(CNN) –– El Programa Mundial de Alimentos (PMA) suspendió temporalmente el movimiento de sus empleados dentro de Gaza después de que uno de sus vehículos fuera atacado con disparos a pocos metros de un puesto de control israelí, según un comunicado de la agencia humanitaria.
“A pesar de estar claramente marcado y haber recibido múltiples autorizaciones de las autoridades israelíes para acercarse, el vehículo fue alcanzado directamente por disparos mientras se dirigía hacia un puesto de control de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)”, dice el comunicado de la agencia.
El vehículo blindado era uno de los dos que regresaban de una misión de escolta de ayuda humanitaria a través del enclave palestino. Una foto difundida por el PMA mostraba varias marcas de bala en la ventanilla del lado del conductor; al menos 10 balas impactaron en el vehículo, según la agencia.
Ninguno de los empleados a bordo sufrió daños físicos, añadió.
CNN se ha puesto en contacto con las FDI para solicitar comentarios.
El Programa Mundial de Alimentos es la principal agencia de ayuda alimentaria de la ONU y un pilar clave de la red de ayuda humanitaria en Gaza, ya que distribuye alimentos en todo el territorio devastado, donde la hambruna se ha extendido durante meses.
Pero los continuos ataques aéreos y las reiteradas órdenes de evacuación de las fuerzas israelíes forzaron el cierre de muchos de los almacenes de alimentos y cocinas comunitarias de la agencia, según el PMA. La “zona humanitaria” designada por las FDI en Gaza también se reduce de forma constante; solo en el último mes, las FDI achicaron esta zona en un 38%, y el espacio restante representa poco más de una décima parte de la superficie total de Gaza, según un análisis de CNN.
Los trabajadores humanitarios suelen coordinar sus rutas con las fuerzas israelíes para poder desplazarse con relativa seguridad. “Como demuestran los acontecimientos de anoche, el actual sistema de distensión está fallando y esto no puede continuar así”, afirmó la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain, en el comunicado.
En abril, trabajadores humanitarios de otro grupo de lucha contra el hambre, World Central Kitchen, murieron en un ataque israelí mientras viajaban en auto por Gaza, a pesar de haberse coordinado con las autoridades israelíes sobre su ruta e itinerario. Los ataques aéreos alcanzaron tres vehículos de su convoy y mataron a tres británicos, un palestino, un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense y canadiense, un australiano y un polaco.
En una conferencia de prensa este miércoles, el portavoz del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric, dijo que el vehículo de ayuda del PMA que fue baleado estaba claramente marcado y describió el logotipo del PMA como “probablemente uno de los más reconocibles del mundo” en zonas de conflicto.
Dijo que la ONU había protestado formalmente ante Israel por el incidente y enfatizó la responsabilidad de los estados miembros de las Naciones Unidas de proteger a los trabajadores humanitarios de la ONU, que sirven a las poblaciones en algunos de los lugares más peligrosos del mundo.
“Ya sea en Gaza, ya sea en Sudán, ya sea en Chad, ya sea en cualquier otro lugar o en Ucrania, en lugares de combate, no operan según los caprichos de (el secretario general) Antonio Guterres”, afirmó.
“Ellos actúan en nombre de Naciones Unidas (…) Es responsabilidad de todos los Estados miembros que forman parte de esta organización garantizar la protección de los trabajadores humanitarios que trabajan para ellos, por así decirlo”.
Mientras tanto, aumenta la presión sobre Hamas, que gobierna Gaza, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para sellar un acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes en un contexto de hambruna severa, escasez de agua, desplazamientos masivos y enfermedades en el enclave.
La campaña militar israelí en Gaza ha matado al menos a 40.435 palestinos y a herido a otras 93.534 personas, según el Ministerio de Salud del enclave. El ejército israelí lanzó su ataque aéreo y terrestre después de que Hamas atacara el sur de Israel el 7 de octubre, matara a unas 1.200 personas y secuestrara a más de 250, según las autoridades israelíes.