McFall es el primer astronauta de la ESA en formación con discapacidad.

(CNN) – El atleta paralímpico convertido en astronauta John McFall podría convertirse pronto la primera persona discapacitada en ir al espacio, y él atribuye a los Juegos Paralímpicos el mérito de haber ayudado a desafiar las ideas preconcebidas sobre lo que pueden lograr las personas discapacitadas.

Después del accidente de motocicleta que provocó la amputación de su pierna derecha a los 19 años, McFall aprendió a correr de nuevo y se convirtió en atleta profesional de pista y campo.

El velocista del equipo británico ganó el bronce en 100 m T42 en los Juegos Paralímpicos de Pekín de 2008 y, más tarde, empezó a trabajar como cirujano traumatólogo y ortopédico.

McFall se convirtió en el primer “paraastronauta” del mundo en 2022, cuando la Agencia Espacial Europea (ESA) anunció una nueva clase de astronautas en formación. Ha participado en el estudio de viabilidad “Fly!” de la ESA, que evaluó los desafíos que podría afrontar una persona discapacitada en los vuelos espaciales.

El estudio, según le dijo a la revista científica Nature la semana pasada, “hasta ahora ha demostrado que es técnicamente factible para alguien con una discapacidad física como la mía volar al espacio y vivir y trabajar como un miembro totalmente integrado de la tripulación de la Estación espacial internacioanl (ISS, por sus siglas en inglés) durante una misión larga”.

Con parte del estudio que finalizará a finales de año, McFall espera que la ESA “consiga que alguien con una discapacidad física pueda volar”, añadió.

John McFall de Gran Bretaña y Atsushi Yamamoto de Japón compitiendo en la final de los 100 metros masculinos en los Juegos Paralímpicos de 2008.

“Espero tener la oportunidad de volar en el futuro. Sería fantástico. Y también espero poder sembrar la semilla de un legado a partir del cual seguir, para estudiar la viabilidad de volar con una gama más amplia de discapacidades”, dijo el hombre de 43 años.

La ESA señaló en un comunicado de prensa que el estudio, en el que McFall realizó un entrenamiento de supervivencia en invierno y en el mar y también en vuelos en gravedad cero, marcó “un hito significativo en el camino hacia la inclusión en la exploración espacial”.

“Hasta el día de hoy, Fly! no ha identificado ningún obstáculo que impida a un astronauta con una discapacidad como la de John unirse a una misión de larga duración a la Estación Espacial Internacional, que normalmente dura seis meses”, dijo la agencia en un comunicado.

McFall señaló los Juegos Paralímpicos como un ejemplo de cómo los deportes pueden cambiar las percepciones sociales de las personas discapacitadas.

“Los atletas de élite inspiran a mucha gente. Mucha gente practica deporte y siente admiración por lo que se necesita para competir en el nivel de élite”, explicó.

“Desde el punto de vista paralímpico, es muy importante conectar con un público más amplio, para que la sociedad en general sea consciente de lo que son capaces de hacer las personas con discapacidades físicas”, añadió.

“En la misma línea, creo que probablemente se pueda considerar que ser astronauta es un trabajo difícil y desafiante. Así que existe esa admiración por tener a alguien con una discapacidad física en este puesto”.

En una conferencia de prensa de la ESA el mes pasado, McFall añadió que su carrera como atleta paralímpico, junto con haber sufrido una amputación traumática y su experiencia en la ciencia y la medicina, han contribuido a su objetivo actual.

“Creo que todo esto me ha resultado muy útil para ayudar a superar la brecha entre esta ambición que tiene la ESA y mi experiencia”, dijo, “para intentar alcanzar este objetivo de ser potencialmente la primera persona con una discapacidad física en convertirse en astronauta”.