(CNN Español) – El domingo 4 de agosto Argentina amaneció conmocionada. Clarín, uno de los diarios más leídos del país, publicaba que la Justicia estaba investigando mensajes de presunta violencia doméstica del expresidente Alberto Fernández contra su entonces pareja Fabiola Yáñez. Alberto Fernández negó estas acusaciones a través de su cuenta de X y en una entrevista con el diario el País.
Los chats y fotografías a los que el periódico hacía referencia se desprendían de una investigación que el juez Julián Ercolini llevaba adelante por la llamada “causa de los seguros” —otra investigación contra Fernández— en la que se indaga si favoreció a un agente de seguros vinculado con el exmandatario para obtener contratos estatales. El expresidente ha negado haber participado en malversación alguna. La Justicia Federal estaba peritando el celular de la exsecretaria de Fernández, María Cantero, y encontró material que encendió las alarmas.
Ercolini decidió consultar a la Oficina de violencia doméstica de la Corte Suprema por el contenido de estos mensajes y fotografías para saber cómo proceder. La Justicia contactó a Yáñez, le mostró el contenido encontrado y le dio la opción de hacer la denuncia por violencia de género. La ex primera dama se negó y la causa se archivó, según le dijo a CNN una fuente con acceso al expediente.
En ese momento, Yáñez y Fernández compartían abogado, Juan Pablo Fioribello. Tras conocerse el material encontrado por la Justicia, el defensor confirmó la existencia de los chats y las fotografías, pero negó que hubiera habido violencia física entre los dos. “Ambos me reconocieron que hubo una fuerte discusión, como tiene cualquier pareja, pero que no hubo golpes”, declaró entonces el abogado.
La información recorrió los medios de toda Argentina el lunes 5 de agosto. El martes 6, Yáñez se volvió a comunicar con la Justicia, esta vez para formalizar la denuncia contra Fernández por “violencia física y mental”.
En esta primera presentación, el juez Ercolini dispuso asignar protección a la ex primera dama, se ordenó la prohibición de salida del país a Fernández y se le solicitó el cese de “actos de perturbación o intimidación que, directa o indirectamente, realice hacia Fabiola Yáñez”.
El expresidente se deslindó mediante un comunicado en su cuenta de la red social X. “La verdad de los hechos es otra. Solo voy a decir que es falso y que jamás ocurrió lo que ahora me imputa. Por la integridad de mis hijos, de mi persona, y también de la propia Fabiola, no voy a hacer declaraciones mediáticas, sino que portaré ante la Justicia las pruebas y testimonios que dejarán en evidencia lo que realmente ocurrió”, publicó el 6 de agosto.
Dos días después, el jueves 8 de agosto, el portal Infobae publicó dos fotografías que muestran a Yáñez con moretones en el ojo y en la axila derecha. Una fuente cercana al expediente le dijo a CNN que esas imágenes forman parte de la denuncia.
Ese mismo día también se publicaron chats entre ambos. “Esto no funciona así, todo el tiempo me golpeas. Es insólito. No puedo dejar que me hagas esto cuando yo no te hice nada. Y todo lo que trato de hacer con la mente centrada es defenderte y vos me golpeas físicamente. No hay explicación”, se puede leer en las capturas de pantalla entregadas por la ex primera dama de Argentina tras la denuncia, le dijo a CNN una fuente con acceso al expediente.
“La violencia que había antes era acoso. Todo el día tenía que estar en el teléfono, porque si no estaba, era como que estuviera haciendo no sé qué cosa. El tiempo me empezó a llevar a quedarme cada vez más encerrada dentro del departamento. No podía ir a un restaurante con mis amigas”, señaló.
El lunes 12 de agosto, Yáñez presentó un escrito ante la Justicia en el que amplió la denuncia por violencia de género contra Fernández.
Las abogadas de Yáñez pidieron que la causa se encuadre bajo la comisión de delitos de lesiones graves doblemente calificados por el vínculo y perpetrados en el marco de violencia de género, con abuso de poder y de autoridad, ledijo a CNN una fuente con acceso al expediente.
Yáñez dijo tener “secuelas de daños psicológicos, que le impidieron ejercer sus funciones y su vida normal por más de 30 días”, producto de la violencia ejercida supuestamente por Fernández, y que el “hostigamiento y acoso psicológico” era previo a la convivencia, agrega la misma fuente.
Además, en el escrito asegura haberse practicado un aborto durante su relación con el expresidente y habla de “violencia reproductiva”.
CNN consultó a las abogadas de la denunciante y de Fernández para obtener precisiones respecto al escrito y a la declaración ante la Justicia, pero aún no ha obtenido respuesta.
El 14 de agosto, el fiscal federal Ramiro González abrió formalmente una investigación a Fernández por la presunta comisión de los delitos de lesiones graves, doblemente agravadas y por amenazas coactivas. Esta etapa se conoce en Argentina como imputación.
