(CNN Español) – Celso Amorim, el principal asesor en política internacional del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, participó como observador del proceso electoral en Caracas. En diálogo con CNN en Español, el diplomático afirmó que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, le prometió que el Consejo Nacional Electoral (CNE) entregaría las actas. Sin embargo, a casi un mes de los comicios, aún no han sido publicadas.
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Amorim subraya que la situación en ese país es muy problemática e insiste en la posibilidad de repetir los comicios con observación de la Unión Europea (UE), algo que estaba previsto para las elecciones del 28 de julio pero que finalmente no ocurrió. Antes de los comicios, el CNE revocó la invitación argumentando que, dado que el bloque no retiraba las sanciones impuestas a entidades, empresas y funcionarios venezolanos, se tomaba la decisión como “ejercicio” de “soberanía”.
Lo que sigue a continuación es una versión editada de la entrevista que CNN le hizo a Amorim.
CNN: ¿Que está leyendo sobre lo que está pasando en Venezuela hoy, teniendo en cuenta que ya han pasado varias semanas desde las elecciones?
Celso Amorim: He estado en Venezuela durante las elecciones de Estado, incluso con el presidente Maduro, al día siguiente; estaba presente también el presidente de la Asamblea General y hablé de la necesidad de tener las actas. Eso es parte del acuerdo de Barbados, de aceptar la transparencia de parte de ellos y para dirimir cualquier duda sería importante tener las actas. Él me dijo que sería una cuestión de días, de algunos días, incluso añadió, “como siempre ocurre”. Pero, bueno, no las tenemos. Del otro lado, tenemos las actas de la oposición, pero tampoco me parece correcto basar el reconocimiento de un presidente en actas que están en manos de la oposición, de un partido, no del Consejo Nacional Electoral. Aunque sepamos que son copias, no me parece correcto.
CNN: ¿Esa promesa de que en pocos días iban a aparecer las actas, Nicolás Maduro se la hizo a usted cara a cara?
CA: Vamos a tener que pensar con imaginación. Nosotros enfrentamos una situación, no era idéntica, los hechos no eran los mismos, pero una situación muy difícil después del intento de Golpe de Estado en el 2002 y en 2003 creamos un grupo de amigos que miraron el conjunto de la situación e hicieron propuestas que los dos lados aceptaron que, en aquel caso, fue un referéndum revocatorio. Ahora no es el caso, pero va a ser necesario alguna imaginación y también tolerancia de las dos partes porque es un problema muy serio. No es solamente quién ganó una elección, hay una división muy profunda y me parece que hay necesidad de una reconciliación nacional.
CNN: ¿Ese ejercicio de imaginación podría llegar, incluso, al punto de pedir nuevamente unas elecciones en Venezuela?
CA: Se ha hablado de eso, pero no pueden decir que es una propuesta de Brasil, porque no tiene que ser una propuesta de Brasil o de otro país, hay que tener un diálogo del que pueda surgir una solución. Podría ser esa, no sé si sería suficiente, tendría que ser parte de un paquete, como ha dicho el presidente (Gustavo) Petro en X, que tenga garantías recíprocas entre el gobierno y la oposición. No solo la garantía de no persecución sino también garantías de participación en el proceso electoral. El próximo año están programadas las elecciones parlamentarias y regionales. Es muy importante que… Son más de dos partidos, pero, que los dos lados principales pueden participar libremente.
CNN: Esta idea de repetir elecciones, al menos en una primera reacción oficial por parte de la oposición, por ejemplo, en el caso de María Corina Machado, no gustó absolutamente nada, ¿Hay otro camino?
CA: Lo fundamental es el diálogo y en el diálogo tiene que haber un paquete. Por ejemplo, la UE sería una buena entidad para acompañar las elecciones. Estaban invitados, pero se sacó la invitación porque la UE mantuvo las sanciones. Entonces, tiene que haber tolerancia, no tiene que haber arrogancia de los que quieren ayudar, porque es fundamental pensar que Venezuela es un país independiente. Estamos tratando de ayudar, como hicimos hace 20 años con el referendo revocatorio, pero no de intervenir, no dar una prescripción, de decirles “hagan eso”.
CNN: La principal líder de la oposición, María Corina Machado, no quiere nuevas elecciones. ¿Qué opinión le merece?
CA: No lo puedo comprender. Si dicen los dos lados que ganaron, ¿por qué no tener otra elección en la que se puedan evitar los problemas que se dice que contaminaron esta elección? Si ganó, va a ganar de nuevo, probablemente, ¿no? No estoy contestando a Corina (Machado) ni mucho menos, estoy diciendo que es importante el diálogo, es importante la tolerancia. En el caso de Venezuela hay una división muy profunda, parece que son casi dos países, no es posible eso. Tiene que haber un diálogo y pueden estar los amigos del diálogo. En aquella época… No estoy diciendo que las soluciones son las mismas, pero se creó el grupo de Amigos de Venezuela, que incluía a Brasil, por ejemplo, que tenía un buen diálogo con (Hugo) Chávez, pero también a Estados Unidos o a España que había reconocido, incluso, el golpe de Estado.
