del Pacífico en el golfo de Alaska”, dijo a CNN Robert Foy, director del Centro de Ciencias Pesqueras de Alaska.
Foy, que no participa en el estudio, dijo que estos grandes cambios en los ecosistemas están planteando “nuevos retos y oportunidades para la ciencia y la gestión de la pesca”, señalando que los gestores de la pesca están trabajando ahora para incorporar nuevas tecnologías como los drones y la inteligencia artificial para “detectar y responder más rápidamente a los cambios ambientales y las respuestas ecológicas”.
La región ártica se ha calentado cuatro veces más deprisa, según los científicos, que el resto del planeta. Litzow calificó lo que está ocurriendo en el mar de Bering de “indicador” de lo que está por venir.
“Todos debemos reconocer los efectos del cambio climático”, afirmó. “Le prestamos mucha atención por una buena razón: porque de ellos depende el sustento de las personas”.