Una fuente con acceso al expediente le dijo a CNN que la Fiscalía pidió medidas de prueba, como tomar testimonio a personas cercanas a Yáñez y Fernández que puedan aportar datos de las acusaciones.
Además, González pidió los videos de las cámaras de seguridad internas, zona de chalet presidencial y huéspedes de la Quinta de Olivos, residencia del presidente y lugar donde, según Yáñez, ocurrieron varios hechos de violencia, así como el registro de ingresos de Olivos y del personal que cumplía funciones en el chalet y casa de huéspedes.
Este jueves declaró en calidad de testigo ante la Fiscalía la exsecretaria del expresidente, María Cantero. De allí se desprenden algunos detalles de su relación con Fernández, como que lo conoce desde hace 35 años. Confirmó que tienen una relación de confianza, pero negó que Fernández le hablara de su vida privada, según explicó a CNN una fuente con acceso al expediente.
De acuerdo con la misma fuente, la exsecretaria explicó que tenía poca relación con Yáñez y que se comunicaban a través de WhatsApp. Reconoció las conversaciones y las fotos de la ex primera dama que se publicaron en medios de comunicación, se mostró sorprendida y dijo que Yáñez le habló sobre los presuntos golpes.
Previamente, la defensa de Fernández había pedido remitir la causa a la Justicia federal de San Isidro, alegando que los presuntos hechos denunciados ocurrieron en la quinta de Olivos. Sin embargo, el fiscal González rechazó esta petición y solicitó que la causa permanezca en los tribunales federales de Comodoro Py, bajo el argumento de que la violencia que alega Yáñez se habría iniciado en 2016 en el departamento donde convivía la pareja, ubicado en el barrio porteño de Puerto Madero, y que la violencia denunciada “no puede asignarse, de momento, a un enclave geográfico único”, según el documento obtenido por CNN. Con esta resolución, el expediente continuará en manos del juez Ercolini.
La respuesta de Fernández
El lunes 12 de agosto, el diario El País de España publicó una entrevista al expresidente, en la que reiteraba su rechazo a las acusaciones de la madre de su segundo hijo.
En la conversación, Fernández habló de frecuentes discusiones con Yáñez durante los cuatro años que convivieron en la casa presidencial de Olivos, pero negó que él la hubiera violentado físicamente.
“Estoy siendo acusado de algo que no he hecho. No he golpeado a Fabiola. Nunca he golpeado a una mujer (…) He visto las fotografías por los medios, pero no he tenido acceso a la causa aún. Nunca llegaron a mi conocimiento por ningún medio. Lo que voy a hacer es esperar, ir a la Justicia y que la Justicia resuelva”, explicó en la entrevista.
“Como toda pareja, tuvimos discusiones. Algunas más vehementes y otras menos vehementes. Necesito saber de qué está hablando. Con ese criterio yo también podría decir lo mismo”, agregó.
Yáñez acudió este martes al consulado de Argentina en Madrid, donde reside, para dar su testimonio por videoconferencia ante la Justicia. En Buenos Aires, la abogada de Fernández aseguró ante los medios en los Tribunales de Comodoro Py que esa declaración “no es válida” y explicó que la Justicia no permitió que ni el expresidente ni su defensa la presenciaran.
Por su parte, Mariana Gallego, abogada de Yáñez, habló con los medios a la salida del consulado y confirmó que la ex primera dama “pudo declarar, se sintió muy bien, muy apoyada, muy acompañada, sobre todo por la Fiscalía y el Juzgado que está interviniendo. Sólo resta confiar en la Justicia y en los pasos procesales. Ahora hay que seguir el proceso judicial. No creo que haga falta que vuelva a declarar”.
En la última semana, la defensa de Fernández pidió la devolución del teléfono que le fue secuestrado por la Justicia como parte de la investigación La medida buscaba verificar si el expresidente había violado las medidas de restricción respecto a Yáñez, le dijo a CNN una fuente con acceso al expediente. La defensa de Fernández niega que el expresidente haya incumplido la orden judicial que le impedía contactarse con ella, y rechaza el allanamiento a su domicilio y el secuestro de sus dispositivos electrónicos.
Ahora, el fiscal Carlos Rívolo, a cargo de la investigación en la causa de los seguros ―que investiga el presunto direccionamiento de contratos estatales a través de un productor supuestamente vinculado con Fernández―, también pidió inspeccionar la información del celular. El juez Ercolini tomará la decisión final sobre el destino de los dispositivos.
Si tú o alguien que conoces es víctima de violencia doméstica en Estados Unidos, contacta a la Línea Nacional sobre Violencia Doméstica, o llama al 1-800-799-7233 (para español presiona el 2). En Argentina, puedes llamar al 144, una línea de atención a mujeres para recibir contención y asesoramiento ante situaciones de violencia.
En España, el Ministerio de Igualdad, por medio de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, presta el Servicio telefónico de información, de asesoramiento jurídico y de atención psicosocial inmediata por personal especializado a todas las formas de violencia contra las mujeres, a través del número telefónico 016.
–– Con información de Nacho Girón y Agustín Milic.