CNN: ¿Cree que Maduro eventualmente reconocería una derrota en una segunda elección?
CA: Si hay una supervisión real… pero para eso sería importante que la UE saque las sanciones. Si hay una supervisión real, el problema no va a plantearse porque la propia supervisión evitará las dudas que existen ahora.
CNN: Déjeme hacerle una pregunta que suena personal, pero es política. Cuando usted vio cara a cara a Nicolás Maduro y este le prometió que en pocos días iban a aparecer las actas electorales, ¿usted le creyó?
CA: Tengo 82 años, tengo el grado suficiente de escepticismo político, pero también tengo confianza en el ser humano, entonces preferí creer. No estoy acusando de nada, pero ese es el hecho.
CNN: ¿Qué opinión le merecen a usted y a Brasil las denuncias de detenciones arbitrarias e incluso de personas cuyo paradero no se conoce todavía después de las elecciones?
CA: No conozco los detalles de las detenciones. Claro que estamos en contra todo tipo de detención política y espero que eso se resuelva también en un contexto de reconciliación y diálogo, porque no hay otra manera de enfrentar eso. Países como Colombia, Brasil, México también (pero México ahora tiene una transición entonces es más difícil), pero ahí estamos. Y cualquier país de afuera de la región, siempre y cuando no sea con arrogancia.
CNN: ¿Puede cambiar la posición histórica de Brasil para con Venezuela si finalmente todo sigue como hasta ahora y no aparecen las actas electorales?
CA: La posición histórica de Brasil es ayudar a encontrar una solución. En la época que Chávez nos buscó porque quería que los ayudáramos, él más bien quería un grupo de amigos de Chávez, más que de amigos de Venezuela y el presidente (Lula da Silva) le ha dicho eso, exactamente con esas palabras al presidente Chávez. Finalmente se creó un grupo que era compuesto por Brasil, pero también por Estados Unidos, México, Chile, España y Portugal. Entonces, había gente más cercana a Chávez y gente más cercana a la oposición. Eso permitió que se llegara a una conclusión que fue justamente, en aquel caso era aplicable, el referendo revocatorio. Chávez ganó con un margen bastante grande. Entonces, ahora yo no sé, usted preguntó sobre nuevas elecciones, quizás, ¿quién sabe? No puedo decir con certitud que sea eso, pero sí el diálogo, que puede ser un diálogo con facilitadores, pensado un poco fuera de la caja, se puede llegar a ese acuerdo. Usted me pregunta si soy optimista, en ese caso… Uno tiene que ser optimista siempre, pero es muy difícil. No quiero simplificar la situación.
CNN: Ese optimismo al que usted hace referencia, ¿también lo comparte el presidente Luiz Inácio Lula da Silva?
CA: Eso es muy personal, pero si Lula da Silva no fuera optimista no estaría donde está ahora, después de estar de manera totalmente injusta en la cárcel. Logró probar que era inocente y logró ser electo por tercera vez por el pueblo brasileño. Es el primer presidente que es reelecto por tercera vez en Brasil, sin cambiar ninguna regla.
CNN: ¿Se puede seguir siendo amigo de un país que no tiene elecciones transparentes, si esto se comprobara?
CA: Venezuela es vecina de Brasil. Los amigos (sic) son amigos de los vecinos. Los vecinos tienen que tratarse bien. Tengo la esperanza de que encontremos una solución que permita una buena relación con el gobierno de Venezuela.
CNN: Pero tiene unos vecinos que son amigos con una parte importante de la población diciendo que estas elecciones no terminaron con Maduro como presidente.
CA: Nosotros somos amigos de Venezuela, no de una parte u otra, somos amigos de la justicia, de la verdad y eso es lo que queremos.
CNN: ¿Qué cree usted que pasó con el proceso electoral que desde el gobierno decía que iba a ser completamente transparente? ¿En qué momento se complicó tanto?
CA: No tengo los elementos para decir en qué momento pasó. Lo que sé es que cuando estuve con el presidente, él ha dicho claramente que el CNE iba a publicar las actas en pocos días y eso no ocurrió. Ellos alegan que hubo hackeo, yo no tengo cómo juzgar eso. Pero, de todas maneras, no nos cabe hacer un juicio de valor sobre cada cosa. Tenemos que fomentar un diálogo del cual podrá salir una solución.
CNN: ¿Está dispuesto a usted a volver si se lo pidiera el presidente de Brasil?
CA: Soy asesor de Lula, no soy asesor ni de Maduro ni de Edmundo (González Urrutia), pero si Lula me lo pide, podría ser.
CNN: ¿Pero podría ser uno de los negociadores, de los interlocutores válidos para intentar encausar este proceso?
CA: Vamos a dejar el tiempo pasar y ver cómo ocurren las cosas.
CNN: ¿Cuánto sería un tiempo razonable?
CA: Cuando se habla de tiempo hay como si fuera un ultimátum. Eso es siempre negativo porque hacer un ultimátum a un país y obligar a una cosa es invadir su soberanía. Por otra parte, si se hace un ultimátum y no se cumple perdimos la credibilidad. Vamos a seguir hablando, habrá un momento que habrá un cansancio, no sé, pero no llegamos exactamente a eso ahora.