(CNN) – Abdul Rahman duerme en un asiento de coche maltratado, mecido por su madre Niveen Abu al-Jidyan. No se da cuenta, de momento, de los drones que pasan por encima ni de la enfermedad incurable que paraliza su cuerpo.
“No puede estar de pie, sentarse ni moverse como antes. Está muy débil”, le dice Abu al-Jidyan a CNN en una tienda de campaña improvisada en el campo de refugiados de Al-Mawasi. “Cumplirá un año el mes que viene. Ya debería estar caminando, pero de repente dejó de moverse”.
Abdul Rahman es la primera persona en Gaza en 25 años a la que se le diagnostica polio, que en su día fue una de las enfermedades más temidas del mundo, pero que ahora se puede prevenir fácilmente con una vacuna.
La polio afecta principalmente a niños menores de 5 años y puede causar parálisis irreversible e incluso la muerte. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la polio es una enfermedad altamente infecciosa que no tiene cura y que sólo puede prevenirse mediante la inmunización.
Como medida de precaución, el ejército israelí vacuna a los soldados que participan en las operaciones en Gaza.
Pero Abdul Rahman no ha tenido tanta suerte. Al vivir en medio de la guerra, no ha podido recibir las vacunas infantiles habituales que lo habrían protegido. En general, se recomienda comenzar la vacunación contra la polio a los pocos meses de nacer.
Antes de la guerra, Gaza tenía una cobertura de vacunación casi universal, pero desde entonces ha disminuido a poco más del 80%.
El resurgimiento del virus, eliminado en la mayor parte del mundo desarrollado, pone de relieve las dificultades que enfrentan los dos millones de residentes de Gaza, que han vivido bajo los bombardeos israelíes desde octubre del año pasado. Muchas personas en el enclave están privadas de alimentos, suministros médicos y agua potable, y hasta el 90% de la población está desplazada internamente.
Para frenar el brote, la OMS dice que lanzará junto con la agencia de la ONU para la infancia, Unicef, una campaña de vacunación masiva para inocular a 640.000 niños menores de 10 años en el enclave asediado.
La cobertura de la vacuna debe llegar a alrededor del 95% de la población objetivo para evitar que la polio se propague. Si la campaña de vacunación no alcanza ese umbral, la OMS advierte que sería “solo cuestión de tiempo” antes de que la polio infecte a miles de niños en Gaza.
Sin embargo, una operación de esa escala bajo una ofensiva militar israelí en curso que ha matado a más de 40.000 personas y paralizado la infraestructura en todo el enclave palestino significa que el esfuerzo probablemente estará plagado de desafíos, como las repetidas órdenes de evacuación que han obligado a miles de personas a huir de sus hogares.
“La administración de la vacuna es la parte fácil. La parte difícil es todo lo demás”, dijo Sam Rose, director de planificación de UNRWA a Jeremy Diamond de CNN desde Gaza.
“Anteriormente teníamos 22 centros de salud en Gaza, solo cinco de ellos están funcionando actualmente. Los bombardeos en todas las áreas de Gaza (significa que hay) un espacio cada vez más reducido en el que podemos operar”.
La campaña de vacunación comenzará el 31 de agosto si las condiciones lo permiten.
El COGAT, la agencia del gobierno israelí que coordina el movimiento dentro y fuera de Gaza, dice que ha permitido que más de 25.000 ampolletas de la vacuna contra la polio ingresen al enclave, junto con el equipo de refrigeración necesario para mantener la medicina a la temperatura requerida.
Pero ya es demasiado tarde para Abu al-Jidyan y su hijo.
“Me siento impotente. Es difícil para mí y para los médicos porque la situación es muy mala”, dijo.
Todo lo que quiere ahora es que su hijo pueda caminar. Si bien no hay cura para la polio, hay tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas, pero serán difíciles de encontrar para la familia Abu al-Jidyan dado el estado del maltrecho sistema de salud de Gaza.
De su madre, una súplica: “Llévenlo al extranjero para que lo traten o encuentren una solución para que mi hijo pueda volver a caminar y moverse”.