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Vicepresidenta de Argentina cuestiona al candidato propuesto por Milei a la Corte Suprema de Justicia
02:55 - Fuente: CNN

(CNN Español) – El presidente de Argentina Javier Milei y su vicepresidenta Victoria Villarruel vuelven a exponer un vínculo en vías de descomposición. Pero, por si no alcanzara ese foco de conflicto en aumento, Mauricio Macri se sumó al fuego cruzado.

En solo una semana, una serie de hechos devino en un efecto dominó de internas que pueden poner en peligro las cartas de Milei para gobernar.

Un nuevo aumento de dietas en el Senado y la promoción del juez Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema reeditaron las muestras públicas de un vínculo en descomposición de la dupla presidencial.

“Tengo muy en claro que soy la vicepresidente de su Gobierno y por ende mi apoyo y mi lealtad (…) son totales”, dijo esta semana, pero enseguida remarcó: “Esto no significa que no pueda tener algunas divergencias y que las pueda expresar en ejercicio del derecho a la libertad que tanto declamamos todos nosotros”.

Por otro lado, el rol clave de legisladores del Pro -el principal partido aliado del oficialismo presidido por Mauricio Macri- en el rechazo de la asignación de fondos millonarios a inteligencia y en la aprobación de la ley para el cambio de fórmula previsional puso en evidencia que nada puede darse por sentado en la sinuosa relación con el expresidente.

Fuego abierto: Villarruel, crítica con un juez promovido por Milei

El juez federal Ariel Lijo compareció el miércoles ante el Senado para defender su candidatura a integrar la Corte Suprema de Justicia, propuesta por el Poder Ejecutivo, en reemplazo de la jueza Elena Highton de Nolasco que renunció en 2021, dejando un puesto vacante.

Horas antes de su exposición, la vicepresidenta cuestionó la elección. Además de señalar que le hubiera gustado que la banca fuera ocupada por una mujer, como la predecesora, dijo que el candidato del Gobierno no contaba con “los pergaminos necesarios”. 

No es la primera vez que Villarruel, quien también es abogada, se refiere al tema. Meses atrás en una entrevista televisiva afirmó no haber sido consultada sobre la designación: “Me enteré por los medios”.

Lijo, señalado por más de un miembro del arco político, estuvo involucrado en numerosas causas y fue cuestionado por irregularidades y corrupción a lo largo de su carrera judicial. Incluso, fue denunciado por Elisa Carrió por asociación ilícita y lavado de dinero, denuncia en la que resultó sobreseído. 

Durante la audiencia en el Senado, fue reprochado por su prontuario. 

“Si usted tiene tres causas abiertas en el Consejo de la Magistratura no corresponde que entre en la Corte Suprema de Justicia sin resolver esa cuestión. Hay una contradicción ahí”, le echó en cara Carolina Losada, una senadora del radicalismo. “Yo acepto su opinión, pero no la comparto”, fue la respuesta del magistrado.

Un nuevo capítulo en la disputa de la cúpula presidencial: las dietas en el Senado

El martes se conoció que diputados y senadores aprobaron un incremento salarial del 6,5% para los empleados de ambas cámaras. Esto impacta en las dietas de los senadores que tienen atado su sueldo a las paritarias de los trabajadores del Congreso, cosa que no sucede con los diputados.

El presidente calificó la medida como “una traición al pueblo argentino” y planteó una incógnita: “No sé quién fue el responsable de semejante burla pero quienes han avalado estos atropellos a los trabajadores sufrirán las consecuencias en las urnas cuando el pueblo se exprese mediante el voto”.

Acto seguido, dio retuit a un mensaje que agradece a Martín Menem, presidente de la Cámara Baja, “por desenganchar los aumentos de los diputados y no permitir que se aumenten y ganen la locura que ganan las ratas de los senadores”. 

Las felicitaciones a Menem proponen un contrapunto: Villarruel preside la Cámara Alta en donde los senadores votaron lo contrario, es decir actualizar salarios según la paritaria sectorial. 

Consultado por esta situación, el vocero presidencial Manuel Adorni respondió: “Si la doctora Villarruel podría haber hablado o no con los 72 senadores con los que convive todos los días de su vida, bueno, eso es un tema que le tienen que preguntar a ella para ver si se pudo frenar o que no pase este escándalo”, señaló y remató: “Tendrá sus razones para haber impulsado en mayor o menor medida el freno o el que esto no se lleve adelante hoy o en abril”.

Y es que no es la primera vez que Milei y Villarruel discuten por los sueldos de la Cámara. Ante la misma situación en abril, cuando los legisladores aprobaron un primer incremento durante este mandato presidencial, desde el entorno de Milei apuntaron contra ella. Entonces, se desligó argumentando que no era potestad suya, ya que su rol es presidir la asamblea pero no votar. Igualmente, en ese contexto, habló públicamente a favor de que cobren una buena remuneración.

En esta oportunidad optó por algo diferente para terminar “con las sobreactuaciones que parasitan a la política argentina”, según publicó en X (aunque no especificó a qué sobreactuaciones se refería).

“Como Presidente del Senado convoqué a sesión especial el jueves a las 10 para que los senadores debatan sobre el aumento de sus sueldos. De frente y en forma pública. Nominalmente y exponiendo sus posiciones”, escribió y en el acta de convocatoria que dejó expuesta en el tuit figuran dos temas a tratar: el de los aumentos en cuestión y un proyecto para poner un tope a los sueldos del Poder Ejecutivo.

Como cierre del episodio, el jueves el senado definió retrotraer este aumento y congelar los sueldos hasta fin de año.

Una semana difícil para el gobierno: fuego cruzado con Mauricio Macri, principal aliado

Como se dijo, la disputa con Villarruel no fue el único conflicto con el que debió lidiar Milei esta semana ni el más explosivo. 

El expresidente Mauricio Macri, además titular del PRO, el máximo partido aliado del oficialismo, también le soltó la mano en el Congreso: el rechazo de la millonaria asignación de fondos reservados para inteligencia otorgada por decreto significó una dura derrota legislativa para Milei, acompañada por un tuit del PRO que subrayaba su posición: “esto no es el cambio”.

En paralelo, en la cámara alta, senadores de todo el arco político, a excepción de los integrantes de La Libertad Avanza, votaron a favor de una ley de movilidad jubilatoria para aumentar las pensiones para la tercera edad, lo que implica un costo fiscal representativo para el gobierno, un 1,2% del PBI, según indicaron desde presidencia.

Aunque el gobierno inmediatamente dijo que va a vetar  la normativa, lo ocurrido puede tener un costo político significativo en dos frentes: de cara a la sociedad, echar atrás una suba de ingresos a los jubilados es por lo menos una medida antipática y, en cuanto al poder político, la demostración explícita de que si no cuenta con aliados y dialoguistas pierde el músculo para ejercer su gobierno.

Para terminar la semana, Milei se reunió con Macri en Olivos el jueves a la noche, pero pareciera no estar todo zanjado. Después de que sus senadores votaran a favor de la ley sobre las pensiones para la tercera edad, Macri apoyó públicamente la decisión del Ejecutivo de ir marcha atrás con las jubilaciones.

En cambio Milei lo mandó a ordenar la tropa.